- Busca autenticidad. El escritor chino Lin Yutang decía que "la mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad de la persona que mira". Así que no te guíes por los ideales de belleza, cada vez más inalcanzables, impuestos por las modas. Esfuérzate, en cambio, por ser tú mismo/ a y poder rodearte de personas que te aprecien tal cual eres.
- Exígete menos. La presión social impone metas imposibles: mantenerse siempre joven, tener una capacidad intelectual y un nivel cultural fuera de serie, ser un/a perfecto/a amante...Baja el listón: la modelo Inés Sastre tiene celulitis en los glúteos, como el 90% de las mujeres; la cantante Kyllie Minouge mide solo 1,52 m, 40 menos que su novio, el modelo Andrés Valencoso: y hasta las personas más preparadas meten la pata. Una anécdota ha protagonizada por la ex ministra francesa Rachida Dati. Licenciada en Derecho Público y en Ciencias Económicas, la política confundió en una entrevista en directo el término "inflación" por otro de muy distinta naturaleza "felación".
- Acéptate sin más. Algunos aspectos, entre ellos nuestro origen social o ciertas anomalías físicas, tienen que asumirse sin más. Aunque muchos complejos pueden corregirse con cirugía o camuflarse-la actriz Uma Thurman admite que siempre se maquilla pensando en disimular sus ojos saltones y la cantante Beyoncé se hace peinados que tapen sus ojeras-, no siempre tenemos la posibilidad de cambiar lo que no nos gusta. Es el caso de la baja estatura, que solo se puede disimular con tacones o con alzas, el socorrido recurso de Nicolas Sarkozy, Tom Cruise o el presentador Pablo Motos.
- Supérate a ti mismo. Hay muchas otras cuestiones que si podemos mejorar. Ser más ágil o más extrovertido/a, perder peso o ir a clases de dicción para hablar mejor son solo varios ejemplos.
- En equilibrio. Huye de las comparaciones que te sitúan por encima o por debajo de los demás. Es más acertado compensar los aspectos que más nos incomoden desarrollando otras cualidades. Muchos de los que se consideran "negados para los estudios" se esfuerzan por destacar en el deporte. ¿Te falta conversación_ Te desvivirás por ser más amable y atento/a con los demás. ¿No te consideras muy agraciado/a físicamente_ Alcanzarás éxito potenciando tu sentido del humor, tu sensibilidad o tus dotes amatorias. Como dice el refrán: "La suerte de la fea, la bonita la desea".
- Sin lamentaciones. Verbalizar lo que nos avergüenza para compartirlo y superarlo con la ayuda de los demás es muy positivo, pero no te saques defectos continuamente. Relativiza tus complejos con buenas dosis de humor y recuerda frases de tipo "Más vale tener que desear".
- ¿Son una defensa? A veces, los complejos se ven como la causa de todos los males y se utilizan como un mecanismo de defensa: "Para qué conocer a ese chico , si de seguro no le gusto por....". No dejes que este tipo de excusas te aisle porque el amor ayuda a superar muchos complejos.
Revista En Femenino
"El mejor maquillaje cosmético para la belleza es la felicidad", decía la condesa de Blessingtong, una reconocida novelista irlandesa del siglo XIX. Ha llovido mucho desde entonces, pero es, en esencia, lo que siguen prensando muchas mujeres de nuestro tiempo. La modelo Judit Mascó no duda a la hora de afirmar que su truco para estar más guapa es sentirse bien consigo misma y llevar una vida plena. Está convencida, además, de que la belleza es algo muy relativo. "En un poblado de la india- cuenta con humor-, yo no les parecía guapa porque me veían muy delgada y huesuda y allí gustan las mujeres más redondas y fuertes. En otra ocasión, unos niños de Mozambique se rieron de mi piel se parecía a la de los cerdos".
Por definición, son percepciones distorsionadas que las personas tienen de sí mismas, de sus rasgos físicos, sus habilidades o sus valías. Liberarnos de ellos es la mejor forma de allanar el camino a la felicidad, ya que lo único que hacen es alimentar la inseguridad y la insatisfacción, debilitando nuestro bien más preciado: la autoestima.
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