Ingredientes:1 kg de fresas4 huevos
250 gr de queso crema400 gr de azúcar1 vaso de leche4 rebanadas de pan de molde sin corteza1 sobre de levadura en polvopizca de sal2 hojas de gelatinacorazones de azúcar
- Primero haremos la confitura de fresa. Lavamos las fresas y les quitamos las hojitas verdes. Cortamos medio kilo de ellas en trocitos muy pequeños y los mezclamos con 250 gr de azúcar. Colocamos las fresas y el azúcar en un cazo y lo ponemos a fuego medio. Dejamos que se vaya cociendo y reduciendo removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Tiene que quedar una textura de puré. Luego le damos un toque de triturado con la batidora (solo un toquecín) y dejamos enfriar.
- Precalentamos el horno a 160º
- En un bol batimos los huevos y el azúcar restante. Añadimos el queso, el pan remojado en la leche, la levadura y la sal y trituramos todo con la batidora, hasta que quede fino.
- Templamos la mezcla en un cazo sin que llegue a hervir.
- Vertemos en un molde de corazón desmontable que habremos engrasado con un poquito de aceite o mantequilla.
- Horneamos 1 hora y 15 minutos a 160º.
- Dejamos enfriar la tarta en el horno y con la puerta cerrada.
- Una vez fría veremos que la tarta se ha bajado y queda como una especie de hueco en el medio con la forma de corazón.
- Remojamos la gelatina en agua fría.
- Ponemos a calentar la confitura de fresas y le añadimos la gelatina bien escurrida. Removemos para que esta se funda y se mezcle.
- Añadimos la confitura sobre el hueco de la tarta. Puede que resulte mucha cantidad.
- Dejamos enfriar.
- Cortamos las fresas que nos quedan por la mitad (procuraremos que todas tengan el mismo tamaño).
- Vamos colocando las mitades de fresas al rededor de la tarta y luego adornamos con los corazones de azúcar.