Siempre que voy a un restaurante de postre no suelo pedir nada porque no soy muy de dulce, eso si, un chupito de crema de orujo no me lo quita nadie. Yo creo que esa es la razón por la que me ha gustado tanto esta tarta porque la crema de orujo me encanta. Normalmente los dulces que hago los suelo dar a la familia o a mi novia, ellos encantados claro, os aseguro que esta vez la mitad de la tarta se queda en casa jejeje. Al ser una tarta de crema de queso fría es muy sencilla de hacer, lo único que tiene un poco de misterio es montar la nata y para ello os aconsejo que metáis en el congelador el bol donde lo vayáis a montar y la nata tiene que esté muy fría, sino será muy difícil que se monte la nata. Espero que os guste esta tarta tan rica de crema de orujo y queso Mascarpone. Os dejo aquí otras recetas de tartas de queso que he hecho anteriormente. Un abrazo muy grande.
- Tarta de queso y caramelos de violeta
- Tarta de queso y fresas
- Crema de queso con naranja y canela
Ingredientes para un molde de 18 cm de diámetro Para la base de galleta
- 12 galletas digestivas
- 75 gramos de mantequilla derretida.
Para la crema de orujo
- 250 ml de nata para montar
- 250 gramos de queso Mascarpone
- 100 ml de crema de orujo
- 100 gramos de azúcar
- 1 yogur griego
- 5 hojas de gelatina
- 15 ml de leche caliente para disolver la gelatina
Para la gelatina de café
- 125 ml de agua
- 1 cucharada de café soluble
- 1 cucharada de azúcar
- 2 hojas de gelatina
Elaboración 1.- Ponemos las galletas digestive en un vaso de batidora para triturarlas. 2.- Trituramos las galletas hasta que quede un polvo fino. 3.- Agregamos a las galletas trituradas la mantequilla derretida y mezclamos muy bien. 4.- Colocamos en la base del molde la mezcla de galletas y mantequilla, aplastamos bien para formar la base de la tarta. Metemos en el frigorífico una hora mínimo para que se solidifique. 5.- Mientras tenemos la base en la nevera vamos hidratando las hojas de gelatina en agua fría durante unos 4 minutos. Para disolverlas y agregarlas a la crema las mezclaremos en un vaso con una par de deditos de leche caliente. Introducimos las hojas en la leche caliente y mezclamos muy bien hasta que se disuelvan. 6.- Mezclamos en un bol el queso Mascarpone, el yogur griego, el azúcar, la gelatina que hemos hidratado previamente y la crema de orujo. Tiene que quedar una crema homogénea sin grumos. 7.- Montamos la nata. La nata debe de estar fría y el recipiente igual. Yo el recipiente lo mojo un poco por fuera con agua y lo meto al congelador 15 minutos antes para que esté helado. He montado la nata con unas varillas eléctricas porque a mano es un poco pesado. 8.- Agregamos la crema de queso y orujo a la nata montada. 9.- Mezclamos con movimiento envolventes para que no se baje la nata y quede una crema buenísima. 10.- Sacamos el molde de la nevera y vertemos la crema encima de la base de galleta. Lo metemos 4 horas otra vez en el frigo para que se cuaje bien la tarta. 11.- Para la gelatina de café: ponemos un cazo al fuego el agua, el azúcar y el café soluble, cocemos hasta que se haya disuelto el azúcar y quitamos del fuego. Incorporamos la gelatina que ya tendríamos hidratada y escurrida como antes hemos hecho con las otras hojas, removemos muy bien hasta que se disuelva y dejamos enfriar un poquito. Vertemos por encima de nuestra tarta de queso que hemos sacado de la nevera y volvemos a introducir en la nevera otra hora para que se solidifique la gelatina y listo.