La temporada de espárragos verdes es muy corta, razón por la cual hay que tratar de aprovecharla al máximo. Claro, que si les gustan los espárragos... Como ése es mi caso, les propongo hoy preparar una tarta deliciosa con estos distinguidos protagonistas principales.
Es indudable que las tartas son muy prácticas y nos ofrecen una variante más a la hora de integrar vegetales a nuestra dieta sin que los menos interesados ofrezcan mucha resistencia. Hoy, aquí y ahora, les ofrezco una receta que gustará a todos porque la masa tiene un toquecito muy tentador y el relleno es de sabor suave y delicado, a la vez que bien gustoso.
Bueno, me dejo de tantas presentaciones y les ofrezco el listado de ingredientes que necesitarán para realizar esta preparación.
¿Comenzamos con la masa? En un bol, colocá 1 cucharadita de sal (usaremos poca sal porque la masa tendrá queso rallado) y 190 cc. de agua tibia. Añadí 1/2 pocillo de aceite neutro. Revolvé con cuidado hasta que la sal se disuelva y el agua junto con el aceite formen una emulsión. Luego, incorporá por etapas 200 gramos de harina común (puede ser leudante) y 50 gramos de harina integral fina. Mezclá con espátula o cornet y añadí 25 gramos de queso rallado o en hebras (yo utilicé en hebras descremado porque me gusta que se note la textura del queso en la masa).
Una vez integrado, sobre la mesa de trabajo ligeramente enharinada, amasá estirándo con las manos y volviendo a enrollar hasta obtener una masa suave y tierna. Esto te llevará unos 5 minutos de trabajo. Dejá descansar el bollo de masa mientras preparamos el relleno de esta deliciosa tarta. Luego, estirala con palote y cubrí con ella una tartera (o pizzera) a la que peviamente rociaste con rocío vegetal. Cocinala por unos 5-10 minutos (es sólo para hacerle un piso antes de colocar el relleno) en horno moderado a 180° C. Si no tenés tiempo o ganas de dejar descansar la masa, no importa, podrás estirarla en pocos minutos sin mayores inconvenientes.Ahora, nos dedicamos al relleno...Lo primero será limpiar y preparar 1 atado o paquete de espárragos (orgánicos, mucho mejor). Sólo retirales las partes duras y demasiado fibrosas de los tallos (generalmente, sólo es necesario descartar la parte final de los tallos que son duros y más blanquecinos). Luego, colocalos en forma de enrejado o de treillage - sí, como las estructuras enrejadas de jardín que utilizamos para que trepen algunas plantas - en la vaporiera. Se ubican de ese modo para que reciban todos por igual el vapor de cocción. Si no tenés vaporiera, podés cocinarlos en una olla alta porque el atado debe entrar parado en ella. En ese caso, cubrí con agua los espárragos, excepto las puntas o yemas que, por ser tan delicadas, deberán cocinarse con el vapor que se genere dentro de la olla. ¿Tiempo de cocción? Unos 10-15 minutos. Una vez cocidos los espárragos, cortalos en porciones rústicas de unos 3 cm. de largo (¿Qué quiero decir con rústicas? Que no es necesario que midas los trocitos o porciones con regla o metro). Asimismo, picá 1 cebolla y rehogala en 1 cucharada de aceite neutro. Condimentá con un poquito de sal para que la cebolla sude. Luego, añadí los espárragos troceados e incorporá 80 cc. de leche descremada y 70 gramos de queso crema descremado o light. Sazoná con sal, pimienta y nuez moscada. Cociná a fuego medio o bajo por algunos minutos, cuidando que la leche no hierva y el queso crema no se corte.Aparte, disolvé 3 cucharadas de almidón de maíz en 20 cc. de leche descremada e incorporalo, sin dejar de revolver, en la mezcla de vegetales. Una vez que espese, apagá el fuego y rectificá la sazón si fuera necesario.
Volcá el relleno sobre la masa extendida en la tartera (puede o no haber pasado por el horno como ya te lo expliqué) y cubrí con una abundante lluvia de queso rallado. Llevá al horno hasta que se dore la masa y se gratine el relleno, lo que sucederá en unos 15 a 20 minutos.Sin demasiado esfuerzo obtendrás una tarta distinguida, con mucho sabor y bien cremosa sin emplear ingredientes demasiado pesados o grasosos.
Antes de despedirme, quiero recordarles algunas de las bondades y beneficios de los espárragos (además de los obvios de comer productos de estación): Desde el punto de vista nutritivo, son de los alimentos que menos calorías aportan (sólo 18 calorías por cada 100 gramos) porque tienen bajos contenidos de hidratos de carbono y grasas. Son ricos en agua y fibras nutricionales, vitaminas C, B1 (tiamina), B2 (riboflavina), y minerales como calcio y potasio. Por todo esto, les recomiendo que los prueben y aprovechen en este momento que están en su punto justo, aquí en el hemisferio sur.
Espero que les guste mi propuesta y se entusiasmen con prepararla. Nos encontramos la semana próxima. ¡Qué la pasen muy bien!