Esta vez quiero centrarme en una que no es muy conocida, las más conocidas del Studio Ghibli son La Princesa Mononoke y El viaje de Chihiro, pero esas no las tocare aún. La película de la quiero hablar se llama Susurros del Corazón, echa en 1995, siendo la séptima película creada del Studio.
Curiosamente ninguna película de Ghibli ha tenido continuación, pero esta en particular guarda una unión con otra llamada Haru en el Reino de los gatos, unión de la que hablare más adelante.Susurros del Corazón cuenta la historia de Shizuku, una adolescente que es aficionada a la lectura, su padre trabaja en la biblioteca municipal por lo que en parte se entiende porque ella le encanta leer. y su madre esta estudiando mientras su hermana mayor y ella tienen que ocuparse de las tareas del hogar casi siempre. A Shizuku ademas de la lectura le gusta traducir canciones extranjeras, la que en particular toma protagonismo en esta película es Country Road (canción perteneciente de John Denver, y cantada por otras artistas famosas como Olivia Newton - John). Todo esto se inicia en verano, la protagonista se pone una meta que es la de leer una serie de libros (más de 20 creo recordar), pero resulta que en las fichas de los libros que coge de la biblioteca hay un mismo nombre: Seiji Amasawa, esto hace que Shizuku se ponga colérica e intente averiguar por todos los medios quien es el susodicho chico que por alguna razón extraña se ha leído todos los libros antes que ella.
Un día, cuando se dirigía a la biblioteca para llevarle la comida a su padre, en el tren se encuentra con un extraño gato que se baja en la misma parada que ella, por lo que la protagonista decide seguirlo y va a parar a una zona apartada de la ciudad en la que nunca había estado. Queda fascinada al conocer una tienda donde reparan y venden objetos antiguos, y casualmente se enamora de un objeto muy particular, la figura de un gato llamado "El Barón". Dicha figura toma tal importancia a lo largo de la historia que Shizuku se pone una meta que la llevara a plantearse que es lo que quiere hacer con su vida, dado que no tiene ni idea y no cree que pueda servir para algo pues no encuentra la inspiración para ello, pero tras conocer por fin al misterioso Seiji descubre que tiene algo por lo que luchar, dado que este chico tiene una meta muy clara, ser aprendiz de Luthier (lograr ser un buen fabricante de violines) lo que conlleva que tenga que irse un tiempo de Japón. Shizuku al conocer este suceso decide crear una historia que tome de protagonista al Barón (historia que según relata la película de Haru en el reino de los gatos), para poder estar a la altura y demostrar que ella también puede ser buena en algo.
Algo que me gusta mucho de cada película Ghibli es que aprendes algo nuevo, no es como las películas de Disney que solo se centran en cuentos y en moralejas populares, que a diferencia de Pixar son las que más se parecen a Ghibli. Por una razón muy concreta me centro en esta película, y es en lo siguiente: la historia en general trata un tema muy concreto y es el de buscar nuestro propio sentido a la vida, ¿por qué y para qué hago esto? ¿para qué puedo valer en la vida? Digamos que la película nos ayuda a entender y darle respuesta a estas preguntas.
Hay una escena en particular que lo explica tan bien que parece calcada de la vida real, y ciertamente es porque es así, todos somos diamantes en bruto, solo tenemos que pulirnos. No hay cuentos ni magia en esta historia, es la vida misma de una adolescente que no le encuentra sentido a su vida y gracias a una serie de sucesos logra darle un significado y tener una meta más visible. Su imaginación es la puerta que la ayuda en esta historia, y el Barón su mentor.
Sinceramente es una película que recomiendo mucho ver, me resulto entretenida y es de esas joyitas de Ghibli que no son muy conocidas pero que merecen ser vistas al menos una vez en la vida.