Revista Cocina
Con esta receta vuelvo a mis orígenes. A los platos de sofrito confitado tan característico de la cocina catalana. Al laurel, el ajo, y el aceite de oliva arbequina. Para terminar con un toque personal de peperoncino como homenaje a Italia, ese país al que adoro y en el que nacieron algunos de mis antepasados. Un plato para repetir siempre...
Imprescindible que los mejillones sean muy frescos y el caldo de pescado sustancioso. Una buena pasta algo gruesa para que la salsa se adhiera a ella y mucho mimo en su elaboración harán de este sencillo plato un manjar...
Ingredientes para 4 comensales
1 1/2 de mejillones500 g de tallarines de trigo duro1 cebolla mediana3 dientes de ajo400 g de tomate muy maduro250 ml Caldo de pescado (yo he usado el de Aldi)LaurelPimienta en granoUn toque de peperoncino picado2 cucharaditas de espesante alimenticioAceite de aliva arbequinaSal
Pedid al pescatero que os elija los mejillones que tengan más peso.
En casa, lavar y raspar las valvas. Aclarar con agua limpia. Desechar los que estén rotos o abiertos.
Verter 150 ml de caldo de pescado en una olla grande. Introducir los mejillones, tapad, y poned a hervir a fuego fuerte. Después del primer hervor hay que remover y volver a tapar hasta que el caldo hierba de nuevo. Comprobar que todos los mejillones se hayan abierto. Apagad el fuego y reservar.
Cortar la cebolla en brunoise y picad los ajos.
Sofreír en aceite de oliva hasta que empiece a tomar color.
Añadir el tomate picado muy pequeño. Condimentar con sal, cinco o seis bolitas de pimienta en grano, y dos hojas de laurel. Sofreír a fuego muy lento hasta que pierda humedad y tenga textura de mermelada espesa.
Escurrir los mejillones y reservar el caldo.
Verter el caldo resultante en el sofrito. Al principio no echéis todo, solo el necesario para que el sofrito se diluya. Si veis que la salsa queda algo corta utilizar todo el líquido. Calentar la salsa de nuevo y engordarla ligeramente con el espesante. Condimentar con el peperone y rectificar de sal si fuera necesario. Hervir dos o tres minutos a fuego muy lento.
Introducir los mejillones en la salsa y calentar. No es necesario que hierva de nuevo.
Hervir los tallarines, a última hora, el tiempo que os indique el fabricante. Escurrir e introducirlos en la salsa caliente. Servir inmediatamente.
Otro plato fantástico para el verano
¡Qué aproveche!