Desde hace tiempo estoy cuidando mi alimentación, pero en un concepto mucho más amplio que el de hacer dieta. No existen los milagros, ni los productos mágicos, y adelgazar no tiene más secreto que comer menos cantidad de grasas y dulces y más cantidad de frutas y verduras, pescados y carnes a la plancha, y acompañarlo de ejercicio físico. Siempre he usado una talla 40 y desde luego no voy a tener con mis treintaytantos menos talla que con 18 años. Pero sí me preocupa mi salud y que los alimentos me hagan sentir más fuerte.
Además, cada vez me obsesiono más con la etiqueta de los productos, no sólo por las calorías, sino por lo que contienen: grasas trans, azúcares, aceites vegetales y grasas animales poco claros, demasiada sal, en definitiva, demasiado procesado y poco sabor auténtico. Prefiero comprar productos frescos y huir de los preparados (esos nuggets de pollo que lo de pollo sólo lo llevan en el nombre, porque yo he visto pechugas de pollo y no se parecen en absoluto al interior de esos nuggets). Quiero que los tomates sepan a tomates, y que la fruta sepa a fruta.
Me interesan los movimientos como el slow food, el consumo de productos locales y de kilómetro cero y prefiero comer alimentos de temporada frente a alimentos refrigerados.
Los productos ecológicos, además de ser respetuosos con a naturaleza, con el medio ambiente y con los animales, saben mejor, y son más saludables, ya que no contienen aditivos sintéticos, ni pesticidas, ni conservantes, ni antibióticos, ni ningún tipo de residuos tóxicos. Aquí podéis leer todas las ventajas, que desde luego, son numerosas. Además, en EnterBio entregan el pedido en toda España peninsular (si el pedido es para Madrid y de más de 100 euros, además es gratuito), tienen garantía de devolución y garantizan todo la frescura y calidad. Disponen desde productos para bebés a productos para el hogar y de perfumería, así como tipo de alimentos frescos y conservas.
Todavía no he probado todo, pero las galletas con chocolates estaban riquísimas, como las mejores galletas hechas por la abuela, los tomates sabían de lujo, y un simple huevo frito ecológico estaba de muerte. En otros productos, como las ciruelas, no he notado tanta diferencia.
PD. En Gijón coincidí con Laura, de My Wellness Lab. Me encantó su concepto de blog, porque trata de belleza, pero también de bienestar, en el sentido de que lo que te hace sentir bien por dentro, también se refleja en tu belleza exterior. Así que quizá al final este tema del post de hoy no esté tan alejado del blog. Y quizá también mi cabeza va relacionando unas cosas con otras, se me va demasiado la olla y así que los posts me quedan tan largos.
* Cortesía de ModaEllas.com y Enterbio
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