Esta es la tarta que preparé para el cumpleaños de mis sobrinos. Como era un día de campo y había que transportarla y mantenerla opté por congelarla y quedó de maravilla. Al descongelarse queda igual y no se desluce nada.
Esta receta la tenía anotada de Onega, "Magia en la cocina" . Es un blog que me gusta mucho porque tiene unas tartas y dulces magníficos. Es fácil de preparar, y como todas las de este tipo quedan mejor al día siguiente.
Y esta es una porción que sobro y me llevé a casa. Mirad que aspecto totalmente descongelada
Es una tarta familiar, utilicé un molde desmontable de 26cm.
INGREDIENTES
-un paquete de galletas maría clásicas
-100g. de mantequilla a temperatura ambiente
-500g. de queso batido 0% materia grasa
-2 yogures griegos
-100g. de azúcar (Onega pone 150g.)
-una cucharadita tamaño postre de azúcar vainillado
-100ml. de zumo de limón y la ralladura de dos de ellos
-dos cartones de 200ml. de nata para montar
-10 hojas de gelatina
-una gelatina de limón para la cobertura
PREPARACIÓN
para hacer la base trituramos las galletas en una picadora o bien sobre papel de periódico las trituramos con una botella. Cuando estén bien trituradas las ponemos en un bol y ponemos la mantequilla derretida. Podemos derretirla en el micro o en un cazo al fuego al mínimo. Lo juntamos bien. En el molde desmontable ponemos alrededor un papel de horno recortado para que luego al desmoldarla quede más bonita. Ponemos la mezcla de galletas y aplastamos bien con una cuchara sopera hasta que quede la superficie uniforme.
Metemos a la nevera para que endurezca un poco y quede una base firme. En otro bol ponemos agua del grifo y echamos las hojas de gelatina para que se vayan hidratando. Mirad, estas son.
Con 10m. será suficiente.
Ahora montamos la nata y la reservamos.
En un bol grande ponemos el azúcar, el zumo y la ralladura de un limón, el azúcar vainillado, el queso batido y los yogures. Batimos bien hasta tener una mezcla homogénea. Esta es la cantidad de zumo de limón para que os oriente en caso de que no tengáis medidor.
Separamos un poco de esta mezcla en un cazo mediano y lo ponemos al fuego suave. Cuando empiece a calentarse ponemos las hojas de gelatina escurridas.
Esto es para que se deshagan bien. Movemos un poco y veremos como se deshacen enseguida y se integran en la mezcla. Ahora lo añadimos a la mezcla del bol grande y movemos bien. A continuación ponemos un tercio de la nata montada y mezclamos bien.
Ahora el resto de la nata y esta vez la mezclaremos con movimientos suaves hasta que esté bien integrado.
Sacamos el molde de la nevera y vertemos la crema en él. Llevamos de nuevo a la nevera hasta que cuaje, unas tres horas.
Una vez cuajada vamos a preparar la cobertura. He optado por una gelatina de limón que es más fresca y menos calórica que la mermelada. Preparamos la gelatina con un sobre según indique el fabricante y la dejamos templar un poco per tampoco demasiado que si no empezará a cuajar. Ponemos la gelatina vertiéndola con cuidado sobre la tarta ya cuajada y espolvoreamos la ralladura de otro limón.
La metemos a la nevera o llevamos al congelador. De cualquier forma no quitaremos el papel de alrededor hasta el momento de servir. Mirad, aquí está congelada.
Y aquí en el momento de tomarla, aún un poco congelada.
Espero que os haya gustado tanto como a mi. Es fantástica para un día de verano.