Nunca subestimen el poder de una tarta. Y menos si es de fresas y nata. Su seductora apariencia compuesta por pureza, aportada por la nata el y rojo-pasión que le atribuye las fresas, esconde un bizcocho que remata este magnífico postre con su esponjosidad. Por no hablar de los sabores, que son un clásico que conquista. El bizcocho llevaba vainilla. Magnifique.
Una tarde de repostería es un plan irremediablemente bueno para desconectar. Tal y como os afirmo en Instagram, “Get lost in the kitchen, the best way to disconnect”, cocinar es una perfecta manera de desconectar.
Esta tarta merece la pena. Sino, juzgad vosotros mismo por la pinta. Os propongo e insisto que la hagáis, este finde por ejemplo; no os asustéis del tocho que he escrito. En realidad, es bastante facilita. Seguid las pautas que os doy y seguro que os sale genial! Si os animáis a hacerla, quiero ver la foto del resultado Bufff, me están entrando unas ganas de comerme un trozo ahora mismo. DIOS. Menos mal que me queda un cacho para desayunar mañana jajaja. Ñam!
Debo decir que al principio esta tarta iba a llevar chocolate blanco (de sólo pensar en un postre consistente de chocolate blanco y fresas, se me hace la boca agua), pero como a mi guapita Naroa, el chocolate no le va, lo he excluido. Pero la semana que viene haré un bizcocho de chocolate con fresas, sin falta.
Ah, y si sois adictos al chocolate negro, aquí os dejo el link de la recién publicada Sachertorte. Se hace de manera parecida a esta. Pasen y vean. Y babee, y enamórense, y háganla que está divina, al igual que esta.
Vayamos con la receta, amores. ♥
Ingredientes:
Para el bizcocho
- 3 huevos
- 150 ml. de leche entera
- 200 gr. de harina
- 150 gr. de azúcar
- 100 gr. de mantequilla
- 1 sobre de levadura Royal
- 3-5 fresas picadas
- unas gotas de esencia de vainilla (opcional)
- 500 gr. de nata para montar (que antes haya estado en el frigo)+ 100 gr. de azúcar
- 300-400 gr. de fresas (aproximadamente)
Modo de preparación:
- Empezamos preparando el bizcocho y para ello ponemos en un bol grande la harina. Batimos los huevos junto con el azúcar y los añadimos a la harina. Echamos la leche y la vainilla y removemos. Derretimos la mantequilla en el microondas y la añadimos también. Mezclamos bien todo hasta integrar bien los ingredientes y conseguir una crema homogénea.
- Añadimos las fresas y la levadura y volvemos a mezclar. Finalmente echamos la masa a un molde forrado con papel para hornear y horneamos a 180 grados sin abrir el horno hasta que al meter un palillo salga limpio. Sacamos y dejamos enfriar.
- Mientras se enfría el bizcocho, montamos la nata junto con el azúcar hasta que haya adquirido una textura cremosa. Este paso es muy importante, hay que tener cuidado porque si nos pasamos mezclándola, puede cortarse. La introducimos en el congelador un ratito y cortamos las fresas en dados según el gusto para decorar la tarta.
- Cortamos el bizcocho por la mitad con cuidado y untamos una lámina con nata, cubrimos con las fresas picadas. Ponemos por encima la otra lámina y cubrimos toda la tarta de nata. En el medio echamos las fresas picadas restantes.
* Podéis degustarla en el momento o dejarla en el frigorífico para el día siguiente. Yo la he probado al momento. El segundo día la nata se había puesto más firme. Pero ojo, es muy importante conservarla en el frigorífico. DISFRUTADLA!