Revista Opinión

Tarjetas “fantasma” para un país de fantasmas.

Publicado el 12 octubre 2014 por Santiagomiro

Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. Antón Losada ponía de moda este titular en Zona Crítica. de eldiario.es, que llevaba como subtítulo: “Aquí los que mandan lo hacen todo así, a lo grande pero con discreción”. Losada comenzaba así su artículo del pasado domingo: “Al parecer, resulta una práctica habitual entre los ejecutivos y barandas de grandes empresas y corporaciones españolas cobrar en negro a través de tarjetas ‘black’, opacas al fisco Se las reparten en secreto entre ellos como si fueran droga. Aquí los que mandan lo hacen todo así, a lo grande pero con discreción. Un país tan lleno de fantasmas tenía que estar repleto de tarjetas fantasmas. Un paraíso fiscal como España debía ser líder también en la introducción del dinero de plástico para una gestión más cómoda de la economía sumergida”. Son las tarjetas “fantasma”, igualmente conocidas como opacas, negras, black (el mismo color, pero en inglés)… Más adelante, continuaba: “A Miguel Blesa y a su equipo de dirección, cuando les dijeron que les quedaba un mes al frente de Caja Madrid, les dio por quemar las tarjetas como si mañana fuera a acabarse el mundo. En treinta días se gastaron lo que en un año. Imagínense a gente que gana varios millones de euros al año colándole a la empresa con las tarjetas fantasmadas como la compra de la semana, las cenas de los sábados con vino del bueno, la esgrima de los niños o los domingos de golf y cochinillo”. Al final, Losada terminaba recordando: “Lo que deverdad cuenta, se resume en ser un buen fantasma: tener mucha jeta y amiguetes que te coloquen en los sitios donde puedas desarrollar, con espíritu emprendedor, tu capacidad para echarle cara a la vida, como Miguel Blesa y su amigo José Maria Aznar.Pablo Abejas, el exdirector de Economía de Madrid se pulió cerca de 250.000 euros entre 2006 y 2012, a 40.000 euros por año. Según él no ha hecho nada ilegal y nada que no fuera práctica habitual en la banca. La ley no debe ser igual para ellos que para los demás. Y aún dicen que lo de la casta es demagogia. Todo el mundo lo sabía, ganar dinero no es delito, sostiene este alto cargo dimitido por Ignacio González, presidente de la comunidad de Madrid, quien debe ser parte de ese todo el mundo que no somos ni usted ni yo. Nosotros solo lo pagamos. El espectáculo lo ponen ellos”.Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.El problema derivado de las tarjetas “fantasma” se fue conociendo con todo detalle a lo largo de esta semana. 86 directivos de Caja Madrid gastaron 15,5 millones de euros entre retirada de efectivos, restaurantes, compras en supermercado, viajes... Una amplia lista de enchufados políticos que han disfrutado de las denominadas tarjetas “Black” o tarjetas “fantasma” en Caja Madrid que, según el departamento de auditoría interna de Bankia, en algunos casos, habrían sido utilizadas para fines no vinculados con la actividad profesional. Las tarjetas recibieron ese nombre al ser emitidas “al margen del circuito establecido con carácter general y ordinario”y fueron contabilizadas contra una cuenta de errores. Una operativa que parece estar montada para que sus titulares no tuvieran que declarar los importes dispuestos como renta del trabajo y, por tanto, escapar al fisco. La suma total de gastos, de los 65 miembros del consejo de administración y de la comisión de control y otros 21 consejeros ejecutivos y directivos que disponían de la tarjeta asciende a estos millones de euros. De esa cifra, tres millones fueron gastados en restaurantes, dos millones en disposiciones de efectivo, más de 1,5 en desplazamientos y viajes, más de un millón en grandes superficies, cerca de 800.000 euros en hoteles y unos 700.000 euros en ropa, comidas, supermercados, gasolineras.... A la cabeza está el exdirector financiero, Ildefonso Sánchez Barcoj, que gastó 484.200 euros, seguido por José Antonio Moral Santín, consejero de IU (ya expulsado de la formación), y del presidente de la entidad, Miguel Blesa, que fundió 436.700 euros. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.Blesa, en un safari por Sudáfrica, se fundió 9.000 euros.
Entre las principales partidas destacan los gastos de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, que gastó más de 10.000 euros en una conocida tienda de vinos y cavas de Madrid, y, en agosto de 2008, contrató un safari por Sudáfrica por valor de unos 9.000 euros. Además, tiene cargos en relojerías de lujo por más de 2.000 euros, así como en tiendas de ropa de marcas caras, restaurantes de lujo... En total, Blesa gastó 436.700 euros con estas tarjetas, a una media anual de 54.600. El expresidente tenía un sueldo de 3,5 millones anuales. El día anterior a dejar el cargo, el 28 de enero de 2010, Blesa se gastó 1.543 euros en helados, 286 euros en un corte de pelo y afeitado y fundió 4.000 euros. Estanislao Rodríguez-Ponga, ex Secretario de Estado de Hacienda con el PP y consejero de la caja, realizó varios cargos por valor de 40.000 euros en Viajes El Corte Inglés, empresa de la que luego fue nombrado consejero, donde continúa. En total, gastó 255.400 euros. Son sólo algunos ejemplos de los desmesurados gastos que directivos y consejeros de Caja Madrid hicieron con su tarjeta negra entre 2003 y 2012 Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.También Gerardo Díaz Ferrán, el expresidente de la CEOE, disfrutó de la tarjeta negra.
Entre los no incluidos en la lista, pero que también utilizaron la tarjeta, estaba el presidente de la CEO, Gerardo Díaz Ferrán o Francisco Javier López de CEIM. Fernando Andreu, juez de la Audiencia Nacional que dirige el caso Bankia, ya ha remitido a los peritos del Banco de España el detalle de los gastos realizados durante más de 10 años por la mayoría de los 86 exconsejeros con las tarjetas negras de Caja Madrid para la elaboración de un informe que será clave en la trascendencia penal de los hechos denunciados. De momento. se desconoce la facturación pormenorizada de cada uno, pero ya han trascendido algunos detalles como varias compras en joyerías de lujo de Madrid, pagadas con la tarjeta “fantasma”, así como numerosos gastos en clubes de golf, sobre todo en Sotogrande, provincia de Cádiz, frecuentado desde hace años por la élite empresarial y financiera, viajes de placer a Nueva York, compras en supermercados o comidas en restaurantes. Gastos de estas características contrastan con otros en grandes superficies o conocidas cadenas de supermercados de precios asequibles, donde varios de los consejeros, según los datos que forman parte del caso, también utilizaban la tarjeta “fantasma” para llenar la cesta de la compra. Los participantes en esta orgía pertenecen a todos los colores del espectro político y a los dos grandes sindicatos, con la implicación de algunos de sus dirigentes históricos.  Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. José Ignacio Goirigolzarri,  nuevo presidente de la entidad rescatada.
A partir de dos informes de auditoría interna elaborados por Bankia y remitidos a la Fiscalía Anticorrupciónpor el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el juzgado central de instrucción número 4 se puso a investigar a estos 86 directivos de Caja Madrid y Bankia que gastaron un total de 15,5 millones de euros. La auditoría interna concluyó que ni estaban justificados ni suponían gastos de representación. Esta práctica se heredó hasta que, en el 2012, llegaba el nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, y cesaron los titulares de estas tarjetas 'VIP': Rodrigo Rato, José Manuel Norniella, Ildefonso Sánchez Barcoj, hombre de confianza de Miguel Blesa, y Matías Amat, el hombre de máxima confianza de Miguel Blesa, quien ocupara diversos cargos de responsabilidad en Caja, como la dirección financiera y gastara 389.000 euros en tarjetas. Amat, director general del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, se acogió al ERE abierto tras la integración de las siete cajas de ahorro en Bankia. Y recibió una jubilación millonaria de 6,16 millones de euros, que es investigada por la Audiencia Nacional. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.Rodrigo Rato, ex presidente de Bankia.
Rodrigo Rato llegó a la cúspide de Caja Madrid, en 2010, después de una sonada y cruenta guerra en el seno del PP. Había sido vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda de José María Aznar (1996-2004) y, más tarde (2004-2007),  director gerente del Fondo Monetario Internacional (2004-2007). De allí saltó, en 2008, al Santander, como asesor del banco y miembro de su Consejo Asesor Internacional; al Lazard, banco de negocios estadounidense, como director general sénior de banca de inversión, y a Criteria, como presidente de su consejo asesor. Su gasto en la famosa tarjeta registra 36.000 euros. Cuantía devuelta a Bankia tras ser descubierta por la auditoría interna. José Manuel Fernández Norniella, vicepresidente de Caja Madrid, era el hombre de Rato. Gozaba de su absoluta confianza. Toda su trayectoria estaba vinculada al PP. Fue vocal del consejo de administración de RTVE (1991-1993), diputado, en 1993 y 1996, secretario de Estado de Comercio (1996-1998) y presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Como tal, ocupó una de las vicepresidencias de la CEOE. En 2006, la asamblea general de Caja Madrid le eligió miembro del consejo de administración. Sus gastos en tarjeta ascienden a 185.100 euros. Dos días antes del rescate de Bankia, Rato sacaba del cajero 1000 euros con su tarjeta “black”. No era la primera vez que el “mileurista” fundía el tope de su visa en cash. Rato sacó 17.000 euros en efectivo. Se gastó 3.547 euros en “bebidas alcohólicas” en un día. Pagó hasta el peluquero (70 euros) con cargo a la caja que quebró y también pasó por la visa cinco extraños pagos en “clubs, salas de fiesta, pubs”, entre 322 y 464 euros cada uno, todos ellos entre las dos y las 3 y media de la tarde. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. El ex número dos de Miguel Blesa, Ildefonso Sánchez-Barcoj, a quien Bankia acusa de diseñar las tarjetas opacas.
Ildefonso Sánchez Barcojfue director general financiero y de riesgos de Bankia, puesto al que accedió tras 34 años de servicio en Caja Madrid, antes de que se creara la nueva entidad financiera. Adquirió un gran poder bajo la presidencia de Miguel Blesa. Con él, fue su director de Auditoría, director de banca comercial, director de la filial de banca privada y controló la dirección general de Medios. Sánchez Barcojera considerado el guardián de la santabárbara de Caja Madrid. Conocía de todos sus secretos y su poder creció en la etapa de Rodrigo Rato, como presidente de Bankia. Era el responsable de las tarjetas irregulares de consejeros y directivos de Caja Madrid y, después de las de Bankia hasta la llegada de la nueva dirección. Con la llegada de José Ignacio Goirigolzarri, fue cesado, tras el pago de un fuerte blindaje por los dos años que estuvo en Bankia. Es el directivo que más gastó con las tarjetas ‘fantasma': 484.200 euros. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. La dirección nacional del PP ya avanzó la semana pasada que estudiaría “caso por caso” el uso de estas 'tarjetas B' de Caja Madrid, empleadas para gastos privados y, en caso de detectar conductas irregulares, que se “actuaría en consecuencia”. Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, aseguró que es “muy importante” que el equipo directivo de Caja Madrid diera explicaciones “profundas” de quién montó las 'tarjetas B' que utilizaron algunos de sus miembros entre 2003 y 2012. En la parte titulada 'Revisión tarjetas Bankia: situación actual' de la documentación entregada al juez Andreu, se hace mención a cuatro exdirectivos y exconsejeros, entre ellos a Rodrigo Rato, que devolvieron parte del gasto derivado de esas tarjetas, aunque sólo lo correspondiente a su etapa en los años 2011 y 2012, es decir, después de la creación de Bankia. La Agencia Tributaria investiga a los 86 directivos de Caja Madrid que hicieron uso de las tarjetas en 'B'. De esta forma, además de extender su investigación a otras grandes empresas para averiguar si el uso de estas tarjetas se ha generalizado, también va a llevar a cabo un procedimiento inspector sobre el uso que estos directivos realizaron de las tarjetas, así como la procedencia de las partidas que manejaron. Se trata de investigar no sólo las responsabilidades tributarias de Caja Madrid como entidad financiera, sino también de las personas físicas que se aprovecharon de estos ingresos presuntamente ocultos al fisco. Entre ellas, figuran inspectores de Hacienda (el propio Miguel Blesa), un expresidente de la Agencia Tributaria(Estanislao Rodríguez Ponga) o incluso un exministro de Economía y Hacienda (Rodrigo Rato), a los que se presupone un buen conocimiento de la legislación tributaria. “Se trata de averiguar si lo que presuntamente ha sucedido en Caja Madrid se ha generalizado en las grandes empresas, especialmente las del Ibex 35”, dijeron fuentes de Hacienda, que añadieron que este plan de inspección no se ceñirá únicamente a las empresas del Ibex 35, sino que se ampliará al resto de grandes compañías. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid, salió en defensa de Gutiérrez.
Cuando se hizo pública la lista de consejeros de Caja Madrid que hicieron uso de las tarjetas 'opacas', la alcaldesa de Madrid, Ana Botella destituyó de inmediato al asesor del grupo municipal del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez Moliner, a quien se le atribuía un gasto de 58.000. Sin embargo, Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid, salió en defensa de Gutiérrez y culpó del escándalo de las tarjetas a “los directivos de Caja Madrid”, que fueron quienes “dieron instrucciones de qué hacer” con ellas, y  destacó que el gerente 'popular' “depositará todo ese dinero por si entendió mal o se lo dijeron mal”. En una entrevista a la Cadena COPE, la presidenta regional de los ‘populares’ echó la culpa a “los directivos de Caja Madrid”, que fueron quienes “dieron instrucciones de qué hacer con ellas”, y explicó que Gutiérrez, que no era un cargo político del partido.  Lo justificó diciendo que “nunca había tenido conciencia de haber hecho nada irregular y que creía seguir las instrucciones (dadas por los directivos) pero que, por si entendió mal o se lo dijeron mal, depositará todo ese dinero”. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.Rodolfo Benito presentó su dimisión de su cargo en la Ejecutiva de CCOO.
Rodolfo Benito, responsable de la Secretaría de Estudios de CCOO, presentó su dimisión de su cargo en la Ejecutiva del sindicato como consecuencia del caso de las tarjetas “fantasma’ en Caja Madrid. Así lo anunció el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, en una comparecencia realizada el viernes, 3 de octubre, en la que apuntó que Benito dejaría su cargo en la dirección del sindicato. Benito lideró durante años el sector crítico dentro de la organización, en el periodo en el que el secretario general fue José María Fidalgo. Toxo explicó que Benito le había asegurado que “no conocía cómo se contabilizaba ni los efectos fiscales” de ese dinero. “Pensaba que se cumplían los requerimientos legales”, añadió, indicando que, en breve, convocaría a la Comisión Ejecutiva Federal para efectuar una valoración “a fondo” de la situación.  Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.Francisco Baquero Noriega y María Jesús Paredes.
El consejero por CCOO, Francisco Baquero Noriega, quien pertenecía desde el año 2007 al Consejo de Administración de Caja Madrid, destinó la mayor parte de los 266.400 euros que sacó de su tarjeta a mobiliario del hogar, electrodomésticos y restaurantes de lujo. Es pareja de María Jesús Paredes (antigua máxima dirigente de Banca en CCOO). Según informó el diario Público, entre abril de 2002 y julio de 2005, la pareja Paredes-Baquero suscribió tres hipotecas inmobiliarias, por un importe total de 618.333 euros. Paredes y su pareja son dueños de un chalé en una urbanización de lujo de Madrid, una vivienda en uno de los barrios más caros de la capital, un piso en la sierra madrileña, una vivienda unifamiliar adosada en Manilva (Málaga) y dos apartamentos en Denia (Alicante). CCOO suspendió de militancia a sus seis consejeros en Caja Madrid. En un comunicado, el sindicato pide disculpas a los afiliados y a la ciudadanía en general y reitera “el más absoluto rechazo” a esta forma de retribución que “nunca se debió aceptar”. Por su parte, José Ricardo Martínez, exsecretario general de UGT Madrid, fue uno de los primeros en presentar su dimisión cuando se destapó el escándalo. Martínez había realizado compras en El Corte Inglés con su tarjeta, durante las Navidades de 2010, por un importe de 12.700 euros. El sindicalista admitió hace unas fechas que le habían explicado en el banco que la tarjeta la tenía que utilizar “para los gastos que se pudieran generar en relación a su actividad" en la entidad bancaria. Martínez aseguró que iba a devolver los 44.200 euros que utilizó siendo consejero de Caja Madrid, pero sigue defendiendo el uso “legal” que hizo de la tarjeta. El sindicalista quiere devolver el dinero “para evitar mayores presiones” al sindicato y a su familia. La que fuera responsable de la Corporación Caja Madrid, Elena Gil, hizo dos cargos en la joyería Suárez de Madrid por 9.000 euros.  Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.José Antonio Moral Santín, exvicepresidente de Caja Madrid y exconsejero de Bankia.
Otros decidieron sacar dinero en efectivo de los cajeros para no dejar rastro electrónico de lo que compraban. Es el caso de José Antonio Moral Santín, expulsado de IU, quien sacó en efectivo alrededor de 365.000 euros. En vez de hacer de oposición a un modelo de caja idéntico al de la banca privada, Santín compadreó con tal o cual sector del PP en función de intereses que nunca eran los del pueblo madrileño, ni siquiera los de Cajamadrid. Le sigue de cerca Ricardo Morado, ex director general de la entidad, que sacó 360.00 euros en efectivo, el 80% del total. Enrique de la Torre, secretario del consejo, obtuvo en efectivo 224.000 euros, alrededor del 70% del total. Los más favorecidos por esta orgía fueron los directivos de la Caja y cinco consejeros, a quienes se les conocía como 'líderes', mientras que el resto era del 'pueblo llano'. Los afortunados consejeros eran, entre otros, Antonio Romero y José Caballero Domínguez del PSOE; Francisco Moure y Rafael Pradillo, del PP. Fueron cientos de miles de euros gastados con unas tarjetas de Caja Madrid de uso en muchos casos ilimitados –o con límites muy laxos– y sin justificación. La lista de los “agraciados” es una auténtica causa de alarma social: concejales, diputados regionales, exconcejales, exdiputados, cargos públicos presentes o pasados y de todos los partidos con representación –sólo se salvan los de UPyD, que no existían como formación cuando se produjeron los hechos–; sindicalistas; empresarios.... Comprando en grandes almacenes e hipermercados, adquiriendo ropa y complementos, ocupando habitaciones de hotel o regalándose suculentas comidas mientras la gente sin cargos ni beneficios las pasaba canutas para llegar a fin de mes, con unos sueldos recortados y con largas jornadas laborales.    Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. Hugo Martínez, miembro de consejo político general de IU.
Escribe Hugo Martínez, miembro del Consejo Político Federal de IU y autor del blog “Quien mucho abarca”, que el principal actor del saqueo de Cajamadrid-Bankia es el PP. “Es el partido que ha dominado de forma caciquil la Comunidad de Madrid y muchísimos de sus ayuntamientos; el partido que colocó a Blesa, el que se lo cargó, el partido en cuyo seno se libró la disputa por entregar la Caja a Rodrigo Rato (triunfo de Rajoy) o del hoy presidente agonizante de la Comunidad de Madrid Ignacio González. El PP es un partido estructuralmente corrupto, un instrumento para el saqueo”. Martínez reconoce que Moral Santí, el principal representante de IU en la Caja, “en vez de hacer de oposición a un modelo de caja idéntico al de la banca privada, compadreó con tal o cual sector del PP en función de intereses que nunca eran los del pueblo madrileño. Cajamadrid estaba gobernada por una mafia y lejos de plantarle cara, en nombre de IU, se jugó un papel importante en el festín. Todo ello con unos sueldos escandalosos”. IU pidió a Moral Santín que acreditase sus ingresos y apareció con papeles de Caja Madrid que desmentían el sueldo publicado. “Hoy eso sólo suena a que aquellos papeles no eran verdad. Se supone que la Caja acreditaba falsedades. En IU hubo dirigentes que pedían información y él aportó esos papeles sin que hubiera instrumentos jurídicos para contrastar algo tan difícil de creer.” IU –reconoce Hugo Martínz– cometió errores en Caja Madrid. Graves y costosos. “Eligió un representante impresentable y lo mantuvo. Un representante que no rendía cuentas, que no informaba, cuya actuación no era políticamente defendible y que ahora comprobamos que tampoco éticamente.En su nombre, en nuestro nombre, se participó del saqueo cuya primera víctima es el pueblo trabajador… Pocas cosas como este escándalo han dañado la credibilidad de IU. El daño que ha hecho esa gente a IU no necesita ser descrito.IU es la única organización que tenía presencia institucional (y por ello derecho a controlar Cajamadrid) que se ha remangado, hace tiempo, para depurar sus responsabilidades. Todas las personas que usaron esas tarjetas opacas, quienes participaron del saqueo usando para ello a IU, están fuera de IU desde hace tiempo. IU ha presentado una querella contra los miembros del consejo de administración de Bankia incluido Moral Santín. Ha pedido una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid sobre el caso Bankia y otra en el Congreso de los Diputados que sea una comisión de la verdad sobre el saqueo bancario, que no es sólo el de Bankia. Es seguro que se debió actuar antes. Pero también es seguro que ninguna otra organización se ha hecho a sí misma un reproche tan severo como el que se ha hecho IU. Porque, a diferencia de otras organizaciones, la esencia de IU es plantar cara al saqueo”.
Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.Rafael Spottorno, exjefe de la Casa del Rey.
“Al rey Felipe VI le ha caído una inesperada patata caliente entre las manos –escribía José L. Lobo en El Confidencial del martes pasado–. El anterior jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, que ejerce ahora como consejero privado del actual monarca, es uno de los exdirectivos de Caja Madrid pillados en el escándalo de las tarjetas opacas de la entidad. Spottorno, que cargó a su tarjeta VIP 223.900 euros para cubrir, entre otros, gastos privados, ha guardado silencio desde que estalló el vendaval, que ya se ha llevado por delante a una decena de presuntos saqueadores”. Pero la integridad moral de quien fuera jefe de la Casa del Rey y condenara públicamente, en diciembre del 2011,  el “comportamiento no ejemplar de Iñaki Urdangarin, se ha puesto en tela de juicio. ¿Puede la conducta de este consejero privado de Felipe VI, que fue directivo de la Fundación Caja Madrid, entre 2002 y 2011, ser tomada como “ejemplar” cuando carga, durante ese periodo, 28.000 euros anuales a la tarjeta opaca concedida por la entidad bancaria? “Cierto que, el pasado 24 de junio, Don Felipe firmaba el real decreto por el que,  tras el cese de Spottorno, nombraba nuevo jefe de la Casa del Rey al abogado del Estado, Jaime Alfonsín. Y que, en otro decreto, el monarca lo nombraba primero consejero privado como muestra de ‘agradecimiento y afecto’ por su ‘inquebrantable adhesión a la Corona’, para que ‘en lo sucesivo, desempeñe las funciones que le sean encomendadas por mi persona’. ¿Cuáles pueden ser esas funciones? No hay texto legal que las regule, porque ningún Gobierno ha querido, hasta ahora, aprobar un Estatuto de la Corona. En el pasado, se barajó la creación de un Consejo Privado para asesorar a Don Juan Carlos, pero el proyecto no llegó a materializarse. Sin embargo, el ‘agradecimiento y afecto’ expresado por Felipe VI a Spottorno en el real decreto de su nombramiento fue más retórico que real. Las relaciones entre ambos, cuando Don Felipe era heredero de la Corona y el otro jefe de la Casa del Rey, ‘nunca fueron muy buenas, sino más bien frías’, aseguran fuentes muy cercanas a la Zarzuela. Tras ser relevado por Alfonsín, Spottorno pretendió seguir vinculado orgánicamente a la Casa del Rey, integrándose en la estructura de apoyo que tendrá el anterior jefe del Estado, y que el Gobierno y el nuevo equipo de Don Felipe aún siguen negociando. Pero el actual monarca se opuso, según las mismas fuentes. Felipe VI aceptó, casi a regañadientes, nombrar consejero privado al antiguo y fiel colaborador de su padre por expreso deseo de este, añaden las citadas fuentes. El cargo no es remunerado ni, por supuesto, implica que el exjefe de la Casa del Rey vaya a ocupar despacho alguno en la Zarzuela. Don Felipe bien podría optar por no encomendarle ninguna función, porque no está obligado a ello. Sin embargo, el mero hecho de que Spottorno, diplomático de carrera, figure oficialmente entre los consejeros personales del nuevo Rey es toda una papeleta para Don Felipe, que después de los escándalos que han salpicado a la Coronano está dispuesto a cometer ningún tropiezo que perjudique aún más la imagen de la institución”.
Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. Rafael Spottorno (i) y la reina Sofía.
La Zarzuela, de momento, mantiene una reserva absoluta. Sólo el rey puede defenestrar a Spottorno, porque fue el monarca quien lo nombró consejero privado. El dilema, según las fuentes consultadas, es si esperar a que el diplomático dé el primer paso y presente su renuncia a Felipe VI o, por el contrario, que sea este quien revoque su nombramiento de inmediato como muestra de firmeza frente a la corrupción.Sólo así ganaría credibilidad el núcleo central del discurso de proclamación que el jefe del Estado pronunció el pasado 19 de junio en el Congreso, cuando se comprometió a pilotar “una Monarquía renovada para un tiempo nuevo”. “Noqueado por el caso de las tarjetas opacas al fisco de Caja Madrid –concluía José. L. Lobo el pasado miércoles–, Spottorno arrojó ayer la toalla. El exjefe de la Casa del Rey no aguantó la presión y presentó a última hora de la tarde su renuncia como consejero privado de Felipe VI, menos de 24 horas después de que El Confidencial denunciase la delicada situación en que el diplomático, que cargó 223.900 euros a la tarjeta VIP de la entidad bancaria, había colocado al nuevo monarca, empeñado en rescatar a la Corona de los escándalos del pasado. Spottorno dedicó presuntamente una parte de esos euros a gastos personales ajenos a su función directivaen la entidad, ahora Bankia. Sin embargo, el que fuera durante muchos años hombre de confianza de Don Juan Carlos aseguraba anoche, a través de un comunicado remitido a la agencia EFE, que ‘desde ahora, puedo adelantar que en ningún momento hice un uso indebido de la tarjeta de crédito que recibí al incorporarme a la Fundación Caja Madrid. La empleé para lo que, al entregármela, se me dijo que podía emplearla y en los términos y con los límites que se me fijaron’. Spottorno nunca fue capaz de frenar la caída en picado de la imagen de la Corona, manchada por episodios como el caso Nóos, el safari de Don Juan Carlos en Botsuana o la relación de este con Corinna zu-Sayn Wittgenstein. Y, tras afirmar que ‘de mi conducta respondo únicamente yo’, argumenta que renuncia como consejero privado de Felipe VI ‘para evitar cualquier malentendido y, más aún, cualquier intento de comprometer en este asunto la figura o la persona’ del Rey, en alusión a las tarjetas opacas de Caja Madrid”.  Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. Blesa y Rato, imputados por las tarjetas opacas de la Caja de Madrid.
El mismo miércoles, el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, abrió una pieza separada en el caso Bankia para investigar los hechos relacionados con la existencia de las 'tarjetas B' en Caja Madrid y citó como imputados, para el jueves 16, a los expresidentes Miguel Blesa, Rodrigo Rato y al exdirector general de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez Barcoj. “Según fuentes jurídicas –decía El Confidencial–, el juez escuchará en primer lugar a Ildefonso Sanchez Barcoj. Después será el turno del que fuera presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y cerrará el turno de comparecencias el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato. Los tres tendrán que comparecer acompañados de abogados a partir de las 15.00 horas”. El juez Andreu tomó esta decisión después de que la Fiscalía Anticorrupción le enviara un informe en el que apreciaba indicios de delito societario y de apropiación indebida en los hechos denunciados por el FROB, el principal accionista de Bankia, a raíz de un informe elaborado por este grupo.  Entre los gastos realizados por los exconsejeros y exdirectivos de Caja Madrid destacan 3 millones de euros en restaurantes, 2 millones en disposiciones de efectivo, más de 1,5 millones en desplazamientos y viajes, más de 1 millón en grandes superficies, cerca de 800.000 euros en hoteles y unos 700.000 euros en ropa y complementos. Precisamente, Blesa, Rato y Sánchez Barcoj fueron los máximos responsables de la emisión y puesta en circulación de esas tarjetas y también los directivos que más gastaron con esos plásticos. El propio Sánchez Barcoj encabeza el listado de gastos cargados a Caja Madrid con 484.200 euros (60.500 euros al año). En el caso de Blesa, la factura asciende a 436.700 euros, una media anual de 54.600 euros, mientras que los gastos de Rato asumidos por la antigua caja fueron de 44.200 euros. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.El juez Elpidio Silva, condenado a 17 años de inhabilitación por el 'caso Blesa'.
Justo después de estallar el escándalo de las tarjetas negras, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid condenaba a una pena de 17 años y medio de inhabilitación al juez Elpidio José Silva por un delito de prevaricación continuada cometido durante su investigación sobre el ex presidente de la patronal Gerardo Díaz Ferrán y el ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, a quien envió en dos ocasiones a prisión. La sentencia, que cuenta con el voto discrepante del presidente del tribunal, Arturo Beltrán, a favor de la absolución, le atribuye un delito de prevaricación continuada en concurso con dos delitos contra las garantías constitucionales y conlleva su expulsión de la Carrera Judicial. El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid se enfrentaba a una petición fiscal de 30 años de inhabilitación; mientras que el banquero solicitaba que fuera condenado a una pena de 40 años y el ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, requería que no pudiera trabajar en la Administración de Justicia durante 24 años. Silva investigó a Blesa por el crédito de 26 millones de euros concedido al ex jefe de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán y por la compra del City National Bank de Florida, en abril de 2008, por Caja Madrid. Esta es la única causa que continúa abierta en los Juzgados de Plaza de Castilla después de que la otra fuera anulada por la Audiencia de Madrid. Silva ordenó, en noviembre de 2012, reabrir las actuaciones que se incoaron después de que Manos Limpias presentara una querella contra Blesa y Díaz Ferrán, que el juez Andreu rechazó acumular a la causa abierta por la fusión y salida a Bolsa de Bankia. El juez intervino los correos electrónicos corporativos de Blesa y le envió a prisión el 16 de mayo de 2013. Tras haber pagado la fianza de 2,5 millones, el magistrado ordenó, de nuevo y en menos de un mes, su vuelta a la cárcel madrileña de Soto del Real. Blesa permaneció quince días y dijo al salir: “Quiero un juez imparcial”.
Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.Rato y Blesa imputados por las tarjetas opacas.
Durante 13 años (1996-2009) Miguel Blesa presidió la Caja de Madrid. Desde el 2013, la gestión del compañero de pupitre de José María Aznar está siendo investigada en la Audiencia Nacional. Más de 8.700 mensajes de su correo electrónico corporativo están en el epicentro del escándalo. Rato y Blesa están imputados por las presuntas 'tarjetas B' de los directivos de Caja Madrid. El juez de la Audiencia Nacional abrió una pieza separada en el caso Bankia para investigar los hechos relacionados con la existencia de las supuestas 'tarjetas B' en Caja Madrid y le cita para el próximo jueves como imputado, como cita a Rodrigo Rato y al ex director general de Caja Madrid, Ildefonso Sanchez Barcoj.  Fernando Andreu escuchará en primer lugar, a partir de las 15.00 horas, a Ildefonso Sánchez Barcoj, supuesto creador de este sistema de remuneración y que cargó a su tarjeta opaca un total de 484.200 euros en los catorce ejercicios investigados. Además, gastó 90.879 euros con la tarjeta de Bankia que devolvió junto a los otros tres ex consejeros de la entidad que utilizaron este medio de pago. Después comparecerá en el Juzgado Central de Instrucción número 4, Miguel Blesa, que gastó 436.700 euros, y, finalmente, Rodrigo Rato, que cargó 44.200 euros a Caja Madrid y 54.837 euros a Bankia, importe éste último que reingresó a la entidad. El escándalo fue conocido después de que Bankia trasladara a su principal accionista, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), una documentación y un CD con el detalle de movimientos bancarios que este organismo trasladó a la Fiscalía Anticorrupción. El fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, judicializó el asunto el pasado 24 de septiembre al trasladar a la Audiencia Nacional las diligencias que había abierto a comienzos de mes por posibles delito societario y de apropiación indebida.
El juez Fernando, Fernando Andreu, preguntó la semana pasada al Banco de España si conocía la existencia de estas tarjetas y le pidió que, en el marco del informe pericial que está realizando sobre las prácticas en la entidad, analice si su uso puede constituir un delito de administración desleal. El escándalo de las Cajas de Chorro se extiende a la CAM, en la que hay 19 consejeros imputados por dietas irregulares. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.
“Vergonzoso ensañamiento contra las víctimas de las tarjetas” titula el humorista mallorquín, Pep Roig, en un escrito en el que se “solidariza” con los poseedores de estas privilegios bancarios. “Estoy avergonzado, confundido, anonadado por el ensañamiento de la opinión pública contra esos más de 80 consejeros de Caja Madrid que, inocente y confiadamente, gastaron 15 millones de euros utilizando las tarjetas ‘negras’ que la entidad les había confiado para que se lo ‘pulieran’ a su libre albedrío y sin dar cuentas a nadie. Pobre gente, engañada y atribulada (se supone) por esa avalancha de críticas desde frentes varios. Al escribir este lamento (con seis días de antelación a la fecha de publicación) eran nueve víctimas de esos ataques las que habían presentado su dimisión de sus cargos políticos, o sindicales, o que habían sido destituidas. El resto de los afectados no había dado señales de vida porque, seguramente, padecían un shock que les impedía reaccionar como es debido y se espera de la gente de pro y bien de España. Porque esos destituidos o dimitidos motu propio son ‘víctimas’, tal como les describieron en algunos telediarios que anunciaban los ceses: ‘El caso de las tarjetas se ha cobrado una nueva víctima...’, decía con total convencimiento la guapa presentadora (en España, para presentar un telediario y ser creíble es condición indispensable ser guapo-a y joven). Y tenía toda la razón, porque cuesta mucho esfuerzo fundir 15.25 millones de euros en beneficio propio para que luego, en lugar del premio, te llueva la crítica furibunda de la otra España: la envidiosa. ¿Cómo un consejero bancario puede imaginar que está obligado a declarar los gastos en ‘lujerío”, si eso es para los albañiles, los herreros, los oficinistas, autónomos y todas esa ‘púrria’ de gente de sueldo base!” Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. Entre los fotomontajes de esta semana, las tarjetas de la vergüenza al descubierto y Ana Mato, la ministra de Sanidad, y el ébola. Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.
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Erlich nos muestra su humor: Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas.
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El humor de J. R. Mora, Ferrán, M. Fontdevila, El Roto, Peridis, Forges, A. López, J. Morgan…
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Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. Pep Roig, desde Mallorca: Vamos a liar mentiras, El útil inútil, No sabe, no contesta, ¡Socorro, se acerca la ministra la Ministra! y La culpa es del perro.
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Tarjetas  “fantasma” para un país de fantasmas. Entre 2003 y 2011, 86 consejeros y altos directivos de Caja Madrid cargaron gastos personales de unos 15,2 millones de euros a las tarjetas "fantasma" de la empresa, que en marzo de 2011 fueron rescatadas con 4.465 millones de fondos públicos. Estas tarjetas se otorgaban al margen de la cuenta de gastos de representación, sin ningún soporte contractual y sin que se hayan declarado estos fondos como percibidos. Ahí está, desglosado en varios gráficos, el tanto por ciento que se destinó a diferentes conceptos durante los últimos ocho años, como desplazamientos, alimentación y restaurantes, lo que da unas cifras muy elevadas y que es mejor comparar para poner en contexto.  El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu citó a declarar como imputados al expresidente de Bankia Rodrigo Rato, al de Caja Madrid, Miguel Blesa y al exdirector general, Ildefonso Sánchez Barcoj por el uso de las 'tarjetas B', opacas al fisco, de la que disfrutaron 86 consejeros.  Los compañeros de la auxiliar de enfermería hospitalizada con ébola, en Madrid, protestaron el miércoles por la cadena de errores y deficiencias. 

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