Se dice que la manzana es de las frutas más sanas que hay y, aunque esto no sea del todo cierto, su sabor y textura la convierten en una de las reinas de la confección de dulces, sobre todo de tartas. Además, como la manzana no es una fruta de temporada, es posible conseguirla en cualquier época del año. Así que siempre se está a tiempo de preparar un postre nutritivo y delicioso con ellas.
Dentro de la amplia variedad de recetas de tarta de manzana se encuentra la tarta de manzana crumble, también conocida como tarta de manzana holandesa o dutch apple pie. Esta destaca entre el resto por servirse caliente y por su masa crujiente. De hecho, este tipo de masa es muy sencilla de preparar. En páginas como vadetartas se pueden encontrar esta y otras recetas que demuestran que hacer masa de tarta casera es realmente fácil y económico.
El crumble, una receta tradicional
Se denomina crumble a la masa que se desmigaja sobre la superficie de la tarta, quedando así, tras el tiempo exacto en el horno, esponjosa a la par que crujiente. Se elabora con una mezcla de harina, mantequilla y agua. Dependiendo del tipo de receta se le agrega azúcar, sal y otras especias como la canela. La masa se desmigaja para combinarla de forma habitual con todo tipo de frutas e incluso con otros ingredientes salados si se busca realizar un entrante diferente para la ocasión.
Esta receta nació durante la Segunda Guerra Mundial como método para paliar el hambre al necesitar mucha menos harina. Esta era un ingrediente fundamental y utilizado en muchas recetas, de ahí que se midiese muy bien su utilización para conseguir el mayor número de platos posibles.
Actualmente, a esta masa también se le pueden añadir otros elementos para mejorar su textura y sabor como galletas desmenuzadas, cereales e incluso frutos secos.
Por último, se recomienda acompañar al crumble, si se opta por la versión dulce del mismo, con algún otro elemento fresco, ya que se sirve normalmente caliente. Helado o crema pastelera de sabores suaves como la vainilla o la nata consiguen que esta tarta tan sumamente sencilla sorprenda a todo tipo de paladares.
Receta de la tarta de manzana crumble
Se recomienda preparar el relleno con antelación para que la fruta, en este caso la manzana, absorba el sabor de todos los ingredientes. Para ello se necesita:
120 gr de mantequilla
45 gr de harina
60 ml de agua
200 gr de azúcar
8 manzanas
Una vez se tienen todos los ingredientes, se pelan las manzanas y se cortan a trocitos pequeños, preferiblemente en menudos cuadraditos. Una vez estén todas cortadas, se mezclan con el resto de ingredientes en un cazo. Se debe cocinar hasta que la manzana esté tierna y tome una coloración oscura parecida al caramelo. Tras esto, se deja reposar hasta que se enfríe.
Lo siguiente es preparar la masa crumble. Para ello solo se necesita:
125 gr de mantequilla
125 gr de azúcar
190 gr de harina
Finalmente, solo queda montar la tarta. Se estira la masa con un rodillo hasta que quede completamente uniforme para añadir, a continuación, los trocitos de manzana que se han reservado. Se recomienda un molde de tarta de unos 28 cm para acomodarla.
El resto de la masa sobrante se desmigaja para cubrir la superficie. Por último se introduce en el horno, que debe haberse precalentado a 180 ºC. El tiempo de horneo no debe superar los 40 minutos. Siempre es preferible que quede ligeramente cruda para que termine de hacerse al final a que la masa quede reseca. Servir, siempre que se pueda, templada y acompañada de helado o crema.