Revista 100% Verde

Suspenso en eficiencia energética

Por Igse @IGSEcertifica

suspenso en eficiencia energetica

Desde que entró en vigor la normativa sobre eficiencia energética el pasado uno de junio, se calcula que se han revisado alrededor de cien mil viviendas en nuestro país. La comunidad autónoma donde más certificaciones energéticas se han entregado es Cataluña, a la que pertenecen casi la mitad de las etiquetas de eficiencia energética del conjunto del territorio. Le sigue de cerca Madrid, con más de treinta y cuatro mil. Las grandes capitales y las localidades de costa son los lugares en los que más inmuebles se han certificado, lo que explica que la tercera en la lista sea Baleares.

Valoración sobre la eficiencia energética

Sin embargo, los resultados no han sido todo lo satisfactorios que cabría esperar. La burbuja inmobiliaria que se ha vivido en nuestro país en los últimos años ha hecho que el parque de viviendas sea bastante nuevo si lo comparamos con otros países europeos, por lo que cabría pensar que los edificios estaban más adaptados a la necesidad creciente de reducir el consumo y la contaminación. Sin embargo, posiblemente la misma burbuja también está detrás del hecho de que los inmuebles que se han construido no tuviesen en cuenta cuestiones como la eficiencia energética o la contaminación. Se trataba de construir mucho, pero no siempre de construir bien. Por ello, una vez hecho un número importante de revisiones, el resultado ha sido bastante negativo. Solo un 0,6% de las viviendas han obtenido las calificaciones más altas de la lista, que se corresponden con las letras A y B. La mayoría, un 54%, ha obtenido una calificación E, que se sitúa a mitad de la tabla. Es decir, la mayor parte de las viviendas de nuestro país no tienen una gran eficiencia energética, lo que implica un importante derroche en términos agregados.

Estos resultados negativos se traducen en la necesidad de que el 95% del parque de edificios de nuestro país realice obras de mejora de la eficiencia energética, como anunció el presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva, en un encuentro con la prensa realizado hace unas semanas. El lado positivo es que es una buena oportunidad para crear empleo, ya que la normativa europea que obligó a adoptar esta medida también contempla la creación de ayudas para obras de mejora de la eficiencia. En concreto, nuestro país podría captar más de 4.000 millones de euros en ayudas hasta el año 2020, lo que podría suponer un importante empujón para un sector tan maltratado por las crisis como es el de la construcción.

Aunque las encuestas que se manejan actualmente señalan que los propietarios no parecen muy dispuestos a hacer obras de mejora en sus viviendas para aumentar la calificación energética, es probable que esto cambie si existen ayudas para ello. Los expertos calculan que entre una casa calificada con una A y otra con una G puede haber una diferencia de consumo de un 80%, así que es algo a tener en cuenta a la hora de elegir una casa para compra o alquiler. En la actualidad todavía no hay una gran cultura de ahorro energético, por lo que los arrendatarios o los compradores suelen valorar más aspectos como el precio, la ubicación o las características de la vivienda a la hora de elegir. Sin embargo, el precio cada vez más elevado de la energía y la creciente sensibilización con el medio ambiente está haciendo que los posibles compradores se interesen cada vez más por la calificación energética del inmueble. En un futuro cercano, que la calificación sea elevada puede ser determinante a la hora de vender o alquilar nuestra vivienda, sobre todo si el resto del parqué inmobiliario ha efectuado obras de mejora con las ayudas previstas por la Unión Europea. Además, en un mercado tan competitivo actualmente como es el inmobiliario, donde resulta muy complicado vender o alquilar nuestra vivienda, la mejora de la eficiencia energética puede convertirse en un aspecto clave. Las facilidades para hacer obras de rehabilitación no solo van a reducir la contaminación y los costes de la energía, sino que también van a reactivar el mercado. La construcción volverá a generar empleo y se venderás y alquilarán más viviendas, por lo que puede ser una buena oportunidad.


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