Revista Talentos

También bebo una gotica

Por Sergiodelmolino

En el arranque de Amanece, que no es poco, los estudiantes americanos encabezados por Gabino Diego que se preparan para ser futuros líderes que ejerzan el poder omnímodo le preguntan a un labrador si creen que el sacerdote les dejará asistir a la santa misa. Y el hombre les responde:

Qué lástima, yo no puedo contestarles. Yo soy un hombre muy primario. Estoy sujeto terriblemente a las pasiones. No pienso casi. Cualquier cosa que les dijese sería una tontería. Yo lo que más hago es… (gesto de fornicio con brazos y pelvis). Siempre con putas, eso sí. Y también bebo una gotica.

Así se han debido de representar las autoridades chilenas a los 33 mineros atrapados. Seres primarios terriblemente sujetos a las pasiones. Gente que -fíjese qué escándalo, señora Romualda- también bebe una gotica.

No se contentan con salvar sus vidas. Ya puestos, han pensado que sería muy conveniente salvar también sus almas.

Pidieron tabaco. Y les dijeron que no, que no se atendían vicios. Y les mandaron unas biblias pequeñitas para que se consolasen.

Después les dijeron que les mandarían unas películas para que se entretuvieran, pero que primero tenían que supervisar su contenido para verificar que fuera apto para espíritus tan simples e impresionables. Y todavía no les han dado un puto DVD, a la espera de lo que diga el señor cura.

Pero lo pero lo cuenta hoy Francisco Peregil en El País. ¿No sabe usted la última? Pues resulta que esos degenerados, esos renegados del Santísimo, esos ganapanes infectos, ¡han pedido vino! Nosotros, venga a ofrecerles cosas castas y puras, y ellos, venga a pedir vicio.

Piden alcohol, los muy ateos.

Pues sólo faltaría, que convirtieran aquello en una taberna.

Por supuesto, la autoridad competente se ha negado de plano. El ministro de Salud ha declarado, a propósito de los problemas de alcoholismo de algunos (que vaya tela: uno pide una copa y le llaman alcohólico): “A veces no es conveniente que una persona corte de golpe con la adicción, pero lo único que podemos hacer es enviarle vitamina B y ácido fólico”.

Vitamina B y ácido fólico.

¿Saben que les han bajado hasta camas plegables?

Digo yo que por un conducto por el caben biblias pequeñitas, camas plegables, vitamina B y hasta ácido fólico, cabrán también unas botellitas de JB y una bolsa de hielos del Mercadona. Y unos vasos de tubo, que esos entran por cualquier rendija.

Pues nada, vitamina B y ácido fólico. Y películas de Semana Santa y Qué bello es vivir.

Me subleva, de verdad. Estoy por montar una ONG, llenar un cargamento de pelis porno, de las más guarras que haya en el mercado, cincuenta cajas de los mejores puros donados por Fidel Castro y una cisterna de Jim Beam. Y si alguno quiere drogas más duras, no faltarán narcos colombianos compasivos con sus necesidades que se avengan a suministrar mercancía de gratis.

Por dios, déjenles gozar un poco, aflojen el cilicio, pazguatos y beatillos de tres al cuarto.

En fin, menos mal que algunos nos marchamos de vacaciones con la esperanza de no leer ni escuchar gilipolleces en un mes. En breve partiremos de viaje por Europa en coche. Francia e Italia, bien de Mediterráneo y de cultura clasicota. Y de rissottos, y de pasta de trattoria, y de buen vino fresco. Hacemos el trayecto Zaragoza-Florencia y todavía no sé si me llevaré el portátil o aprovecharé para sumergirme en un retiro espiritual completo y dedicarme sólo a disfrutar de mi familia y a leer con morosidad y placer. Así que, por si acaso, no me esperen por aquí, que puede que no aparezca en unos días. No sufran, que estaré en un sitio mejor, brindando con un martini por todos ustedes.

Gócenla ustedes también, y no hagan caso del ministro de Salud chileno.


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