Sin duda alguna, si tuviera que elegir el tono de tarima que pondría en mi casa sería una tarima blanca o una clarita. Ayer una amiga tuvo que elegir entre tres tonos diferentes para su piso que están construyendo y al final la ganadora fue blanca con betas grises. Como ventajas resaltaría la amplitud y claridad que da a la vivienda, además que la suciedad no se nota tanto como en un suelo oscuro (me refiero al polvo, manchas evidentemente no jeje). Fácilmente combinable con todo, le da a la vivienda un aire nórdico que me encanta!
¿Qué os parece este suelo?
¡¡¡Besoooosss!!