Fundadora: Leah Busque
Empresa: Taskrabbit
Url: taskrabbit.com
Sector: C2C, marketplace de tareas entre vecinos
Facturación: ?
Empleados: 40
Fundado en: 2008, en Boston (EEUU)
La Idea
Una noche, cuando Leah y su marido iban a salir a cenar con unos amigos, se dieron cuenta que se les había terminado la comida del perro. Temiendo que a la vuelta de la cena no encontrarían ningún establecimiento abierto, optaron por llegar tarde a su cita, con las consiguientes molestias.
Durante la cena le dieron vueltas al problema: “¿no sería genial que hubiera un sitio en Internet al que pudiéramos recurrir en caso de necesitar comida de perro y decir lo que estamos dispuestos a pagar?” Tenían la certeza de que existiría alguien en su barrio dispuesto a echarles una mano y que sólo era cuestión de estar conectados.
Esa noche, Leah registró el nombre de dominio y pocos meses después dejó su trabajo en IBM para dedicarse a su nuevo proyecto.
Estudio de Mercado
Muchos emprendedores cuando creen haber dado con una buena idea son recelosos y les cuesta compartirlo con otras personas.
Leah, en cambio, habló con todo aquel dispuesto a escucharla, familia, amigos, desconocidos del bus, de la cafetería… Según ella, nadie dijo “estás loca, es una idea estúpida” sino que se sorprendieron de que la idea no existiera ya.
Convencida de que había un mercado potencial, tiró adelante. En ese momento, reconoce que no pensó en que estaba creando una compañía, o en cómo iba a financiarlo, o en contratar a gente, sólo quería realizar su idea.
La Prueba Piloto
Leah puso un anuncio en Craigslist (clasificados online), buscando personas que quisieran ayudarla a probar su idea. Las personas que se presentaron fueron estudiantes, jubilados, parados de profesiones variadas como abogados, farmacéuticos y profesores, pero el perfil predominante fue el de las madres trabajadoras. Este grupo no sólo estaba interesada en un trabajo a tiempo parcial sino que también como clientes del servicio.
Necesitaban ayuda para equilibrar la vida laboral y familiar, les encantó la idea de que hubiera alguien que les llevara la compra a casa o que fuera a recoger la ropa a la lavandería.
A modo de experimento, Leah se pasó horas en cafeterías entrevistando a más de 100 personas y acabó seleccionando a 30 que formarían parte de la prueba. Esta experiencia le sirvió más tarde cuando desarrollaron un sistema automático para filtra perfiles para su servicio.
La idea que quiso desarrollar fue la creación de un marketplace, en el que unas personas ofrecían la tarea que querían resuelta y las conectaran con otras dispuestas a realizarlas. El precio de la tarea se fijaría en una puja, y la compañía se quedaría con un porcentaje para cubrir gastos. Un sistema de ranking de reputación ayudaría a los clientes a escoger a la persona idónea para el trabajo.
El Desafío
Después de una prueba satisfactoria a pequeña escala, constituyó la empresa. La parte más dura del negocio en esa etapa fue la de conseguir financiación (eran los años de la recesión, 2008-2009). Los inversores no invertían y en incontables noches se preguntó si a la mañana siguiente podría continuar o no.
Su oportunidad le llegó en una “start-up boot camp” organizada por Facebook. De los contactos que consiguió allí fue capaz de reunir el “capital semilla” que necesitaba para pasar al siguiente estadio y expandirse por la costa oeste de EEUU.