Revista Espiritualidad

Superar momentos de dolor

Por Blogger Freddy Arellano @bloggernota

Si acaba de perder a alguien o algo muy importante en su vida, y se siente desorientada y aturdida, tómese un ratito para leer este breve artículo. En este momento es muy importante que se cuide a usted misma y pueda enfrentar esta situación de la mejor manera posible. El motivo puede ser la muerte de alguien importante en nuestras vidas, pero también la pérdida de un trabajo, una separación, el descubrimiento de una enfermedad física o psicológica importante, es decir, la pérdida de la salud u otras situaciones normales, que en realidad sólo implican un crecimiento, como el nacimiento de un hijo, en especial el primero, su ingreso en el jardín de infantes, el paso a la vida adulta, a la adolescencia o la menopausia, entre otras.

Cuando una pérdida nos hace sentir desencajados en nuestro estilo de vida habitual y en nuestra propia personalidad es el comienzo de un duelo. Este es un proceso normal e inevitable que afecta a hombres y mujeres desde que nacemos y se inicia después de sufrir una perdida. Es el período de tiempo y el trabajo que le lleva a esa persona recuperarse del dolor.

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Cortesia de: Pinterest

Los momentos de dolor se superan paso a paso

En todos los casos, un duelo se divide en tres etapas. La primera es una fase de confusión en la cual la persona que elabora una ausencia se siente aturdida y embotada. La segunda es la etapa de desorganización. Aquí aparecen todos los sentimientos, conductas y condiciones que son considerados patológicos si se prolongan en este tiempo, pero resultan absolutamente normales en estas circunstancias. Puede surgir bronca, anhelo, vacío, miedo, angustia, enojo y hasta alucinaciones, delirios, retraimientos, fobias y negaciones de la realidad. La tercera y última fase es el comienzo de la adaptación y es cuando una persona siente que puede comenzar a generar nuevos proyectos. Entonces logra construir un lugar en sus emociones para aquel que se ha ido. Allí estará presente para siempre. Desde la riqueza de las experiencias compartidas con el otro se puede empezar a construir y conectarse con nuevos proyectos.

Las terapias de pérdidas

Si quienes intentan elaborar una pérdida no toman una actitud activa y sólo dejan pasar el tiempo se encontrarán siempre en el mismo lugar de dolor y les resultará más difícil recuperarse. Cuando esa persona no puede expresar sus sentimiento o se siente sola puede surgir la necesidad de acudir a una terapia. Lo que se hace en los grupos de terapia de pérdida es, como primer paso, alentar la congoja para destrabar los sentimientos, dar tiempo para que perciban todo lo que pasa internamente. Luego, poco a poco se va acompañando en las diferentes etapas del proceso de recuperación.

Via: oculto.es


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