Tarta rústica de manzana

• 420 gr de harina de trigo
• 290 - 300 gr de mantequilla sin sal (muy fría y cortada en daditos)
• 1 cucharada rasa (de té) de sal fina
• 60 gr de azúcar vainillado
• 60 - 80 ml de agua (muy fría -casi helada-)

Para el relleno:

• 6 ó 7 manzanas (tipo Golden o Granny Smith)
• 50 gr de azúcar blanco
• 50 gr de azúcar vainillado
• 50 gr de azúcar moreno
• 15 gr de maicena
• 1 cucharada (de café) colmada de canela
• 2 cucharadas soperas de zumo de limón
• la ralladura de 1 limón

Para el relleno (continuación):

• 1/4 de cucharada (de café) de nuez moscada
• 1/4 de cucharada (de café) de sal fina
• 30 gr de mantequilla sin sal (en daditos)
• 30 gr de pan rallado, galletas trituradas o almendras molidas
• Nata o leche (para pincelar)
• 1 yema de huevo (para pincelar)

Comenzaremos preparando la masa quebrada, ya que necesitamos dejarla reposar en el frigorífico unos minutos:

Vertemos la harina (tamizada previamente) en un bol hondo, añadimos el azúcar vainillado y la sal fina. Removemos para que se mezcle bien.

Mientras la masa se enfría, iremos preparando el relleno:

Descorazonamos y pelamos todas las manzanas, y posteriormente las cortamos en rodajas del grosor deseado: en (mi) nuestro caso, nos gustan finitas, así que las laminamos de unos 2 ó 3 milimetros (podemos hacerlo a mano o, con una mandolina), y las vamos colocando en un bol hondo (abultan bastante, así que os recomiendamos usar un bol bastante grande, para que queden holgadas).

• A la hora de estirar la masa quebrada, tenemos 2 opciones: hacerlo sobre una superficie enharinada o, sobre una hoja de papel de hornear. Personalmente prefiero estirarla sobre papel ya que, si unimos la cantidad de mantequilla que lleva, con el calor taaaan habitual por estos lares (Islas Canarias, por si hay algún/a despistado/a ^_^), al trabajarla sobre la encimera, muchas veces se nos acaba pegando y rompiendo. OJO: recordad que para la mitad que hará de base, es necesario que la masa tenga un tamaño suficiente como para que cubra todo el molde - fondo y laterales incluidos -, y además, sobren un par de centímetros. Para la mitad que hará de tapa, sólo será necesario que cubra toda la superficie y unos 2 - 3 centímetros extra.
• Una vez que hayamos estirado la base* (hasta un grosor de unos 3 ó 4 milímetros), la colocamos con cuidado (es muy delicada) sobre el molde, presionando con suavidad para que se adapte a la forma de éste.
• Espolvoreamos la base con el pan rallado/galletas trituras/almendras molidas, hasta cubrirla por completo: esto lo hacemos para crear una capa que absorba el líquido que van a soltar las manzanas, y así evitar que la masa nos quede húmeda por debajo al hornearla.

*Podemos estirar las 2 porciones de masa y guardar la tapa ya estirada en la nevera hasta el momento de cubrir el relleno o, podemos dejarla sin estirar en el frigorífico y, trabajarla justo en el momento de usarla. (Encendemos el horno y precalentamos a 200º, calor arriba y abajo).

• Vamos colocando las rodajas de manzana sobre la masa, con ayuda de una cuchara, ya que si las dejáramos caer de golpe, se nos podría romper/agujerear la base. No os asustéis si parece que lleva demasiada manzana: al hornearse, irá reduciéndo y quedará a la medida perfecta:-P.
• Una vez que hayamos terminado de colocar las rodajas de manzana, repartimos algunos daditos de mantequilla por encima de éstas.

• Cubrimos con la otra mitad de la masa quebrada que habíamos reservado y, aprovechamos los bordes sobrantes para unir ambas mitades y dejarla bien cerrada. Si queremos darle un aire más rústico, presionamos los bordes que hemos cerrado a mano con un tenedor, a modo de decoración.
• Le hacemos unos cortes a la tapa (para que el vapor y el exceso de humedad escapen por ellos), batimos la leche o la nata con la yema de huevo y, con una brocha, pincelamos toda la superficie (bordes incluidos).
• Metemos el molde en el horno, en la última ranura de abajo, durante unos 60 minutos**. Transcurrido ese tiempo, lo sacamos y, dejamos que se temple antes de darle un buen bocado.

**Si vemos que la tarta se dora demasiado, aún faltándole tiempo de horneado, la cubrimos con papel de aluminio y dejamos que siga haciéndose normalmente.

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