Revista Ciencia
Los tamices rotativos son filtros de alta capacidad para la separación entre sólidos y líquidos. Estos tamices, tienen muchas aplicaciones dentro del tratamiento de aguas residuales industriales para innumerables tipos de industrias.
Su principal ventaja frente a otros métodos de filtración, es que los tamices rotatorios son de un tamaño más compacto, proporcionando cinco veces más de capacidad de filtrado que por ejemplo, un tamiz estático.
El funcionamiento de los tamices rotativos es sencillo, el líquido a filtrar entra en el tamiz rotatorio a través de la tubería de entrada y se distribuye uniformemente a lo largo de todo el cilindro filtrante, que gira a baja velocidad. Las partículas sólidas quedan retenidas en la superficie del mismo y son conducidas hacia una rasqueta, que es la encargada de separarlas y depositarlas sobre una bandeja inclinada para su caída por gravedad. El líquido que pasa a través de las rendijas del cilindro filtrante es conducido hacia la salida, que puede estar en la parte inferior o posterior del cuerpo. Cuando se trabaja con líquidos difíciles, muy cargados o con muchas fibras se utilizan accesorios especiales que se acoplan al tamiz rotativo.
Consulte nuestro Catálogo de Tamices Rotativos.