`Tango y Cash´-acción y diversión ochentera a partes iguales-

Si me preguntasen por películas de acción de los años ochenta, o de la historia del cine ya puestos, seguro que nombraría a “La Jungla de Cristal” o “Arma Letal”. Aparte de esas habría otras que ocuparían los primeros puestos y no tendría ninguna duda en su elección, sobre todo porque el abanico a elegir es bastante amplio.

Pero hay una película que no me canso de ver de vez en cuando. Una que protagonizó un actor especializado en ese género y otro que tampoco le hizo ascos en su momento (sobre todo de la mano de John Carpenter). Hablo de Sylvester Stallone y Kurt Russell, como muchos sabreis. Y la película en cuestión se trata de “Tango y Cash“.

Cierto es que su estreno llegó al final de la década de los ochenta (1989), pero su acción, su estilo, su dinamismo, se encuentra muy bien ubicado en esa década, eso salta a la vista. Uno de los atractivos de esta película es lo bien que funciona la pareja Raymond Tango (Stallone) y Gabriel Cash (Russell). Algo que a veces no encuentras en películas de este tipo, donde el típico tándem parece metido con calzador y el espectador nota eso de antemano. Aquí no, aquí los dos actores se complementan perfectamente y eso es un gran punto a su favor de cara al grandísimo entretenimiento que acaban ofreciendo en la hora y media que dura la película.

De nuevo tenemos dos caracteres antagónicos. Tango es pulcro, viste como un ejecutivo y tiene control sobre todo lo que le rodea. Mientras que Cash es todo lo contrario. Sus heroicidades se centran en una urbe completamente diferente a la de su -más tarde- obligado compañero,  su forma de vestir y hablar no es precisamente la mejor, y el caos impera en su vida. Pero como todos sabemos esa combinación es la que acaba gustando por la multitud de indirectas y frases divertidas que se van lanzando el uno al otro.

Podemos hablar que “Tango y Cash” es una película de testosterona. De cuerpos musculosos, golpes, patadas, disparos, acción y un desparpajo a la hora de entretener que ya le gustaría a muchas películas actuales heredar algo de la que nos ocupa. Y es que si bien ahora los efectos especiales imperan, aquí estamos todavía en la acción pura y dura que tanto abundó en los años ochenta y que tanto echamos en falta en algunas ocasiones.

Cabría destacar algunas escenas, para mí las mejores de la película. Tales como cuando Tango y Cash las pasan canutas en la cárcel (practicamente todo el desarrollo es genial y divertido de principio a fin), un Cash travestido con una jovencísima Teri Hatcher (“Mujeres Desesperadas”), los alegatos que dan ambos personajes cuando estan siendo juzgados (se nota nuevamente que ambos son de mundos distintos) o el climax final donde no dejan títere con cabeza. Es decir, practicamente no hay un momento de respiro o que puedas decir que te estas aburriendo, algo que en estos tiempos no suele pasar con este tipo de género.

Si bien se suelen nombrar, y con razón, a “La Jungla de Cristal” o “Arma Letal” como películas punteras de los ochenta a la hora de revitalizar el género y darle un soplo de aire fresco y calidad, “Tango y Cash” se podría definir como una de las mejores (si no la mejor) en cuanto a películas de acción de compañeros. Algo que creo que compartireis conmigo.

Lo más curioso del asunto, y para concluir, es que su director, el ruso Andrey Konchalovskiy, no se prodigase más con este género. Tan sólo ésta y “El Tren del Infierno” parece que llegaron al gran público. Un caso extraño la verdad.