Pero bueno, al lío. Hoy os traigo una receta muy sencilla y con una fruta de temporada. Que tendremos que aprovechar las maravillosas fresas que tenemos y sacarles partido. Si a eso os digo que las he combinado con mi debilidad en tartas, las de queso, el resultado lo veis seguidamente. Y me ha venido fenomenal porque así puedo participar en el reto que lanza este mes en el blog Las cosas ricas de Gaby
Os confieso, eso sí, que a mí las fresas me encantan solas, a palo seco. Bien lavaditas, cogidas por el rabito y pa'dentro, jijjiiii.
¿Y lo de "expres"? porque es la tarta de queso que suelo hacer (de hecho ya la publiqué hace unos meses combinándola con higos) y solo le he añadido las fresas partidas por la mitad por encima de la tarta antes de introducirla en el horno.
Precalentar el horno a 180º. Enmantequillar un molde desmontable y forrarlo con la masa brisa. En un cuenco batir los huevos con el azúcar hasta que blanquee. Incorporar la tarrina de queso y batir hasta que esté todo integrado. Volcar encima de la pasta brisa. Lavar las fresas y cortar por la mitad. Cubrir la tarta de queso e introducir en el horno, sobre unos 30 minutos. Ir vigilando hasta que empiece a ponerse doradita y al pincharla, sale limpio el palillo.