Revista Opinión

Syriza y Grecia

Publicado el 25 junio 2015 por Liberal

Cuando ya parecía que se iba a cumplir el sueño de todo liberal que defiende la unidad e igualdad de los pueblos, esto es, la ruptura de Grecia con la Unión Europea, el gobierno de Syriza presentó un nuevo borrador que cedía bastante y hacía concesiones sustanciales a las exigencias de los banqueros y capitalistas radicales financieros de Europa. Ya no es sólo el hecho de que Syriza ha abandonado los aspectos y puntos sustanciales de su propio programa electoral, sino que incluso cruzaron ya las famosas “líneas rojas” que ellos habían prometido a su electorado desesperado.

NO ha habido ninguna “negociación”. Una negociación la tenemos cuando ambas partes, en igualdad, terminan encontrándose en algún punto medio de acuerdos importantes. Al contrario, Syriza se ha visto golpeado y obligados a aceptar absolutamente o prácticamente todas las exigencias de la “troika”, perdón, no, ahora tenemos que decir “las instituciones”.

Aquí tenéis los “acuerdos” y resumen de las medidas impuestas a Grecia.

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Como podéis ver, muchas de estas medidas corresponden a aumentos del IVA. El IVA, por supuesto, es un impuesto regresivo, que afecta más duramente a los trabajadores.

Unos 1.500 millones adicionales se conseguirían a través de recortes en las pensiones. Estos no son recortes directos en la cantidad que reciben los pensionistas, sino que se plantean como subidas, entre otras, en las contribuciones de los pensionistas a los gastos de sanidad. Habrá también una eliminación gradual de los planes de jubilación anticipada y el aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años para el 2025. Esto rompe otra de las “líneas rojas” que el gobierno se impuso a sí mismo, y se produce después de los recortes en las pensiones de hasta el 48% en los últimos 4 años.

Los otros casi 500 millones serán conseguidos mediante un aumento al impuesto de sociedades próximo año fiscal así como un impuesto a las rentas más altas o para empresas con beneficios que superen los 500.000 euros. Son las únicas medidas fiscales realmente liberales y progresistas en todo el paquete.

Se mantiene el impuesto regresivo del “memorándum” así como las terribles privatizaciones. Precisamente, frenar las privatizaciones y abolir el famoso ENFIA (impuesto regresivo) eran los dos puntos más importantes del programa Salónica con el que Syriza se presentó a las elecciones griegas.

Han pasado cinco meses y ya queda muy poco del “mandato popular” con el que Syriza alcanzó el poder el pasado 25 de enero para acabar con las criminales políticas de austeridad impuestos por la Troika y aceptados por gobiernos anteriores. No creo que sea delictivo ser atrevido y preguntar si merecía la pena esperar todos estos meses para finalmente acabar aceptando las exigencias más fundamentales de la troika.

Ya ni siquiera se habla del informe del Comité de Auditoría popular sobre la Deuda Pública, declarada en el caso de Grecia por la presidenta del Parlamento como odiosa, ilegítima e ilegal.

Grecia no solo NO tiene capacidad de pagar esa deuda con los bancos alemanes, sino que NO DEBE pagarla porque viola los derechos humanos más fundamentales de los habitantes de Grecia.

Incluso a pesar de todas las concesiones que la troika ha extraído del gobierno griego con extrema presión y chantaje, el acuerdo no está cerrado. Una nueva reunión del Eurogrupo se ha convocado para hoy miércoles por la noche para pulir los últimos detalles. Todavía es posible que vayan a exigir incluso compromisos más detallados — más bien CONCESIONES – por parte del gobierno griego. Incluso esta pasada mañana, el Vice-canciller alemán Sigmar Gabriel declaró: “Vamos a ver si las propuestas griegas son suficientes. Si no, vamos a tener que seguir hablando”. Es decir, vamos a seguir imponiendo.

Ahora solo cabe preguntarse esto: ¿cómo reaccionará la sociedad griega a esto? Aquellas grandes expectativas han estado disipándose progresivamente en los últimos meses de negociaciones de broma, interminables, de pantomima. Yo dije esto hace muchos años y lo sigo diciendo:

“La historia de nuestro trato con la Unión Europea, la historia de la relación de nuestras patrias una vez soberanas simplemente ahora consiste en nosotros cediendo poderes, para que luego nos aseguren que hay límites a esas concesiones, luego violan esos límites, y regresa la Unión Europea con una nueva lista de exigencias para que le demos más poderes a la Comisión. Ese es el camino hacia una Europa federal dirigida por Alemania y sus bancos. Y NO VAMOS A FRENAR ESO SOLO POR CAMBIAR UNAS PALABRAS EN UN TRATADO. Creo que la gran mayoría de nuestros pueblos NO QUIEREN MÁS EUROPA pero está claro que nuestros amos sí están comprometidos con más Unión Europea”.

Estas palabras, precisamente, las pronuncié en Santiago de Compostela en una conferencia sobre propuestas fiscales liberales.

Ya tenemos informes y notícias sobre grandes manifestaciones convocadas en Grecia. También desde dentro de Syriza hay oposición. Ahora tendrán que elegir entre oponerse a las medidas y ser expulsados del gobierno, o ceder y dar marcha atrás en sus promesas anteriores de VOTAR NO a las políticas suicidas de austeridad.

No hay que negar también lo que han comentado algunos compañeros en lucha sobre este tema. Es cierto que se ha utilizado todo tipo de amenazas, chantajes, mentiras, bloqueo de fondos y tácticas de las más sucias y parecidas al terrorismo financiero con el fin de presionar al gobierno griego a ceder a las exigencias de los oligarcas financieros. Es verdad también que ningún amo de Europa, los dueños del capital, nuestros dueños ilegítimos, están dispuestos a permitir que se cumpla un programa realmente social y democrático en Europa. Sobre su cadáver, dicen.

Desde el principio, yo ya decía que era una idea falsa, surrealista, pensar que la troika iba a respetar la democracia.

Se debe exigir, desde ya, un cambio revolucionario y total de rumbo, y esto, lo siento, sólo puede generarse a través de la movilización masiva de los trabajadores griegos, de los votantes de Syriza y todo el que se oponga a estas medidas de austericidio impuesto.

No es menos cierto que la situación ahora mismo es mucho peor que hace cinco meses. Ahora, los griegos están confundidos, enfadados y en un estado de “shock”, de ira. Ya no hay casi apoyo a Syriza y como ya hemos dicho, la plaza de Syntagma ha vuelto a ser testigo de manifestaciones importantes.

En realidad, la única manera de movilizar efectivamente a los trabajadores griegos, a los pensionistas, los jóvenes, y los desempleados, es ofrecer una alternativa CLARA a las políticas de austeridad. Eso sólo puede hacerse sobre la base de un programa que incluya el repudio inmediato de la deuda, la nacionalización de los bancos y las palancas fundamentales de la economía, la reversión de todas las medidas de austeridad, y un programa de choque de emergencia social en materia de vivienda, sanidad, educación y de otras necesidades básicas –un programa DEMOCRÁTICO Y SOCIAL.

La única manera de romper con la austeridad es romper con la Unión Europea y sus banqueros.

Es verdad que aún así, hay muchos países sin recursos propios que aún con la cancelación de la deuda, seguirían necesitando de inversiones extranjeras. Me viene a la mente Nicaragua, España, Grecia, República Dominicana…¡muchos países! Por eso uno de los principios fundamentales que siempre hemos defendido los liberales-democráticos y progresistas es el concepto de la solidaridad internacional. Hay que seguir elaborando, complementando, con ideas concretas, los principios de un nuevo orden económico, social y democrático en el planeta. Pero conquistar el nuevo orden es antes que nada una cuestión POLÍTICA, no es teórica. Para conquistar el nuevo orden hace falta algo que ahora no tenemos: una unidad absoluta entre los países pobres de Europa, África y América Latina…vulgarmente, en otras palabras, conocidos como una alianza del “tercer mundo”, porque es lo que da la fuerza política para discutir en Naciones Unidas, para discutir en todas partes. Además ese mundo germánico y financiero necesita una sacudida…si no discuten, no hablan, no hay nuevo orden. Yo lo veo claro señores: el instrumento de la sacudida es la deuda, pero una sacudida además grande grande grande, para el establecimiento de ese nuevo orden. Generar la fuerza y la unidad de acción que necesitamos para exigirle a ese mundo financiero “el primer mundo” como dicen, el nuevo orden necesario. Si no generamos esa fuerza no la vamos a conseguir con discursos bonitos. No nos van a hacer caso y se van a reír de nosotros como ya hacen.

Bien, algunos entonces dirán ¿no hay esperanza si no alcanzamos esa unidad? Yo digo SÍ, hay esperanza. Si no se cancela la deuda y no hay un nuevo orden mundial habrán REVOLUCIONES y entonces el nuevo orden vendrá por la VIA REVOLUCIONARIA. ¡Ya!


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