En todas las familias hay una "cuqui", una "divina", y si esa en cuestión cumple 19 años, estos conceptos los podemos elevar a la enésima potencia. Si esto os pasa en vuestra familia ya sabéis a qué me refiero...la edad del pavo "versión actualizada". Etapa de transición entre la adolescencia y la edad adulta en la que tardan: 4 horas en elegir "atuendo" para salir a la calle, 3 horas y media en plancharse el pelo, 2 horas más en mirarse al espejo para ver si todo cuadra y no hay nada en el estilismo que chirríe...y así sucesivamente hasta que unas 8 horas más tarde de haber empezado a arreglarse se dan ellas mismas la aprobación para salir a la calle. ¿Es o no?
Deliciosa y pizpireta. María en estado puro. Dificultad: para los que se inician en el uso de las varillas eléctricas.
Tiempo de preparación aproximado: de las que se preparan de un día para otro.
Raciones: 12-14
Molde: 23 cm. desmoldable + otro un poco más grande para hornear la base de bizcocho.
INGREDIENTES
Para la base de bizcocho:
- 3 huevos "M" a temperatura ambiente
- 60 g. de azúcar
- 60 g. de harina de repostería
Para la crema:
- 1 l. de leche (entera, semi o desnatada)
- 2 sobres de gelatina de fresa
- 400 g. de queso de untar tipo Philadelphia
- 400 ml. de nata para montar
- 120 g. de azúcar blanquilla
- 4 cucharadas soperas colmadas de mermelada de fresa
- Nota: como veis, no se utilizan Petite suisse para su elaboración, pero el sabor de esta tarta sí que recuerda a este delicioso postre, de ahí su nombre.
- 200 ml. de nata para montar (35% mg.)
- crocanti de almendra
- caramelos picota de cereza o similar
De la base de bizcocho:
- Precalentamos el horno a 180º, en la posición "arriba y abajo".
- Separamos las yemas de las claras y ponemos cada cosa en un bol.
- Con las varillas eléctricas montamos las claras a punto de nieve y reservamos.
- Batimos las yemas con el azúcar un par de minutos hasta que la mezcla blanquee. Incorporamos la harina tamizada y mezclamos con una espátula o varilla de mano suavemente.
- Añadimos las claras montadas y mezclamos con movimientos envolventes para que no se nos bajen.
- Engrasamos el molde con un poco de aceite de girasol o mantequilla. Vertemos la masa y alisamos bien con la espátula.
- Introducimos en el nivel medio del horno y horneamos unos 20-25 minutos, o hasta que veamos que ya ha cogido un tono dorado.
- Una vez hecho, sacamos y dejamos enfriar por completo (se enfría enseguida).
- En un cazo ponemos a calentar 500 ml. de leche.
- Mientras se calienta ponemos en un bol los 500 ml. restantes a los que añadiremos los 2 sobres de gelatina. Removemos con una varilla de mano.
- Una vez empiece a hervir la leche, apartamos del fuego y añadimos el contenido del bol. Vamos removiendo hasta que los polvos de la gelatina se disuelvan por completo.
- Añadimos el azúcar, el queso de untar y la nata. Removemos bien hasta que quede todo perfectamente integrado y apartamos del fuego.
- Ahora añadimos la mermelada. Si nos gusta notar los trocitos que lleva, la añadimos tal cual, removiendo hasta que quede bien mezclado. Si no nos gustan los trocitos, ponemos las cucharadas de mermelada en el vaso de la túrmix y batimos hasta conseguir que los trocitos desaparezcan. Añadimos a la crema y mezclamos bien con la varilla.
- Recortamos la plancha de bizcocho a la medida exacta del plato del molde desmoldable. Cerramos el molde y vertemos la crema. Dejamos que cuaje en la nevera de un día para otro.
- Una vez esté cuajada la tarta, montamos la nata (recuerdo que tiene que estar bien fría para que monte) y la ponemos en la manga pastelera con la boquilla que más nos guste. Vamos haciendo la decoración tal cual veis en la foto.
- Para finalizar espolvoreamos un poco de crocanti de almendra sobre la decoración de nata y coronamos con caramelos picota de cereza u otras gominolas que os gusten.
- ¡Listo!