Un estudio desarrollado por expertos del UCSF (Centro de Excelencia de Mujeres y Salud Infantil (California), en colaboración con la Universidad de Aga Khan (Pakistán) y el Centro Global de Salud Infantil (Canadá), concluye que los suplementos de zinc son beneficiosos para estimular el sistema inmunológico de los niños desnutridos, reduciendo el riesgo de que puedan sufrir infecciones respiratorias, enfermedades o problemas como la diarrea.
Los expertos explican que los resultados que han obtenido son de gran importancia y deben ser considerados por los responsables políticos de los países más desfavorecidos a fin de poder desarrollar una estrategia más eficaz que contribuya a mejorar la salud mundial. La deficiencia de zinc afecta a un 30% de la población mundial, se estima además que una de cada 58 muertes de niños menores de 5 años está relacionada con la carencia de este mineral. Esta deficiencia es más significativa en países africanos, latinoamericanos y asiáticos, pero especialmente en los países más desfavorecidos.
El zinc es un elemento químico esencial para los seres humanos y al no poderlo sintetizar, se debe recibir a través de la dieta. Interviene en el metabolismo de ácidos nucleicos y proteínas, en la cicatrización de las heridas, en el buen funcionamiento del sistema inmunológico, contribuye en la percepción del gusto y el olfato y está implicado en diversos procesos del organismo, lo que muestra la importancia de este mineral. Una deficiencia de zinc causa retraso en el desarrollo, puede provocar la pérdida del cabello, lesiones de piel y ojos, pérdida de peso y del apetito, problemas con la cicatrización y debilitamiento del sistema inmunitario, lo que incrementa el riesgo de sufrir diferentes enfermedades.
Según UNICEF y la OMS (Organización Mundial de la Salud), usar suplementos de zinc combinados con sales de rehidratación oral podría prevenir hasta el 88% de los 1’5 millones de niños que mueren cada año a causa de la diarrea. Los beneficios del zinc están sobradamente constatados en niños desnutridos, en la investigación, se revisaron 80 ensayos que incluían 205.401 niños con edades comprendidas entre los 6 meses y los 12 años, niños que mayoritariamente eran de países con pocos recursos. La revisión no dio lugar a dudas, los niños que tomaron el suplemento tenían muchas menos probabilidades de sufrir diarrea.
Claro, que los expertos apuntan que estos suplementos de zinc deberían administrarse de forma temporal y en ningún caso pueden sustituir a lo que ofrece una dieta equilibrada y variada. Pero en países donde la deficiencia de zinc es común, habría que pensar en suministrar este mineral para reducir y prevenir las enfermedades y la mortalidad infantil. Los expertos explican que el efecto secundario de los suplementos de zinc es el aumento de los vómitos, pero consideran que en general, los beneficios a superan estos posibles efectos secundarios.
Podéis conocer más detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica The Cochrane Library.
Vía | Medscape
Foto | Pepe Pont
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