“La tarde se recordará con reverencia en la historia de esta plaza de Gijón. Dos toreros de verdad, Antonio Ferrera y Javier Castaño escribieron con sangre, con coraje, con torería y con un inmenso pundonor, una página de oro. Ni la sangre de las dos cogidas que sufrieron en el tercer y cuarto toro, respectivamente, les amilanó y cuando nadie pensaba de que pudieran salir ya de la enfermería, aparecieron renqueantes y con los pantalones del valor, los de los monosabios, para rematar su histórica tarde y hacerla aún más memorable.” Carlos Ilián en Marca.
“Por mucho que contemos, nada se acercará a la realidad descarnada de lo acontecido. La madera sangrante de los héroes, la desgarrada verdad de la Fiesta, la importancia del toro encastado de La Quinta y el torero entregado hasta la muerte. Pasará mucho tiempo y este martes y 13 de Gijón perdurará como todo lo que representa la Tauromaquia más allá del arte. Nos quedamos en nuestra filosofía de pétalos y rosas y no nos damos cuenta de que las raíces del toreo se nutren de la sangre de los toreros, de su capacidad sacrificial: en un segundo la gloria o la vida. Y la eternidad.” Zabala de la Serna en El Mundo.
“Antonio Ferrera y Javier Castaño han triunfado y resultado heridos en el histórico mano a mano que ambos han sostenido esta tarde en Gijón. El extremeño -que como el salmantino ha cortado tres orejas- ha sido cogido al entrar a matar al tercero y el charro al rematar el saludo capotero al cuarto. Después de que el sobresaliente del festejo, Álvaro de la Calle, se hiciera cargo del cuarto y le cortara la oreja -siendo el animal de La Quinta premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre-, los dos matadores han salido juntos de nuevo al ruedo tras ser atendidos en la enfermería de la plaza de El Bibio para dar muerte a los dos últimos toros. Ferrera, con una cornada de 15 centímetros en el muslo derecho que diseca el paquete vascular, no ha querido ser operado y ha regresado al albero con unos pantalones de monosabio; y Castaño, atendido de una cornada de 5 centímetros en la zona del periné, ha aparecido con otros pantalones azul mahón. Ninguno quiso salir a hombros: los dos lo hicieron andando por el centro del ruedo e invitaron al sobresaliente a que les acompañara. Tras ello, Ferrera emprendió camino de la enfermería para ser intervenido y Castaño fue directo al hotel. El mayoral de la ganadería salió a saludar a petición del público.” Redacción de Aplausos.
“Decir que los toreros son héroes es un tópico que, por repetido, puede infravalorar la verdadera dimensión del término. Por eso de vez en cuando resulta estimulante presenciar festejos como el de hoy en Gijón: un espectáculo histórico con todas las letras. Por cómo se la jugaron los dos tíos que se enfrentaban mano a mano, por cómo se sobrepusieron a sus respectivos percances y por la manera de afrontaron, heridos y mermados, las lidias de los dos últimos toros. Mención aparte para el sobresaliente, Álvaro de la Calle, un tío que no torea y que de sopetón se encuentra un santa coloma pidiéndole un carnet que tenía sobradamente vigente. Para descubrirse. Y todo con una corrida de verdad. Seria por dentro y por fuera, tan exigente como agradecida, que propició un espectáculo grandioso. Lo que es el toreo.” José Miguel Arruego en Mundotoro.