![Suicidio perfecto de Petros Márkaris Suicidio perfecto de Petros Márkaris](http://m1.paperblog.com/i/178/1782488/suicidio-perfecto-petros-markaris-L-iYMCZb.jpeg)
Cómo me gusta esta serie de novelas del comisario Jaritos. Crónica ácida y corrosiva. Su afanosa esposa, empeñada en dirigir cada paso del convaleciente, aderezando su recuperación con sopitas y pollo cocido. Su futuro yerno y máximo aliado para huir del hogar-prisión. La ayuda de la secretaria del jefe que se convierte en la aliada perfecta. Un policía que quiere usurpar su puesto. Y los suicidios (sí, más de uno), de personajes relevantes y poderosos. ¿Se puede investigar un suicidio? ¿Qué hay detrás de esas muertes? La importancia de un pasado común. La corrupción, el negocio inmobiliario, la contratación de mano de obra extranjera, la especulación, las tapaderas, los medios de comunicación sensacionalistas. Sí, demasiado parecido a la realidad, pero con el aliciente de provocar risas y entretener.
“El griego que no cree que el Estado le roba y no se cree en el deber de desquitarse, o está loco o no es griego”.
Así empieza:
El gato, instalado sobre el respaldo del banco de enfrente, me mira. Siempre me lo encuentro aquí por las tardes, acurrucado. Los primeros días me observaba con recelo, dispuesto a salir huyendo si intentaba acercarme. Cuando se aseguró de que no le prestaba la menor atención, dejó de incomodarse por mi presencia. Fue así como entablamos una relación de buena vecindad. Él nunca ocupa mi banco, y yo, las pocas veces en que llego primero, respeto el suyo y se lo dejo libre. Es un gato de esos que andan por los tejados, aunque no tiene el habitual color anaranjado que caracteriza a los callejeros. Su pelaje, gris y negro, presenta un dibujo parecido al de los trajes de pata de gallo que llevamos en los bailes del cuerpo de policía o en los funerales. Para las bodas, nos vestimos de negro. Seguir leyendo.