Revista Psicología

Suicidio y vergüenza

Por Mundotlp @MundoTLP
Suicidio y vergüenza
La conducta suicida incluye todo comportamiento que implique una agresión hacia uno mismo. Engloba las autolesiones no suicidas, los intentos fallidos de suicidio, las conductas de riesgo extremas y los suicidios consumados.El suicidio consumado es la primera causa de muerte externa en España. Se asocia, en un 90 por ciento de los casos, a la existencia de enfermedades mentales y también a patologías físicas, sobre todo incurables. Pero también se vincula a problemas sociales y familiares, y a elementos históricos, culturales y personales. Así, la anomia, el desarraigo relacional, ciertas concepciones acerca de la muerte, la dispersión de los núcleos familiares, la disponibilidad de armas de fuego y otros muchos factores modulan la aparición de casos de suicidio consumado.Con respecto a la enfermedad física y mental, en el acto suicida influye, por supuesto, la gravedad del trastorno; pero lo hace aún más el hecho de presentar intentos previos (la conducta suicida previa es el principal factor de riesgo de suicidio consumado). Desde un punto de vista sociosanitario, genera una importante alarma y respuestas muy diversas, algunas de la cuales han resultado eficaces. Aun así, no logramos erradicar esta terrible realidad que, además, nos recuerda continuamente nuestro fracaso como médicos y como sociedad.

¿Por qué se produce?

Y es que el suicidio se produce como consecuencia de una pérdida del deseo de vivir, unida a un desapego hacia aquellos que van a vivirlo y, en cierta medida, de un deseo de agredir a la propia identidad. Es el fin del amor a la vida y a los demás. En una sociedad que promete a sus integrantes la felicidad y el bienestar, existen muchas personas que no alcanzan el mínimo tolerable para seguir adelante, porque no hemos logrado muchas cosas. No hemos logrado curarles, o no hemos logrado vincularles a nada, o no hemos logrado darle un mínimo sentido a sus vidas.El suicidio nos pone frente a nuestra limitación y nuestra miseria humana, y nos obliga a aceptar nuestro fracaso colectivo cada vez que se produce. Bien es cierto que es también un acto de libertad, pero cuando la mejor opción es la autodestrucción es porque algo ha fallado demasiado.Muchas intervenciones sociales y sanitarias han logrado frenar o prevenir estas conductas con gran mérito y éxito. Yo opino que existe un trasfondo filosófico en este fracaso. Creo que muchos de los elementos que provocan los suicidios (y otros muchos problemas) nos avergüenzan. No niego la importancia de las intervenciones sanitariaspero, no nos engañemos y no reduzcamos un problema tan complejo a una enfermedad que se curará en unos años con pastillas y terapias, porque es un asunto muy serio. Una vez más, serán imprescindibles la educación, la filosofía, las convicciones, los valores, las ideas…Fuente: Cuidateplus
http://elmundotlp.blogspot.com/es

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