Swab

DEL 26 AL 29 DE MAYO

Por un lado me alegra y por el otro me sigue sorprendiendo que Barcelona, una ciudad tan comprometida con el arte contemporáneo, no tenga más eventos como el Swab. Si se la compara con Madrid, donde, aparte de la cantidad, también predomina la veteranía, puede decirse que la ciudad Condal aún está en pañales. La parte buena, o al menos, la que me interesa, es que, pese a su corta edad (nació hace 5 años), la organización del Swab se ha remangado la camisa para ofrecernos un evento vistoso, muy en el estilo de las ferias que, habitualmente, alberga la Fira de Barcelona.

Y aunque no tenga la reputación de un ARCO, la actitud y las cifras acompañan, tanto que, para la presente edición, se han permitido un recinto más amplio y, por lo tanto, la presencia de más galerías nacionales e internacionales. Cincuenta, para ser más exactos, un abanico de propuestas que, según estimaciones de la organización, podrían convocar a 20.000 personas durante los 4 días del evento, una cifra quizá ambiciosa pero factible si analizamos los resultados del año pasado. También es cierto que, económicamente, 2011 no se parece en nada a 2010, un año que tampoco fue sencillo para el mercado; pero a diferentes reglas, diferentes medidas, y, aparte del premio Swab (donde la obra del ganador será adquirida por la colección Diezy7), la feria se ha propuesto satisfacer al público con secciones muy concretas (aunque no muy innovadoras) como el SwabKids y un programa alternativo del que destacaría los seminarios y coloquios del CCCB. Para algunos puede saber a poco, pero siempre será mejor que tener una sección paralela que te roba protagonismo o que se expande sin un rumbo concreto.

Y aunque no sea un tema que afecte directamente al gran público (o sí, si tenemos en cuenta que las ferias sobreviven gracias a los negocios que se abren y cierran en ellas), vale la pena destacar el programa para coleccionistas, que recorrerá alguna de las fundaciones y colecciones privadas más importantes de Barcelona y que, a diferencia de otros eventos similares, se ha alejado del alarmismo y la necesidad de “educar al nuevo coleccionista” que tanto se ha repetido desde comienzo de año.

En cualquier caso, el Swab ya está aquí, lo bastante consolidado para considerarse la feria de arte contemporáneo más importante en tierras catalanas. Algo que no se consigue todos los días.