La tarta sacher es la tarta que más se ha comido en mi casa, seguida muy de cerca por la típica “comtessa” de los domingos (nata y chocolate).
La original, está hecha con harina de almendras, además de harina de trigo, tiene dos tipos de cocción, y la cobertura de fuera está hecha con mantequilla, nata y chocolate negro puro.
Veréis que yo he modificado la receta, no sólo a mi gusto, si no intentando poder crear una receta económica y accesible para todos.
Ingredientes (A mi me salieron 3 pastelitos para 2 personas más 1 grande para 8 personas)
*BIZCOCHO:
– 200gr de aceite de girasol (sí, gramos, usé la báscula, sería el tamaño de un vaso de nocilla)
– 200gr azúcar moreno (1 vaso de nocilla)
– 460gr leche de avena (2 vasos de nocilla. Podríais usar otras leches vegetales)
– 460gr harina blanca de repostería (otros 2 vasos de nocilla)
– 90gr chocolate puro en polvo (5 cdas soperas)
– 1 cda sopera de esencia de vainilla líquida
– 1 cdta de impulsor químico o levadura química tipo royal (15gr)
*RELLENO:
– 4-5 cdas soperas mermelada de albaricoque (podéis usar también de melocotón o incluso la de frambuesas)
– 1/2 vaso de azúcar
– 1/2 vaso de agua
opcional: 1/2 vaso de licor al gusto (moscatel, jerez, ron…)
*GANACHE/COBERTURA
– 125ml leche de soja (no recomiendo usar leche de avena, al coger temperatura se “agrieta” como si se hubiese cortado, aunque esté en buen estado)
– 250gr chocolate negro cobertura
Primero hacemos el bizcocho, el día antes, para que pueda reposar bien:
1. Precalentamos el horno a 180ºC con aire. Y engrasamos (papel de cocina+ aceite de girasol) los moldes o el molde a usar. Una vez engrasados, espolvoreamos harina por encima, que cubra toda la superficie a usar. Eliminamos la harina sobrante.
2. Mezclamos el azúcar, con el aceite, la esencia de vainilla, la leche de avena, y batimos.
3. Añadimos, con un tamizador (o un colador fino), la harina, el chocolate, la levadura o impulsor químico y mezclamos bien hasta homogenizar la masa. No debe quedar demasiado líquida. Si nos queda líquida, podemos añadir 1cda de chocolate y otra de harina, y volvemos a tamizar y mezclar,
4. Vertemos el contenido en los moldes y horneamos durante 30 min sin abrir el horno. Una vez pasado este tiempo, pinchamos con un palillo de madera en el centro y comprobamos si están hechos. De ser así, sacamos y dejamos enfriar sobre una superficie lisa.
Almíbar y ganache:
1. Para el almíbar, ponemos el medio vaso de azúcar y el medio vaso de agua en una cazo pequeño, y lo llevamos a hervor 4 minutos. Cuando el azúcar se haya disuelto y tengamos un jarabe liquido (más espeso que el agua, menos que un jarabe) Lo retiramos del fuego. Si queremos añadir un licor, ahora es el momento de añadir (Misma cantidad que de agua)
2. Para la ganache, ponemos el chocolate en un bowl bien troceado para que sea fácil de disolver. Mientras, llevamos a hervor en un cazo la leche de soja. Cuando hierva, vertemos la leche sobre el chocolate y con ayuda de una cuchara sopera, mezclamos hasta homogenizar. Dejamos enfríar unos minutos.
Montado de la tarta:
1. La parte de arriba de la tarta no nos sirve, porque no es estética, así que con cuidado y con un cuchillo dentado y largo, tipo los que se usan para el pan, eliminamos la parte de arriba, una capa muy fina, no queremos perder demasiado bizcocho.
2. Una vez hemos eliminado esa capa, es momento de partir en dos en horizontal (como si fuese un bocadillo) el bizcocho y con cuidado, separar las dos partes.
3. A la parte de abajo, lo primero que vamos a hacer, es humedecerla con ayuda de un pincel de silicona, y con el almíbar que hemos hecho antes. No tiene que estar super húmeda, solo lo suficiente.
4. Luego, añadimos una capa gruesa de mermelada de albaricoque (o de la que queráis, aunque la sacher lleva albaricoque) y disponemos la otra capa del bizcocho que habíamos retirado.
5. volvemos a humedecer la capa de arriba del mismo modo que habíamos humedecido la anterior y cubrimos con la cobertura/ganache de chocolate. Guardad la mitad del chocolate. Meted la tarta en la nevera o congelador. Pasados 30minutos, la sacáis, le dais un golpe de calor a la ganache que os ha sobrado y le dais una segunda capa a la tarta, esta vez poniendo atención a que quede completamente cubierta. Reservamos en la nevera hasta comer.
Et voilà! Ya tenemos una tarta sacher rica, bonica y barata. Fácil de conseguir y fácil de hacer. Si no os la acabáis toda, NO TEMÁIS, podéis congelarla, siempre que esté bien protegida de olores y de agua. Por ejemplo, en un tupper, cortada por trozos, así, cuando os apetezca, cogéis un trozo, lo dejáis descongelando en la encimera y para merendar tenéis vuestra rica tarta sacher.
Espero que os haya gustado, y bon apetit!