El Miércoles pasado cuando finalicé con mi horario de clases en horas de la mañana disponía de unas dos horas libres hasta el mediodía y aproveché para ir a conocer un mirador nuevo construído detrás del campus del Instituto Monotoya en la zona de El Laurel al finalizar la Avenida Jauretche de Posadas, llegué al lugar y me encontré con mucha actividad de aves en el único montecito costero que quedó mas o menos intacto sobreviviendo al asfalto.
Los Boyeros se cruzaban volando entre los árboles de ambos lados del camino al igual que las Urracas y algunos Zorzales, como había llevado la Panasonic en el portafolio no intenté fotografiar a estas aves en vuelo debido a las limitaciones de esta cámara y me puse en la tarea de intentar fotografiar a los pijuíes que cantaban en el estrato bajo del monte, en un determinado momento finalizaron los sobrevuelos de las aves que mencioné anteriormente porque un depredador los observaba desde una mayor altura; me subí al auto y lo estacioné bajo la sombra de un árbol del costado de la vereda y gracias a mi escondite tuve la suerte de que el Taguató llegue y se pose en el mismo árbol a pocos metros de distancia, solo tuve que bajar un poco el vidrio del lado del acompañante para obtener estas dos imágenes.