Tarde con niños en Zaragoza: Puerto Venecia

Durante mi semanita de vacaciones he aprovechado cada segundo posible con mi familia, y también he podido encontrarme con “viejos amigos”, de esos a los que ves sólo 3 o 4 veces al año pero que siempre están presentes en tu vida.

El lunes me reencontraba con mi amiga Noelia y su peque Hugo, pasamos una tarde estupenda en Puerto Venecia (Zaragoza) y me apetecía contároslo. Había ido varias veces a comprar sin poder detenerme en todos sus detalles y en pasar una tarde agradable allí; y la verdad, en un verano tan poco caluroso como este me parece muy importante poder tener opciones de cosas que hacer con los niños si estamos en la ciudad.

Hicimos unas compras y luego pasamos a la zona de restauración, allí se encuentra Neverland, un pequeño parque de atracciones dentro del mismo Centro Comercial. Hay atracciones ideales para niños como Álvaro y Hugo (2 años y medio), como camiones, un trenecito, coches…donde los peques disfrutaron muchísimo. Funcionan con una tarjeta (tipo tarjeta bus) que recargas con el dinero que quieras, y que puedes ir pasando por las atracciones tantas veces como desees (hasta que se termine el dinero claro, :-) )

Después de estar un ratito allí fuimos a tomar algo a la cafetería de Neverland, es preciosa, y además descubrí que tiene una zona para peques con muchísimos juguetes, piscina de bolas, tobogán…cuesta 3 euros (2´50 euros con la tarjeta) y los niños pueden jugar allí durante 20 minutos. Álvaro lo pasó genial, además siempre hay con ellos una monitora, en este caso una chica que se llamaba Yolanda que se portó con él fenomenal. Ellos disfrutaron y los mayores tomamos algo en la cafetería mientras tanto (yo en concreto, como siempre, fui fiel a los batidos naturales de chocolate), eso sí, como buena mami pesada que soy bien cerquita para ver lo que hacía mi niño y que el pudiera venir conmigo si necesitaba algo.

Cuando bajó un poquito el sol salimos a dar un paseo por el exterior, es genial poder disfrutar del lago, de las vistas, y del buen ambiente que se respira allí. Para otro día dejo pendiente un paseo en familia en sus barcas.

Seguimos por la zona de los bares viendo todas las opciones que ofrecen para terminar en las “camas elásticas” donde los peques saltaron un buen rato.

Una tarde diferente y divertida, en la que Álvaro y yo pudimos disfrutar de buena compañía.

*Si os apetece seguir este plan os recomiendo, para culminar la tarde, pasar a Ikea a cenar. Tienen comida rica, bien de precio, con tronas, espacio infantil, y todo lo necesario para comer allí con los niños, además algunos días de la semana la comida o la cena os sale gratis, pues os regalan el importe del restaurante en vales de compra para la tienda, y seguro que os viene bien pues siempre hay algo de Ikea que necesitas llevarte a casa, salir de allí con las manos vacías es prácticamente imposible!!

(Este artículo no está patrocinado)