Aunque ya lleva varios libros a sus espaldas, la primera vez que leí algo de esta autora fue un relato corto en la antología
La mirada del amor, y precisamente, uno de los que más me gustó. Hasta que buscando información sobre sus obras no vi que había tenido una aportación en el mismo, no recordaba que ya había tenido una muestra de su estilo.Por cierto, este libro tiene una continuación llamada Una Navidad en Manhattan. Dada la sinopsis que he leído de éste, voy a pasar de él. Creo que va a tener mucho de lo malo que le he visto a éste y poco de lo bueno, así que en principio prefiero quedarme con el buen gusto de esta historia.Argumento
Susana Mercer estaba convencida de que ni existía en el mundo un amor para ella ni lograría cumplir ninguno de sus sueños, pero ahora está asomada al balcón de una suite del Queen Mary 2, con el pelo hecho un estropajo y una infinita sensación de libertad, rumbo a Nueva York donde la esperan un trabajo estupendo y dos hombres que la aman.Todo ha sucedido tan deprisa, que apenas ha tenido tiempo a asimilarlo. Menos mal que ahora tiene siete días de travesía por delante para alejarse de Europa, de lo que ha sido su vida hasta ese momento, poco a poco y sola, mientras repasa los dos últimos años de su vida: su consolidada historia de amor con Pablo, su incipiente y mágica historia de amor con Maksim, el descubrimiento de un secreto familiar, la azarosa vida sentimental de sus amigos, las tribulaciones en su trabajo…
Un viaje exclusivo en compañía de camareros de escándalo, una condesa bígama, un profesor cleptómano, un hado padrino enamorado, una estricta guardiana de la tradición Cunard, jóvenes millonarios más del espíritu de Porto Alegre que de Davos, un conferenciante con tendencia al pánico… Pero sobre todo una aventura en la que Susana descubrirá quién es realmente y quién la ama.
Reseña
Para que os situéis, tenemos a una protagonista que, durante el tiempo en que va en el trasatlántico, divaga sobre sus dos relaciones. La autora ha elegido una narrativa en que ésta, según va escribiendo en su portátil a modo de diario, salta del presente al pasado en que nos relata, por orden cronológico, desde que inició su relación con Pablo hasta que está a punto de coger el barco. Entre medias de ese relato va intercalando lo que hace en el barco y a quién conoce. La idea de que las personas con las que trata, en su mayoría de edad madura, le cuenten cosas de sus respectivas vidas que ella interiorice para sacar lecciones, es quizás lo más interesante de este formato que quizás podría haber aprovechado todavía más.
La gran pega que tiene la novela es que cabalga entre la romántica estándar, se podría decir, y el chick-lit, con todo lo que ese subgénero conlleva. Ha sido desesperante tener una descripción de cada modelito que se ponía la protagonista o cualquier persona con la que se cruzaba. DESESPERANTE. Además, no sólo descripciones generales sino un listado de marcas de ropa, zapatos, bolsos, perfumes... Por poner un ejemplo, a Susana le regalan "un exclusivo bolso Chanel 2.55" y se emocionó tanto que juro que tuve que buscar cómo era el modelo para ver qué generaba tanto escándalo. Una vez visto, me quedé igual. Soy totalmente anti-pijadas y, aunque la trama del libro me ha gustado, con esto ha conseguido que le baje la nota porque me agotaba. Temía los cambios de escena y de días porque cada uno implicaba nuevas descripciones. Agotador.
Otro punto negativo, aunque más llevadero si conseguimos aceptarlo, es lo irreal de muchos sucesos. De nuevo, con lo interesante que era la trama, rechinan cosas que parecen sacadas de un cuento de hadas, como el origen de profecía auto-cumplida del amor de Maksim, o un lío de espías para una trama muy secundaria, que más cogido con pinzas no puede estar.
Pero vayamos ya a lo positivo. La novela es una reflexión constante sobre el amor, no sólo de la protagonista sino de sus amistades y las personas con las que se relaciona en el barco. Además, ha sido muy original e interesante tener una protagonista que se confiesa bígama, algo que abriría un nuevo abanico de posibilidades en el género de la romántica. Las dudas, la mala conciencia por sentir lo que siente por dos hombres, el aceptarlo... Es valiente tratar el tema y no deja de ser rompedor. La romántica se caracteriza por un amor único que al final, ocurra lo que ocurra en medio (guerras, maldiciones, enfermedades...), saldrá triunfante de los problemas. Muy pocas excepciones me he encontrado. Sólo caigo en casos que ni siquiera valdrían porque hay viudedad por medio y el tema va más sobre volver a amar después de haber perdido un gran amor. Más aún, en el resto de casos en que no existe la muerte de un amor previo, la mayoría de protagonistas femeninas, antes de que aparezca su pareja en el libro, o no han amado, o han tenido malas experiencias o han sido simplemente olvidables. Introducir un doble romance, ambos muy pasionales e intensos de primeras, era algo diferente que se agradece. Como mínimo, aporta originalidad. Como máximo abre el debate de las relaciones abiertas.
Dado lo rompedor de este tema, hablar del desarrollo y el final me parece importante y lo necesito, por lo que van unos párrafos de SPOILERS.
Digamos que el desarrollo y el mismo desenlace me tienen el corazón partido en dos. Por un lado, lo que me ha disgustado es que, al final, con todo lo que rompía tener una protagonista bígama, acabe tirando hacia lo más previsible: quedarse con uno de los dos. Es como que se ha atrevido a dar un paso pero no ha llegado a la meta.
Por otro lado, para que esto fuese justificado ante tradicionalistas o rompedores, la autora va pintando a uno de ellos cada vez peor y al otro cada vez mejor, pero precisamente aquí está por lo que el desenlace me parece adecuado: al final no es tanto que Susana elije a uno u otro, sino que se elije a sí misma: con quién se siente más feliz y plena, quién la comprende, frente a quien sólo le da migajas de amor, la minusvalora y hasta se aprovecha de su trabajo.
Mi duda es ¿y si no hubiese habido un "otro"? ¿Tenía que haberlo para que Susana abriese los ojos? No deja de ser algo triste. Y tenía opciones para que no hiciese falta. Quiero decir, ella acepta la limosna amorosa de uno porque carga cierto trauma de falta de cariño familiar, así que está acostumbrada a aceptar, perdonar y conformarse con poco. Por ahí es perfectamente comprensible y la personalidad de Susana queda muy bien definida. Con solucionar el asunto familiar como la propia autora hace durante el libro, ya había espacio para que ella solita le diese la patada al impresentable. Tiene que venir un caballero de brillante armadura a rescatar a la damisela de un amor ilusorio. Al final no deja de ser eso lo que ocurre y a estas alturas de la historia, ya cansa.
Fin de spoilers.
Es cierto que cuando he empezado a teclear tenía una sensación más positiva de aquella con la que acabo. Pararse a analizar a veces produce esto. He disfrutado de la novela, no lo voy a negar: tiene pasajes divertidos, otros tiernos y un planteamiento original. Por no hablar de la variedad y lo bien definidos que están casi todos los personajes (detalle curioso: hay apéndices al final para saber más de algunos o de la propia protagonista). Para ser chick-lit es bastante más profunda y toca temas más delicados de los que yo tengo entendido que se dan en este subgénero tan conocido por su superficialidad. Además, una novela que hace reflexionar tanto, pues todavía le estoy dando vueltas, ya indica que tiene bastante que contar.