Tacones lejanos (Pedro Almodóvar, 1991. España & Francia): relato femenino con molde de un melodrama más en la larga lista de melodramas almodovarianos, no del gusto de tod@s debido a sus particularísimas incursiones en el género criminal y sus estridencias transgénero. Una historia bien construida y por momentos mejor interpretada, pero esos chirriantes momentos del director manchego (las canciones) desentonan de forma alarmante, jugando en su contra e impidiendo una verdadera perdurabilidad en el tiempo. Con todo, su escena final es uno de los momentos más hermosos de todo el cine de su autor.
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