A esta receta le llamo yo "el descubrimiento en postres del verano". Y es que lo mío con la repostería es una relación de amor odio... me encanta pero hay que ver lo difícil que me resulta!.
Esta es una receta bien fácil y por eso me encanta, da un resultado super bueno y además de buenísima, a la vista tiene un aspecto muy bonito. Una deliciosa mezcla entre la crema de leche y el crujiente de la masa filo, os la aconsejo de verdad.Es una receta para hacer los domingos en casa, para llevar cuando vamos invitados o simplemente porque nos apetece un dulce.
La descubrí en el blog "Cuinant", y la receta original se denomina Ruffle Milk Pie. Yo la he llamado
TARTA ENROLLADA DEPASTA FILO Y LECHE
INGREDIENTES:
1 Paquete de masa filo80 gr. de mantequilla derretida400 ml de leche (yo desnatada)80 ml. de nata4 huevos120 gr de azúcar moreno120 gr. de azúcar glass (yo moreno convertido a polvo en thermomix)1 rama de canelala cáscara de 1 limóncanela en polvoFrutos secos y pasas para adornar
Paso 1: En un cazo ponemos a calentar la leche con los 120 gr. de azúcar, la rama de canela y la corteza del limón. Cuando empieza a hervir apagamos y reservamos para que se enfríe.
Paso 2: Mientras fundimos la mantequilla y pincelamos un molde redondo (El mío tenía 20 cm de diámetro y quedó bastante bien). Vamos untando las láminas de pasta filo y formando rosetones con ellas y colocando en el molde formando un círculo con una o dos en el centro (según el molde haremos la forma que mejor se adapte).
Paso 3: Calentamos el horno a 180º. Espolvoreamos con canela las flores de masa filo y horneamos durante 20 minutos.
Paso 4: Mientras batimos los huevos con el azúcar glass y incorporamos la leche que teníamos preparada colada y templada.
Paso 5: Transcurridos los 20 minutos sacamos las rosas del horno y vertemos en el molde la mezcla de huevos azúcar y leche. Introducimos nuevamente en el horno y horneamos 30 minutos más.
Paso 6: Sacamos y adornamos con frutos secos, pasas y azúcar. Dejamos templar y a la mesa.
Esta tarta es aconsejable hacerla el día que vayamos a tomarla y no meter en la nevera ya que queda muy sabrosa templada o fría pero del tiempo y la masa nos sigue quedando crujiente. Si reservamos en el frígo la masa se reblandecerá y perderá la textura.