Con la llegada del otoño, para muchos de nosotros, se inicia una nueva temporada de horneado, sean tartas, cupcakes, bizcochos...(aunque he de reconocer que con este verano tan especial que hemos tenído por esta zona, no he abandonado esa pasión demasiado, jeje).
Y como no podía ser de otra manera en el inicio de cada estación, me dispongo a hacer varias recetas con unos de los productos que nos brinda la naturaleza en esta temporada con el que se pueden hacer múltiples variaciones de recetas, tanto para los postres como para la comida en general.
Y si hablamos de un producto de esta temporada y encima sano, no me imagino otra cosa sino: CALABAZA, ese recurso que en nuestras recetas no nos cansamos de utilizar, ya sea en tartas, cupcakes, galletas...ufffsss!!!, menos mal que es muy sano y nos disminuye la sensación de culpabilidad cuando la disfrutamos en cualquiera de sus versiones dulces.
Comienzo este recorrido por los diferentes postres en los que podemos aprovechar la calabaza con una tarta que, como conté que me pasaba con el arroz con leche, que me recordaba tanto a cuando pasaba mucho tiempo de mi infancia en casa de mi abuela, con esta rica tarta que no puedes dejar de hacer, me pasa algo parecido, a lo mejor no es un recuerdo tan arraigado en mi memoria y especial como el del olor al arroz con leche y ese sabor tan significativo, pero no puedo evitar recordar esos bocados inolvidables en su casa o en cualquier evento que hacíamos en los que nunca podía faltar esta inolvidable e imprescindible receta de su tarta de calabaza. Es una espectacular y rica forma de aprovechar esa calabaza que tienes por casa, que te regalaron...o simplemente, que compraste porque te apetece hacer un postre con este sano producto de temporada. No lleva demasiado trabajo, lo único es lo que tarda en guisarse u hornearse la calabaza, para poder hacer el puré y lo que tarda en hornearse, ya que es una masa muy líquida y te lleva más o menos, dependiendo del horno, una hora y media. De resto, la preparas en un plis plas, jeje, y te prometo que va a desaparecer de la bandeja donde la coloques en menos de lo que canta un gallo. ;-)
¡¡Y pasamos a la receta!! Ingredientes:
- 1 kg. de Calabaza.
- 2 Ramas de Canela.
- La Ralladura de un Limón verde.
- Matalaúva o Anís en grano al gusto.
- Sal gorda al gusto.
- Una lata pequeña de Leche Condensada.
- 5 Huevos M.
- La medida de la lata de leche condensada de Leche entera.
- Menos de la medida de la lata de leche condensada de Azúcar.
- La mitad de la medida de la lata de leche condensada de Aceite de Oliva Suave.
- 1 medida de la lata de leche condensada de Harina de Repostería.
- 1 sobre de Levadura.
- Lo primero que tienes que hacer, si quieres, desde el día anterior al que vayas a hacer la tarta, es guisar la calabaza en un caldero con agua que la cubra, a fuego medio-bajo, junto con la sal gorda, las ramas de canela, el anís o matalaúva y la ralladura del limón. (Este paso también lo puedes hacer en el horno, en vez de en el fuego pero, yo lo hice a la manera de mi abuela).
- Cuando la calabaza esté guisada u horneada, la apartas y viertes en una colador para que escurra, retirándo la canela y dejando que escurra, si quieres, toda la noche tapada con un paño.
- No es estrictamente necesario pero, si quieres, cuando la calabaza se enfríe, puedes triturarla y conseguir esa textura de puré, pero, otra forma es escacharla con la ayuda de un tenedor.
- En el momento en el que vayas a hacer la tarta, precalientas el horno a 150 grados y mezclas los ingredientes en un bol, añadiéndo los huevos uno a uno, el azúcar y la leche condensada, seguido de la harina y la levadura hasta conseguir una mezcla suave y ligera.
- Le añades la calabaza y el limón y mezclas hasta que se integre.
- Viertes la mezcla en un molde engrasado. (Yo utilicé uno cuadrado de 20 cm).
- Horneas con el calor arriba y abajo hasta que pinches y salga limpio. Más o menos durará una hora y media, porque la mezcla es muy líquida y se va horneando poro a poco a temperatura baja.
¡¡Feliz día!! ¡¡No dejes de sonreir!! :-)