El hombre caminaba sin demasiada consciencia, según cuentan, durante sus andaduras nocturnas, y cuando atravesaba el callejón se detenía en los dos espejos que había.
Uno era cóncavo y el otro convexo, y tenían la virtud de deformar a las personas al completo.
A Ramón María del Valle-Inclán le pareció que esos espejos situados en el callejón del Gato no deformaban simplemente. Reflejaban el mundo que lo rodeaba, demostraban el esperpento de la vida.
Y cuando creó su famosa obra Luces de Bohemia (1924), el personaje principal, Max Estrella, le dice a su amigo don Latino: “Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo, son absurdas”.
El concepto de Inclán Brutal Bar
Y hete aquí que el callejón, el del Gato, es nombrado varias veces en la obra que te he mencionado, y sus espejos provocaron en el autor la creación de un género literario llamado esperpento que lo ha situado en la historia de la literatura.
Pero no solo eso, también ha inspirado a un restaurante, situado en esta misma vía, muy cerca de Sol, para ofrecer un concepto de local gastronómico original y desenfadado de tapas en el centro de Madrid, a caballo entre el pasado y el presente.
Te hablaré de Inclán Brutal Bar.
La fachada de Inclán Brutal Bar
Fui hace unas semanas. El establecimiento une en su decoración detalles informales y muy actuales con pasajes de la obra Luces de Bohemia y retratos del famoso dramaturgo.
Según me contaron los chicos del personal -encantadores-, quisieron unir el tremendo contexto histórico en el que se sitúa el local con una propuesta moderna para atraer al variadísimo público que transita en el centro de Madrid. No te pierdas el retrato que hay nada más entrar con Valle-Inclán sacándonos la lengua.
Valle-Inclán sacando la lengua
Además de las mesas del salón, la barra está preparada para sentarte a ella si lo prefieres. Y al fondo tienen una espectacular terraza que ahora con el buen tiempo debe estar muy bien (cuando fui aún estaba cerrada).
A nosotras empezó por atendernos Félix, que de tan majo le hice una foto y todo mientras terminaba su turno cenando.
Nos pedimos varios platos para compartir y nos sorprendieron sus económicos precios. Entre cuento y cuento -fui con una amiga y ya sabes todo lo que podemos conversar dos amig@s que llevan tiempo sin verse- vimos la carta, que se divide en escenas cual obra valleinclanesca, y fuimos probando:
- Un riquísimo aperitivo de alitas de pollo con la llamada salsa Brutal, que tenía un toque picante.
- Una tortilla para dos que llevaba trufa.
- Un pollo gamberro, asado y con una salsa intensa y sabrosa.
- Un tentáculo de pulpo a la parrilla, tierno y con una suave parmentier.
- Un original tendedero de bacón, con unas tostas de manzana que le hacían contraste con su dulzor.
El aperitivo que tomamos y Félix, el camarero
La tortilla y el pulpo
La carne y el tenderete de bacón
Los dulces finales
Por último nos pedimos dos postres, que teníamos que rematar con broche de oro la comedera: un brownie suavecito y goloso y un panna cotta de té verde que me flipó (me encantan los postres de té verde!).
¡Ah! No le tomé foto pero me sorprendió un vino albariño que pedí ¡espumoso!, si te gustan los vinos con aguja pruébalo cuando vayas.
Después nos dimos un paseo por el local, me gustaron mucho algunos detalles como la proyección de escenas de pelis antiguas en una pared, los retratos y las frases distribuidas del escritor que da nombre al local y unos preciosos caracoles gigantes en la terraza.
Comenzando por la izquierda: frases de Valle-Inclán, vídeo en la sala, la terraza de fondo y la barra donde cenamos
Al salir ubiqué los icónicos espejos. No son los mismos en los que se miraban Valle Inclán y su personaje Max, estos son de plástico y deforman también. Este post me sirvió de fuente para todos los detalles históricos que te he contadoí: el callejón del Gato.
Los espejos del callejón del Gato
Cuántas historias interesantes encierran las callejuelas de Madrid…
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Inclán Brutal Bar
Calle de Álvarez Gato, 4, Madrid
Reservas: 910 23 80 38
No cierran cocina
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Tapas en Sol presididas por una loca
No es que yo vaya por la vida insultando a la gente porque sí, es que los dueños de este local, que son los mismos de Inclán, decidieron que se llamaría Rosi La Loca porque su anfitriona está así: loca.
La fachada de Rosi La Loca
Maneja el mismo concepto de fondo que su hermano valleinclanero, un local informal y desenfadado de tapas en el centro de Madrid para el público nacional y foráneo, con platos a muy buen precio. Su imagen es una chica con look años 50 llamada Rosi, a quien le gustan los flamencos y es un poco estrafalaria: Rosi La Loca.
La carta coincide bastante con la del otro restaurante, salvo algunos platos, por eso, cuando fui con mi hermanito pedimos otras recetas, exceptuando el pulpo que repetimos porque está muy bueno y quería que lo probara.
Rosi La Loca tiene dos plantas y es muy estrechito. Tienen varias pizarras en la entrada que dan la sensación de lugar para guiris con la connotación negativa que para algunos a veces conlleva. Pero no te fíes. La comida está muy rica.
El tocador y el vestido de Rosi, detalle de una mesa y el salón privado
También ofrecen menú del día aunque yo no lo probé, y su personal es majo y muy atento también. A nosotros nos atendió Najat, una camarera marroquí encantadora a quien le tuve que preguntar de dónde era porque no daba con el acento.
Ella nos aconsejó los platos que debíamos probar en el salón de abajo, donde nos sentamos junto a un vestido de la señorita Rosi y su tocador decorado con dos flamencos rosas que me encantaron y que se repetían en otros sitios como el salón privado que disponen al fondo.
Nos pedimos todo para compartir:
- Burrata ahumada con pesto, ¡deliciosa!, y el pesto se lo inyectan en la mesa, lo que lo hace muy visual.
- Berenjenas fritas con miel de caña, Me gustaron mucho porque estaban cortadas muy finas en plan chip.
- Croquetas de jamón de La Loca.
- Tataki de atún envuelto en sésamo con salsa teriyaki, ¡buenísimo!
- Bavette de ternera de Ávila con patatas fritas
De postre tomamos una cheesecake, una rica crema de queso con mermelada de arándanos y galleta triturada.
La burrata inyectada con pesto
Las croquetas y el pulpo
La carne y el atún
El postre
Cuando salimos nos despedimos en la pequeña callejuela, mi hermanito se fue a su ofi y yo me fui a casa pensando en cómo enfocaría este post, en lo bueno que era poder recomendar en este blog dos sitios en pleno centro y muy cerca de Sol para todos aquellos que estén paseando o comprando en la zona más transitada de Madrid.
Al final comencé por otro lado,y la idea quedó de cierre, como estás leyendo….
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Rosi La Loca
Calle Cádiz, 4 Madrid
Reservas: 915 32 66 81
No cierran cocina
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La entrada Tapas sabrosas en el centro de Madrid: Inclán Brutal Bar y Rosi la Loca se publicó primero en La Gastrorredactora.