El taichí es un arte marcial con aplicaciones terapéuticas, cuya práctica sirve para lograr un mayor equilibrio físico y psíquico.
La sociedad moderna lleva un ritmo de vida frenético y el abuso del tabaco, el alcohol, las drogas y el uso excesivo e indebido de fármacos ocasionan desequilibrios en nuestro organismo que generan enfermedades. El taichí se practica para lograr equilibrar el organismo.
En su práctica se entremezclan mito, leyenda y realidad. La palabra taichí significa culminación suprema, con ejercicios físicos basados en movimientos circulares cuya finalidad es alcanzar la relajación y la armonía del cuerpo.
El ying y el yang están relacionados con el paso del sol y la luna y con las estaciones. Son dos extremos opuestos que están interconectados y que forman parte de un todo: el bien y el mal, el día y la noche y el amor y el odio. El ying sería la zona oscura o noche y el yang la zona más clara o día.
El chi hace referencia a la energía y todos los elementos naturales estarían estructurados en función de dicha energía y las diferentes combinaciones. El chi celeste se asocia con fenómenos atmosféricos y climatológicos que estarían relacionados con el chi terrestre.
La energía clave o chi es un elemento clave en nuestro bienestar. Si fluye de manera correcta por nuestro cuerpo causará bienestar y si fluye de manera incorrecta enfermamos. Canaliza y localiza de forma adecuada la energía en nuestro organismo.
Cómo y cuándo practicar taichí
Lo ideal es practicarlo a primeras horas de la mañana o en el atardecer. Se debe emplear ropa y calzado holgado de fibras naturales, que suele ser negro para el invierno y blanco para el verano.
El taichí se practica con una serie de 24 ejercicios, pero antes de comenzar debe efectuar media hora de calentamiento.
Los movimientos deben ser muy suaves y deben estar coordinados con la respiración. La mente debe centrarse en los ejercicios y se debe ser consciente de ellos. Se trata de una meditación en movimiento.
Los 24 ejercicios del taichí
- Posición de partida.
- Acariciar y separar las crines del caballo.
- La cigüeña despliega sus alas.
- Acariciar la rodilla.
- Tocando la bi-bá o instrumento de cuerda china.
- El mono retrocede por las ramas.
- Acariciar la cola de un gran pájaro a la izquierda.
- Acariciar la cola de un gran pájaro a la derecha.
- El látigo se mueve.
- Las manos se mueven como las nubes.
- Descubrir el caballo.
- Estirar la pierna derecha.
- Los puños se elevan como montañas.
- Gira hacia la izquierda y extensión de la pierna.
- Independencia izquierda.
- Independencia derecha.
- Abrir la ventana para mirar la luna a la derecha.
- Abrir la ventana para mirar la luna a la izquierda.
- La aguja está en el fondo del mar.
- Energía que fluye de los brazos.
- Coger el martillo.
- Parece que cerramos, pero sin cerrar.
- Las manos en cruz.
- Tocar el mundo y saludo final.
Beneficios para la salud de la práctica del taichí
La práctica del taichí se puede realizar a cualquier edad. Los beneficios que aporta tanto en el plano físico y como en el mental, se pueden clasificar en 2 categorías: el control de la energía y las mejoras físicas.
- Reduce considerablemente los niveles de estrés y ansiedad debido al control que se ejerce sobre la respiración.
- Mejora la flexibilidad y es bastante eficaz para combatir la artritis y los problemas musculares.
- Estimula el sistema cardiovascular con movimientos y ejercicios suaves anaeróbicos.
- Reduce la tensión arterial alta.
- Alivia el dolor crónico.
- Ayuda a dormir mejor.
- Incrementa el bienestar y la armonía general.
- Estimula el buen funcionamiento del sistema inmunológico.