Bueno, a ver, tampoco exageremos. Eso de "los nuevos goonies" es ir demasiado lejos. Quizás sea el componente emocional, soy de la generación de aquellos pequeños que acaban encariñándose con Sloth, pero hay bastantes diferencias.
Como argumento sí, se parece bastante. Adolescentes en busca de aventuras, un grupo sólido y unido que acaba metiéndose en un lío de magnitudes desproporcionadas, con sus frases que pueden llegar a ser míticas en sus momentos de pánico y el descubrimiento del primer amor. Hasta ahí, compramos (aunque Gordi sigue siendo único).
Como empleo de efectos especiales, aquí gana Super 8. Nada puede hacer el barco pirata de "Willy el tuerto" frente a, entre otras muchas más cosas, el descarrilamiento de un tren tras chocar de frente contra una furgoneta. Ahí aplaudimos a J.J. Abrams, el señor Spielberg y a quien haga falta.
Pero los malos... Ains... Creo que la ciencia ficción no supera a la familia Fratelli, a su maldad e ineptitud a partes iguales. Falta ese contrapunto que convierta a los chicos en los buenos a pesar de estar haciendo algo malo.
Concluyendo, todo un despliegue para una historia adolescente que te mantiene atento durante toda la película, muy bien rodada y entretenida, pero que no creo que alcance el nivel de mito al que llegaron los Goonies. O puede que sí y toque que me llaméis nostálgica.