Señores lectores – Lo confieso, lo digo, lo escribo ahora mismo – ayer viernes por la tarde fui a una charla-taller del grupo PODEMOS Madrid y comparto varias observaciones. Antes que nada, debo aclarar que NO me presenté en ningún momento ya que fui en calidad de observador estrictamente – quería observar cómo funciona al menos un círculo de Podemos. Una de las cosas que me gustan de “los españoles” en general es que cuando vas a una reunión de estas la gente no te obliga a presentarte ni te preguntan nada, cosa que sí ocurre en Estados Unidos. En ningún momento me preguntaron nada ni yo a ellos. Voy a comentar de forma esporádica mis impresiones – estuve una hora y pico, de pie.
1. El aspecto de los presentes: Debo confesar que sentí un poco de miedo antes de ir, pues pensé que igual por mi aspecto (la gente suele confundirme con militante del PP por mi ropa) estaría yo totalmente fuera de lugar en un antro lleno de hipis. Son prejuicios al final, pero fuertes. Pues nada más lejos de la realidad. Al llegar, vi gente de todas las edades y de aspecto digamos “normalito”. Nadie iba como yo, pero tampoco me miraron raro en ningún momento ni me sentí acosado por nadie como sí me pasó en el Instituto Juan de Mariana. Sí que había un chaval con pelo largo, pero nada fuera de lo normal que te puedes encontrar hoy en día por la calle en el centro de Madrid. Repito – no vi a nadie con un aspecto “antisistema” ni mucho menos “peligroso”. Había hombres y mujeres, aunque sí noté que había mas gente “cuarentona” y hasta sesentona. No vi tantos jóvenes como me esperaba. Había un grupito de periodistas con aspecto latinoamericano (intuyo por el aspecto que o venezolanos o dominicanos, al ser de raza negra). También había periodistas españoles de orígen, obviamente.
2. Habló el periodista izquierdista (así se hace llamar el mismo) Iñaki Errazkin (fundador de la página web INSURGENTE) y otra periodista, Ali de Podemos. Hablaron de la famosa “Ley Mordaza”, otro atentado más del Partido Popular español contra la libertad de expresión. La verdad es que es realmente indignante hasta qué niveles está llegando la represión en este país. El que diga que la ley Mordaza no es represión, no es liberal.
3. Tolerancia de ideas – Lejos de la imagen de “Pablemos” que venden algunos medios, noté total libertad de expresión y hasta alguna que otra mofa o crítica hacia Pablo Iglesias. Por ejemplo, el periodista Errazkin dijo que en su época, “él lo hacía mejor que Iglesias”. Este tipo de críticas estarían vetadas de círculos supuestamente “liberales”, como el Instituto Juan de Mariana o FAES, donde tan solo criticar a Rallo o a algún otro pez gordo de esas asociaciones conllevará la expulsión inmediata.
4. En ningún momento noté culto a la personalidad ni dogmatismo como sí hay en las asociaciones libegales españolas. Vi que la gente deliberaba a su manera, comentaba las cosas o hacía preguntas con normalidad, cada uno con su turno. Me gustó bastante el carácter espontáneo de la misma y que la gente discutía entre ellos. Un sistema mucho más participativo y democrático que el que vemos en muchas otras organizaciones y partidos españoles. ´
Con todo, no me veo votando a Podemos, pero sí me gusta su modelo de organización así como su espíritu más participativo y democrático al menos en el círculo donde estuve ayer. Creo que no se puede generalizar del movimiento – hay de todo, desde gente bastante “de derechas” (ayer había algún que otro socialdemócrata de derechas) a gente, obviamente, abiertamente comunista y de Bildu.
Terminé la tarde-noche en Madrid tomándome unas buenas copas de ron cubano, para compaginar con la subversión política.
Eso es todo lo que tengo que decir por ahora de PODEMOS.