Se va acabando el año y esta será no solo nuestra última receta en este 2020 sino también la última receta en nuestro reto de Una Galleta, un Cuento. La vida cambia, las circunstancias cambian, y de momento dejaremos el reto aparcado hasta que tengamos tiempo para dedicarle como se merece. Han sido muchos años de conocer cuentos, clásicos, internacionales, divertidos, tristes, pero todos elegidos con un mismo fin, hacer que nuestras fiestas no sean siempre de los típicos personajes que nos hacen ver Disney y otros, según su propio punto de vista. En este reto, hemos visto los cuentos desde dentro, para que los niños y los mayores los conozcan tal y como sus autores los hicieron. Con esta deliciosa Tarta sencilla de semifrío de turrón lo voy a despedir: ¡Hasta más ver!
Este mes, hemos dedicado el reto a la Navidad, como hacíamos todos los años, y el cuento elegido fue El Hombre de Jengibre. A pesar de que es un clásico en la cultura americana, su verdadera historia es poco conocida y lo que en principio parece ser un hombrecillo gracioso, cuando lees el cuento notas que hay algo más, que el hombrecillo no es tan bueno como lo pintan y que su actitud tiene sus consecuencias.

" Érase una vez unos viejos que vivían en una casita vieja en la cima de una colina florida, la cual se rodeaba de huertas doradas, bosques y arroyos. A la vieja le encantaba hornear, y un día decidió hacer un hombre de jengibre. Formó la cabeza y el cuerpo, los brazos y las piernas. Agregó pasas jugosas para los ojos y la boca y una fila en frente para los botones de su chaqueta. Luego puso un caramelo para la nariz. l fin, lo puso en el horno. [...]"


Y así comienza este cuentecillo cuya primera aparición fue en 1875, en la revista St. Nicholas Magazine, donde lo publicaron como El muchacho de jengibre ( The Gingerbread Boy).
Aunque de autor desconocido, al final del cuento aparece un párrafo donde este nos cuenta que esta historia se la oyó a su hijo quien a su vez se la oyó a unas sirvientas en su casa de Maine. La sirvienta le dijo que esa historia se la había escuchado a su abuela de pequeña, quien la había recibido de su madre, y así sucesivamente.

Pero la tradición del muñeco de jengibre es más antigua de lo que parece ya que existe en los países eslavos una figura mitológica que es el kolobok, un muñeco amarillo, con forma redonda, de masa de pan, que también se encuentra con diferentes animales y también termina en las fauces de una zorra.

Yo creo que el pan de jengibre (gingerbread) es a los países anglosajones como el turrón a nosotros. No solo por la popularidad que tiene en sí, sino por la fecha en la que es más popular, durante las Navidades. Por eso, he querido hacer un postre navideño con turrón, al que unas galletas de jengibre le vendrían geniales también y que hace más de 10 años que no hago. Esta tarta sencilla de semifrío de turrón no solo es una delicia sino que, además como su propio nombre señala, es sencillísima. Pocos ingredientes y nada difíciles de conseguir, poca preparación, y lo que sí lleva es tiempo de congelación para que quede dura pero vamos, que con unas 5-8 horas tienes de sobra, ¡jeje!

Bueno, seguro que te apetece ver la receta, ¿a que sí? Pues, ¡vamos a ello!

¿A que es muy sencillita? ¿Te has fijado que solo lleva 5 ingredientes? A mí me parece una receta perfecta para estas fiestas, y para cualquier celebración. Si te sobra algo de turrón, no dejes de hacerla porque seguro que te va a gustar.
Para decorarla hay varias ideas que quiero darte para que elijas la que más se adapte a tus gustos:
- Puedes decorarla con un poco de cacao en polvo por encima y virutas de chocolate.
- También puedes añadirle frutas del bosque como frambuesas, fresas, arándanos, grosellas rojas y terminar con algunas hojitas de menta.
- Un poco de canela con unas virutas de chocolate blanco le irán también muy bien.
- Cualquier cosa que se te ocurra que te guste, ¡jeje!

Como ves, no va a haber nada que se le resista a esta deliciosa tarta. Pero te aviso, no es una tarta helada, es un semifrío. Lo debes mantener en el congelador mientras que no la vayas a tomar, pero con sacarla 30 minutos antes, la tarta estará perfecta para que te des el banquete. Si estás en verano, sácala unos 15 minutos antes.
Nos vemos el año que viene.

