Hoy tenemos mucho para celebrar y lo hacemos con una
tarta helada de chocolate sin huevos, harinas, lácteos, ni azúcar: cinco años desde que abrimos este blog, nacido casi por accidente.
Mi chico, informático, haciendo sus pruebas caseras particulares, me pidió que le ayudara con algo y a mí, que me gustaba escribir y la fotografía, se me ocurrió poner un par de recetas y retratarlas…
Cuando nos dimos cuenta teníamos un proyecto en marcha, que desde que nació no ha parado de crecer y cambiar. Hemos tenido “arranques de caballo con sus paradas de burro”; hemos tenido períodos de continuidad, aunque a veces hasta sin saber de dónde sacar el tiempo para mantenerlo; ha habido días de inspiración y días que mejor no haberse levantado, con ciberataques incluidos fuera de programación; hemos conocido a personas fantásticas gracias a este blog y yo particularmente he constatado que compartiendo lo que soy y lo que sé me siento más humana…
No ha sido una vez sino varias y no pocas las que me he planteado cerrar esta puerta del ciberespacio, pensando en los cientos y miles más que hay; pensando en cuánto esfuerzo y cuántas horas invertidas se escurrían de mi tiempo, cuando podría haberlo dedicado a otras cuestiones particulares que también me llamaban (lectura, deporte, estudios, etc). Pero no: me atrapa la magia que se crea cada día a la hora de preparar algo para comer. Es el ritual donde la intención, la emoción, la percepción y la intuición mezclan en perfecto equilibrio unos ingredientes para convertirlos en alimento para saciar el hambre, calmar la ansiedad y aliviar la presión a la que la vida moderna nos somete. Es el momento donde uno se plantea si la pócima de Astérix no existe solo en una viñeta… y las energías del Cielo y de la Tierra se materializan en el plato: los ingredientes de la Tierra con el toque personal y único que cada uno de nosotros imprime al cocinarlos. Eso es lo que me apasiona.
Da la misma receta a 10 cocineros distintos y cada uno de los platos elaborados será diferente… Y es que cada uno pone un poquito de su propia alma.
Ese es el motivo por el que sigo aquí: me mantiene viva. Y compartir eso cada receta que tengo oportunidad de colgar, es lo que me ayuda a sentirme libre cada día. GRACIAS a todos y cada uno de vosotros por leerme, apoyarme y permitirme continuar.
También es hoy nuestro aniversario de bodas. Parece que el 11S al fin y al cabo no es solamente negro zulú! Como la vida nos canta todos los días:
nada es del todo negro ni del todo blanco… Todo es cuestión de encontrar motivos con los que adaptarse y ser feliz.
Receta Tarta helada de chocolate sin huevos, harinas, lácteos, ni azúcar
Según la forma tradicional
Ingredientes (para raciones)
Para la base
130 g de almendra cruda molida sin piel
120 g de dátiles
1 chorrito de agua
1 pizca de sal
Para el relleno
130 g de anacardos remojados toda la noche
100 g de manteca de coco
100 g de crema de avellanas y chocolate
200 g de malta de arroz
20 g de cacao puro 100%
1 pizca de sal
Para la decoración
125 g de carne de aguacate (ya limpio sin hueso ni piel)
40 g de malta de arroz
20 g de cacao en polvo
15 g de aceite de coco
Preparación
Para la base
1.- Trituramos las almendras y los dátiles con un chorrito de agua, para ayudar a que quede todo como una masa.
2.- Ponemos papel de horno en el fondo del molde y sobre el mismo, extendemos la masa anterior de la manera más repartida posible, para que la base quede homogénea. Reservamos.
Para el relleno
3.- Escurrimos los anacardos y los lavamos cambiando las aguas un par de veces o tres. Introducimos a la batidora.
4.- Por otra parte, ponemos al baño María la manteca de coco hasta que se deshaga y quede líquida. Reservamos.
5.- Ponemos el resto de ingredientes en la batidora junto a los anacardos (la manteca de coco derretida, todavía no). Trituramos. Sacamos a un bol.
6.- Mientras removemos sin parar, agregamos lentamente la manteca de coco derretida sobre el contenido del bol. Mezclamos a conciencia, que quede todo bien integrado. Si metiéramos la manteca caliente en la batidora podría quedar el aceite separado y esto no lo queremos.
7.- Depositamos la mezcla dentro del molde, sobre la base de almendras y dátiles. Cubrimos con film transparente la parte superior del molde e introducimos al congelador por espacio de 8 horas.
Para la decoración
8.- Sacamos la tarta y la desmoldamos. Conservamos en el congelador hasta que vayamos a decorarla.
9.- Ponemos todos los ingredientes en una batidora y trituramos hasta que quede una pasta homogénea.
10.- Introducimos la pasta en la manga pastelera y hacemos los dibujos que queramos: líneas transversales, flores, escribimos algo… siempre teniendo en cuenta que el color de fondo y el de la decoración de esta receta son ambos de color chocolate.
11.- Podemos conservar la tarta en el congelador hasta su consumo, para el que la sacaremos 20 minutos antes. Feliz y dulce celebración!
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