Revista Medio Ambiente

Survival Internacional lamenta y critica la concesión de un premio a una polémica empresa ecoturística

Por Ne0bi0 @buenosviajeros

Las certificaciones de responsabilidad o sostenibilidad, en el ámbito turístico, suelen formar parte de las políticas de márketing de las empresas. Obtener una de estas certificaciones les permite desviar las críticas hacia los impactos de su actividad en ecosistemas, economías y sociedades locales. Un ejemplo de ello es el premio “Salvadores del Mundo”, y que acaba de recibir la empresa Wilderness Safari.

Survival International lleva años defendiendo los derechos de la población bosquimana de Botsuana, y ello les ha llevado a denunciar las prácticas de Wilderness Safari que agreden su ecosistema y modo de vida.

Igualmente, Survival International lleva años reclamando al estado de Botsuana respeto a los derechos de los bosquimanos, y pide la colaboración de la ciudadanía escribiendo un mensaje al presidente de este país a través de su web

A continuación reproducimos una serie de notas de prensa de Survival International que explican con detalle las políticas de esta empresa y su incredulidad ante la mención que se le acaba de otorgar.

16 septiembre de 2010

La polémica empresa turística Wilderness Safaris ha sido galardonada con el premio “Salvadores del Mundo”, pese a haber construido un alojamiento de lujo para turistas con piscina en la tierra de los bosquimanos del Kalahari, que atraviesan serias dificultades para conseguir agua.

Wilderness Safaris abrió el Kalahari Plains Camp dentro de la Reserva de Caza del Kalahari Central en 2009, sin haber consultado antes a los bosquimanos, en cuyas tierras ancestrales se asienta el alojamiento. Éste cuenta con bar y piscina para los turistas, mientras que a los bosquimanos de la reserva se les prohíbe acceder a un pozo del que dependen para obtener agua.

En respuesta a las acusaciones de Survival, Wilderness Safaris dice que no puede dar agua a los bosquimanos en la reserva, alegando que “no es una proveedora de agua y que su modelo de negocio no es lo suficientemente robusto como para soportar esa responsabilidad”. Sin embargo, recientemente construyó molinos de viento en una concesión de Zimbabue para extraer agua para animales salvajes, y añadió: “Es gratificante verlos saciar su sed en el agua nueva”.

El Gobierno de Botsuana ha prohibido a los bosquimanos acceder a un pozo que el mismo Gobierno selló y tapó cuando los expulsó de la reserva en el año 2002.

Con el apoyo de Survival, los bosquimanos obtuvieron una sentencia favorable del Tribunal Supremo que establecía que tienen el derecho a vivir en la reserva. Sin embargo, el Gobierno se niega a permitir que rehabiliten el pozo, obligándolos a hacer arduos viajes para traer agua desde fuera de la reserva.
Tanto el sobrino del presidente de Botsuana como su abogado personal forman parte de la Junta Directiva de Wilderness Safaris.

Wilderness Safaris ganó el premio de salud y será homenajeada en el Congreso Traveler World Savers de Condé Nast que se celebra en Singapur en octubre.

El director de Survival International, Stephen Corry, declaró hoy: “No se debería permitir que las empresas turísticas puedan ignorar los derechos de los pueblos indígenas, en cuyas tierras instalan sus hoteles y alojamientos. No vale con decir que es competencia del Gobierno y que no tiene nada que ver con la empresa: ésos son los argumentos que se han usado desde hace décadas para justificar la usurpación de las tierras de los pueblos indígenas. No debería haber turismo en lugares como la reserva de los bosquimanos en Botsuana mientras los propios bosquimanos son expulsados”.

Wilderness Safaris es una empresa de turismo que posee alojamientos diseminados por todo el sur de África. Mientras que el Gobierno de Botsuana niega el acceso al agua a los bosquimanos, Wilderness Safaris ha abierto un complejo turístico en sus tierras con bar y piscina.

Esto es lo que dice Wilderness Safaris dice:

“Nuestros viajes cambian la vida de la gente”

Wilderness Safaris afirma que sus viajes “cambian la vida de la gente”. Este es sin duda el caso de su Kalahari Plains Camp (Campamento en las llanuras del Kalahari): construido sin consultar a los bosquimanos en cuyas tierras ancestrales se sitúan las instalaciones.

Wilderness Safaris inauguró el campamento tras firmar un alquiler con el Gobierno, que espera desarrollar el turismo en la reserva. Sin embargo, el alquiler no reconoce los derechos de los bosquimanos a utilizar y ocupar sus tierras ancestrales, como establece el fallo de 2006 del Tribunal Supremo.

“Varios grupos bosquimanos han prosperado en esta zona durante siglos”

Wilderness Safaris ha situado el campamento en las llanuras del Kalahari dentro del territorio tradicional del grupo de los bosquimanos gana llamados los kgei.

Los límites del territorio se acordaron en 2001, en una reunión mantenida entre la organización bosquimana First People of the Kalahari (Primeros Pueblos del Kalahari) y el Departamento del Gobierno para la Naturaleza y los Parques Nacionales.

Cuando el Tribunal Supremo falló que los bosquimanos tienen el derecho legal y constitucional a ocupar sus tierras tradicionales, quería decir que tienen el derecho a utilizar y ocupar sus tierras, incluidas en las que se sitúa el campamento, así como la zona circundante utilizada para las rutas de observación de la fauna.

“El agua es el bien más preciado en el desierto”

Wilderness Safaris sabe que “el agua es el bien más apreciado en el desierto”. También sabe que los bosquimanos pasan dificultades sin tener acceso al agua, hecho recientemente subrayado por el relator especial de Naciones Unidas para los pueblos indígenas, quien declaró que en la reserva los bosquimanos “hacen frente a condiciones muy duras y peligrosas debido a la falta de acceso al agua”. Sin embargo, esto no les ha impedido abrir una piscina en el Campamento.

“Queremos involucrar a la gente [bosquimanos] de la zona e integrarla en la potencial y mutuamente beneficiosa industria del turismo”

A pesar de haber abierto el campamento sin consultarlos, Wilderness Safaris alega que sí implica a los bosquimanos. Sin embargo, no hay nada “mutuamente beneficioso” en el Campamento en las Llanuras del Kalahari, que permite a sus huéspedes tomar cócteles en la orilla de la piscina, mientras los bosquimanos luchan para encontrar suficiente agua para sobrevivir en sus tierras y se les prohibe usar el agua de sus pozos.

“Un paseo por la naturaleza con estos sabios bosquimanos… ¡No solo hará más intenso tu safari, sino que puede cambiar tu visión de la vida!”

Wilderness Safaris utiliza a los bosquimanos para promocionar su campamento, ofreciendo a sus huéspedes una “ruta interpretada bosquimana”. A los huéspedes del campamento quizá les interese saber que mientras sus paseos les permiten “conocer la cultura única de esta fascinante gente”, los bosquimanos se ven obligados a caminar hasta casi 500 kilómetros para conseguir agua.

El Gobierno de Botsuana ha impedido a los bosquimanos de la Reserva de Caza del Kalahari Central acceder a un pozo del que dependen para conseguir agua. Sin él, tienen dificultades para sobrevivir en sus tierras.

En 2002, los bosquimanos llevaron a juicio al Gobierno. Querían que el tribunal declarase que su expulsión era ilegal. Debido a discusiones sobre el procedimiento, las vistas orales no comenzaron hasta 2004.

A pesar de que los bosquimanos son los ciudadanos más pobres de Botsuana, el caso se convirtió en el más largo y caro de la historia del país.

Inicialmente se personaron como acusación 239 adultos bosquimanos, y otros 135 adultos pidieron que se les añadiese. Junto con sus hijos, representaban en torno a 1.000 personas. De los 239 bosquimanos originales, el 12% murió esperando justicia.

Mientras el juicio proseguía, muchos bosquimanos intentaron regresar a su hogar en la reserva. El Gobierno expulsó de nuevo a casi todos, a algunos de ellos por tercera vez. Durante el juicio, el Gobierno eliminó de la Constitución la cláusula clave que protegía sus derechos.

Gracias a la generosidad de sus socios/as y simpatizantes, Survival ayudó a los bosquimanos a llevar su caso ante los tribunales.

El 13 de diciembre de 2006 los bosquimanos obtuvieron una victoria histórica. Los jueces dictaminaron que la expulsión era “ilegal e inconstitucional”, y que tenían derecho a vivir dentro de la reserva, en su tierra ancestral.

El tribunal también declaró que los bosquimanos tenían derecho a cazar y a recolectar en la reserva, y que no tendrían que solicitar permisos para entrar en ella.

A pesar de que el Gobierno anunció rápidamente que no apelaría la sentencia, desde entonces ha hecho todo lo posible para entorpecerla.


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