PARA NANDO
Si tienes un cuñado "manitas" que sabe de todo y arregla cualquier cosa, además de otras muchas virtudes, tienes una auténtica joya en la familia, y si te pasa como a mi que le debes miles de favores por todo lo que ha trabajado en tu casa, ninguna tarta será lo suficientemente buena para compensarle. Por eso, desde que se me pasó por la cabeza una tarta en forma de caja de herramientas no descansé, era muy apropiada para su cumpleaños, ya que una caja parecida a esta le acompaña allá donde vaya.
Para hacer esta tarta empecé unos días antes preparando las herramientas que la adornan con pasta de azúcar teñida de diferentes colores. La tarta en sí está formada por un bizcocho de cholocate blanco que vi en la web de Nestlé, con dos rellenos, un ganaché de chocolate y una crema de merengue con maracuyá. Es un bizcocho que queda algo denso, poco esponjoso, pero que para esta tarta me vino bien para que tuviera estabilidad suficiente para aguantar el peso del mazapán de la cubierta y de los adornos. Utilicé un molde rectangular de la forma más parecida posible a la caja de herramientas. Está cubierta con mazapán teñido en dos tonos de color verde. La etiqueta de la marca comercial o logo se imprimió en papel comestible partiendo de un modelo real. Y, el asa y la tapita de la cerradura de color naranja son de pasta de azúcar.
Ingredientes para el bizcocho: (para esta tarta se usaron dos bizcochos bien grandes, que pudieron cortarse en cuatro discos cada uno, aunque no todos me quedaron de la misma altura)
180 gramos de chocolate blanco (usé Nestlé postres)
7 huevos
500 gramos de harina
50 gramos de harina de maíz
400 gramos de azúcar
200 ml. de nata para montar (mínimo 35% mg)
50 ml de leche entera
250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharadita pequeña de bicarbonato
16 gramos de levadura
una pizca de sal
una cucharadita de postre de pasta de vainilla
Ingredientes para el ganaché de chocolate:
340 gramos de chocolate negro
385 gramos de nata líquida
Ingredientes para la crema suiza de merengue con maracuyá
100 gramos de clara de huevo
200 gramos de azúcar
300 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharada de pasta de maracuyá concentrada (yo usé Home Chef)
Si es posible hacer el bizcocho y el ganaché de chocolate el día anterior al montaje de la tarta.
Preparación del bizcocho:
Precalentamos el horno a 170º y preparamos el molde pincelándolo con mantequilla y espolvoreándolo con harina. Sacudiremos bien el exceso.
Derretimos en el microondas a baja potencia o al baño maría el chocolate blanco y dejamos enfriar.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanqueen, batimos aparte ligeramente los huevos y los vamos añadiendo poco a poco al batido de mantequilla y azúcar batiendo a velocidad lenta.
Añadimos la vainilla, la nata y la leche y seguimos batiendo. A continuación añadimos el chocolate blanco que ya tendremos casi templado y mezclamos hasta integrar en la masa.
Tamizamos la harina, harina de maíz, sal, levadura y bicarbonato y la vamos añadiendo poco a poco a velocidad baja a la masa ayudándonos con una espátula.
Pasamos la masa al molde y horneamos a 170 º durante 50 minutos a una hora dependiendo del horno. Cuando pinchemos y salga limpia la brocheta estará listo.
Sacamos del horno, mantenemos en el molde sobre una rejilla unos 10 o 15 minutos y desmoldamos con cuidado.
Cuando esté frío del todo, incluso mejor al día siguiente, cortaremos en discos lo más finos posibles.
Preparación del ganaché de chocolate
Calentamos en un cazo la nata hasta que esté a punto de hervir, añadimos el chocolate troceado o rallado y removemos hasta que se disuelva y se forme una crema brillante y lisa. Dejamos enfriar y dejamos en la nevera hasta el día siguiente. En el momento de usarlo montarlo con varillas como si fuera nata.
Preparación de la crema de merengue con maracuyá.
La crema de merengue es una crema sedosa y suave que se puede dejar fuera de la nevera y que admite colorantes y sabores. Para preparar la crema ponemos las claras y el azúcar en el bol de la batidora si fuera de acero inoxidable o en cualquier otro bol al baño maría (se pone una olla ancha al fuego con unos dedos de agua y el bol donde tenemos las claras, que ha de ser algo más pequeño, se coloca dentro) y sin dejar de batir esperamos a que se caliente sólo hasta que notemos que el azúcar se ha disuelto (unos 4 minutos). Retiramos del fuego y montamos estas claras en velocidad alta hasta que se formen picos (unos 10 minutos). Debe estar fría antes del siguiente paso que es añadir la mantequilla para que no se derrita.
Bajamos la velocidad de nuestra batidora y vamos añadiendo la mantequilla en dados poco a poco. Notaremos como la crema va cambiando de textura, primero será una crema suave, luego pasa a estar algo grumosa y con aspecto de cortada y al seguir batiendo vuelve a estar suave. Hay que batir al menos otros 10 minutos.
Una vez hecha podemos añadirle sabores. En este caso añadimos una cucharada generosa de pasta de maracuyá y batimos hasta que se integre bien.
Montaje de la tarta
Cortamos los bizcochos en capas como ya vimos y, sobre un cartón pluma del tamaño justo de la base, vamos alternando una capa de bizcocho con la crema de chocolate, otra capa de bizcocho y la crema de maracuyá. Al acabar, llevamos a la nevera por unas horas. Cuando esté bien frío sacamos y "tallamos" la tarta. En este caso sólo tuve que hacer unos cortes en forma de trapecio para obtener la forma de una caja de herramientas, un poco más pequeña en la base que en la zona de la tapa. Cubrimos toda la superficie con la crema de maracuyá alisando todo lo posible y guardamos en la nevera, Si queremos congelar en este punto, cubrimos con un film y guardamos en el congelador. Para descongelarla la pasaremos el día anterior a la nevera y unas horas antes del acabado la sacamos.
Finalmente la cubrimos y colocamos los adornos. En este caso se cubrió con mazapán teñido de verde, añadiendo sólo los elementos de color naranja en pasta de azúcar, es decir, el asa y la pestaña de cierre, para ello estiramos el mazapán ya teñido y vamos cortando paneles, uno para cada lado. Para tapar las esquinas cortamos otro trozo rectangular que colocamos simulando el refuerzo que tienen las cajas reales. Finalmente colocamos la tapa de una sola pieza. El mazapán es más difícil de estirar que el fondant, y el acabado no es tan perfecto, pero es muy rico de sabor.
Y así era por dentro la tremenda caja de herramientas.
¡Hasta la próxima!