Supersonic Man, el superhéroe patrio

“¡Que la fuerza de las Galaxias sea conmigo!”

Quiero que os pongáis en situación. Año 1979. Yo tenía cuatro años y acababa de disfrutar en el cine un año antes de una de las películas más emblemáticas del género de superhéroes, Superman de Richard Donner. Así que es comprensible que disfrutase como un enano de lo que Juan Piquer Simon ofreció aquí en España. Un personaje con superpoderes que tenemos que dar por sentado que seguía la exitosa estela que había marcado la producción americana.

Cierto es que los efectos especiales -¿o eran despreciables?- distaban mucho de lo que pudimos ver en la cinta de Donner. Ni siquiera era un personaje conocido y con el empaque del Hombre de Acero. Pero a esa tierna edad lo que te importaba, lo que querías, era ver películas con superhéroes (no en vano ya había empezado a “leer” algunos cómics de la editorial Vertice o Novaro).

Al final, como era de esperar, acabé viéndola en el cine y posteriormente en VHS, años después. Incluso tengo un par de tebeos de la época que estaban basados en la película -con un dibujo que desde luego era dirigido para el público infantil-. Pero no es menos cierto que los cómics que leía de Novaro (editorial que publicaba en España los cómics de la editorial DC) no distaban mucho en cuanto a grafismo. Eran otros tiempos y las aventuras de algunos personajes todavía tenían el Comics Code insertado a fuego.

La historia de Supersonic Man se las trae, sólo hay que mirar un poco la información que hay por la web para darse cuentas de la multitud de anécdotas y curiosidades que hay al respecto. Aunque viendo el vídeo que tenéis a continuación creo que algunas preguntas ya pueden ser respondidas.

“Supersonic man, I wanna be, Supersonic man, I wanna be. It’s a fantasy, Supersonic dream”

Intro de la película

Por una parte su director opinaba, no muy equivocadamente la verdad, que le parecía extraño que la gente no relacionase a Clark Kent con su alter ego, Superman. Al fin y al cabo tan sólo les diferenciaba ese ricito característico y la ausencia de lentes de contacto. Con lo que optó porque su superhéroe no tuviese ése dilema. De tal forma, tal y como ocurría con Bil Bixby y Lou Ferrigno en la serie de tv sobre El Increíble Hulk (La Masa), dos actores serían los encargados de mostrar al héroe. Uno para interpretar al hombre de la calle (Antonio Cantanfora -Michael Coby-) y otro (José Luis Ayestarán) al que posee los poderes (los cuales, al igual que el héroe de DC, se basaban en superfuerza o capacidad de vuelo).

El origen del héroe era cercano, salvando las diferencias “creativas” que he nombrado más arriba, al de Superman. Es decir, hablamos de un extraterrestre que convive con nosotros y que utiliza sus poderes (uno de ellos acojonante, convertir las pistolas en plátanos) para el bien. Trabajando además como… ¡periodista!. Casualidades de la vida dirían algunos.

Cameron Mitchell ejercería de villano de la función, con secuestro de la novia del prota de por medio, intentando ponerle las cosas difíciles a Supersonic Man (que más bien parece el nombre de un Yo-Yo, pero no soy quien para sacar punta a todo, ¿no?). Aunque “otro” al que también tiene que tener en cuenta Supersonic Man es a un particular robot.

Sin embargo, dentro de su extrema bizarrez, cutrez y casposidad que empapa al espectador -tanto ahora como el año en el que se estrenó-, creo que sigue siendo una de esas películas que hay que ver. Y hay muchas de este estilo que lo merecen. Esa musiquilla setentera me sigue poniendo la piel de gallina al recordar otros tiempos -quizás esa niñez perdida- y el recordar que no todo era tan “fácil” como ahora. Que el género de los superhéroes no estaba más que intentando eclosionar de alguna manera -faltaría todavía muuuucho tiempo para que llegásemos al momentazo actual- y entraba dentro de lo normal encontrarte con cosas como ésta.

Lo más curioso de todo el asunto, obviando su factura técnica indudablemente, es que Supersonic Man no se ha olvidado tan fácilmente como podría parecer. Mucha gente la conoce y no pasa por alto a la hora de aparecer en algunos libros que destacan (a veces lo importante no es que hablen bien o mal de tí, si no que hablen) bizarradas de este estilo.

En el blog Zona Fandom rescatan y comentan algunos de los “momentazos” de la película. Con un humor fuera de toda duda por parte del autor del post. Echadle un vistazo que merece la pena.

Si todavía no habéis cerrado la tapa del ordenador portátil o apagado el monitor más abajo podéis encontrar algunas imágenes de la película y el cómic, carteles de la película de diferentes países, aunque a mí siempre me han encantado el que abre este post, y algún que otro vídeo.