Hay viajes que a uno lo marcan para siempre y este viaje a Australia lo hizo en mí. No sé si fue gracias a que coincidió mi fecha de viaje con una fecha festiva en el país (Australia day) o si realmente Australia es especial. Creo que fue un poco y un poco.
Lo bueno es que tendré que viajar de nuevo si quiero comprobarlo (una excusa perfecta para volver). El país es hermoso de norte a sur, pero la ciudad que más me sorprendió y llamó mi atención fue Sydney.
La imágen típica: la Ópera de Sydney
Cuando uno habla de Sydney muchos creen equivocados que es la capital del país, pero a pesar de tener todas las características de una gran capital, no lo es. La capital de Australia es Canberra, pero Sydney podría serlo tranquilamente. Visité la ciudad hace 5 años y la recuerdo como si hubiese viajado hace pocos días. La Ópera, el puente de Harbour, el barrio “The Rocks”, son todas imágenes que todavía mantengo en la memoria.
Lo que recuerdo claramente es que la vida de la ciudad transcurre en el agua: los ferrys que cruzan de un lugar a otro, los ingresos del mar en las bahías, las playas cercanas, todo pasa con vistas al mar. De hecho, creo que es difícil encontrar alguna foto en donde no se vea el mar en ella.
Sydney logró algo en mí que no muchas ciudades logran: que me guste visitar una metrópolis. Hacer que una ciudad me guste no es algo sencillo, siempre prefiero los destinos de pueblos chicos, tranquilos, con naturaleza y actividades al aire libre. Debe ser que al viajar fuera de Buenos Aires, prefiero algo totalmente diferente, pero en este caso, no me importó.
La ciudad de Sydney vista desde la Ópera
Darling Harbour, un lugar de restaurantes, comercios y entretenimientos
Otra de Darling Harbour
El monorail es una gran opción para recorrer la ciudad
El monorail cruzando Darling Harbour
El acceso al Barrio Chino, como en todas las ciudades, existe
El shopping Queen Victoria
Como les contaba, me tocó estar presente en el festejo del “Australia Day”, que se celebra cada año el 26 de Enero. Es el día nacional oficial de Australia y está marcado por festejos y celebraciones durante varios días. Quizá por ello la ciudad estaba preparada y ordenada para sorprenderme. La gente en las calles festejando, juntados tras el horario laboral en bares y restaurantes, clima festivo por todos lados y en el fin de semana, bandas de música brindando shows en las calles de la ciudad. Todo dispuesto para que Sydney me deje con la boca abierta. Todos estos festejos me hicieron pensar de por qué en Argentina no festejamos así el día de nuestra independencia. Los australianos sí que festejan en grande.
La gente se reúne en bares para festejar con la Ópera de fondo
Bandas de música brindan shows en las calles
La gente en el ingreso al barrio "The Rocks"
Los principales festejos se desarrollan en el barrio “The Rocks”, el más antiguo de Sydney. Un barrio de calles empedradas que todavía mantiene el estilo colonial que tenía en aquel momento cuando llegó la flota que traía a los prisioneros del gobierno inglés y que dieron comienzo a la historia de Australia. Sin dudas, el barrio “The Rocks” es un punto turístico que todos tienen que visitar.
Y si tengo que seguir mencionando los puntos turísticos de la ciudad, obviamente que no puedo pasar por alto a la Ópera de Sydney y al Puente de la Bahía, principales símbolos de la ciudad y presentes en todas las postales. Una actividad que se realiza en el puente es una caminata por arriba de él (BridgeClimb) en donde se obtiene una vista aérea de la ciudad. Lamentablemente, lo de la caminata es algo que no pude realizar y seguramente quedará como algo de lo que alguna vez me propongo hacer.
La Ópera y el Puente de la Bahía en una vista poco común
La Ópera de Sydney vista desde el agua
Ahora desde otro sector
Harbour Bridge
Lo que sí pude hacer es una visita guiada en la Ópera de Sydney y la verdad es que uno se sorprende con lo imponente que es este complejo que presenta múltiples salas de teatro y salones para presentaciones. La deuda pendiente en este caso será poder presenciar una ópera o una obra de teatro en ella. Si alguno tiene la posibilidad, no deje pasar la oportunidad y compre una entrada para la obra que esté en cartelera durante su estadía.
Por último, otro lugar que no pueden dejar de visitar es Bondi Beach, una de las playas más famosas de Australia y a tan sólo 7 kilómetros de Sydney. Para los entendidos (yo no lo soy), la playa es perfecta para el Surf.
Bondi Beach, perfecta para el Surf
Otra vista hermosa de Bondi Beach
En mi viaje a Australia también conocí la ciudad de Melbourne al Sur, Cairns al Norte y hasta incluyó conocer la Gran Barrera de Coral. Sin embargo, el recuerdo más grato de mi viaje fue de la ciudad de Sydney. Mi viaje fue hace 5 años y todavía la recuerdo a la perfección: tan limpia, tan ordenada, tan festiva, tan atractiva. No será fácil olvidarme de Sydney. Por eso, no tengo dudas de que este viaje me marcó para siempre y que algún día volveré.
La ciudad de Sydney vista desde el Zoológico de Taronga
Una última vista de la ciudad