Revista Cultura y Ocio

"Tau Cero" de Poul Anderson (1970)

Publicado el 10 octubre 2014 por Tomas


Título: Tau Cero (Tau Zero)

Autor: Poul Anderson. Graduado en física, es uno de los autores de Ciencia-Ficción más prolíficos, y el que más Premios Hugo ha ganado: siete. Es uno de los mayores exponentes de la Ciencia-Ficción dura, y formó parte de la Edad de Oro del género, en el mítico círculo de John W. Campell. También escribió Fantasía y novela policíaca, y empleó varios pseudónimos a lo largo de su carrera. Como anécdota, era el suegro de otro gran autor, Greg Bear.

Género y estilo: Es una novela de Ciencia-Ficción dura, en el extremo más riguroso y más técnico del género. Es una historia de Anticipación, que transcurre en un hipotético futuro, y tiene un carácter dramático por los acontecimientos que narra.

Argumento: En el siglo XXXI, tras una guerra nuclear mundial, la Humanidad vive un período de desarme y estabilidad llamada la Alianza, en el que la potencia dirigente es Suecia, que tiene un carácter más de árbitro y moderador que de gobernante. Los viajes interestelares son una realidad, y el ser humano se expande por el Universo. La nave Leonora Christine, tripulada por cincuenta brillantes hombres y mujeres, parte en dirección a Beta Virginis 3. Un accidente le impedirá decelerar, y su motor Bussard, alimentado por hidrógeno que capta del entorno, continuará acelerando hasta alcanzar velocidades cercanas a la de la luz, mientras la nave continúa absorbiendo más y más materia, ganando masa y dilatando el paso del tiempo.





"Tau Cero" se publicó originalmente como relato, en agosto de 1967, en la revista Galaxy Science Fiction, con el título de "To outlive eternity", y en 1970 se editó, ya ampliada, como novela. Según indica en la presentación Miquel Barceló, director de la edición española (Colección NOVA, Ediciones B), no fue traducida al castellano hasta 1996, contando con la colaboración del propio autor, que envió personalmente un ejemplar. Está incluida en la famosa lista de David Pringle como una de las cien mejores novelas de Ciencia-Ficción de la historia. Ganó el Premio Hugo en 1971. Como curiosidad, está dedicada a otro gran autor de Ciencia-Ficción y Fantasía: Fritz Leiber.  
A menudo hago referencia al afán divulgativo que posee la Ciencia-Ficción, en especial su rama dura. Y, en esta línea, "Tau Cero" es una lección de física cuántica, donde la verdadera protagonista es esa idea arcana, escurridiza e incomprensible para muchos de nosotros que es la teoría de la relatividad.  
Veamos: Todos sabemos que es imposible viajar a la velocidad de la luz. Necesitaríamos masa o energía infinitas para lograrlo. Y tenemos un problema añadido: como nos enseñó Einstein con la paradoja de los gemelos, el paso del tiempo es diferente para un viajero que se mueva a velocidades cercanas a la de la luz que para un observador en reposo. La relación entre la velocidad y la ralentización del tiempo es el factor Tau.
Bien, pues en el siglo XXXI, la Humanidad ha logrado hacer realidad el motor Bussard Ramjet, que permite viajes a velocidades cercanas a la de la luz, en una nave, la Leonora Christine, que avanza capturando átomos de hidrógeno a su paso y utilizándolos como combustible y fuente de soporte vital gracias a sus gigantescos reactores nucleares. La idea inicial era una misión a un planeta habitable en la órbita de Beta Virginis 3, una estrella en la constelación de Virgo, en la que los tripulantes, veinticinco hombres y veinticinco mujeres elegidos entre los mejores, formarían una colonia para establecer la vida humana. El viaje, de treinta y dos años en tiempo terrestre, solo durará cinco para los viajeros (recordemos la paradoja de los gemelos). El viaje de la Leonora Christine no es el primero de su clase, pues varios de sus tripulantes ya han hecho travesías similares antes y el ser humano ya ha fundado colonias con anterioridad.
"El hogar del hombre era todo el cosmos".
Pero algo sale mal: la Leonora Christine choca con una nube de polvo cósmico, y su sistema de desaceleración se avería. La nave solo puede seguir acelerando, acercándose más y más a la velocidad de la luz, reduciendo su factor Tau más allá de ese Tau Cero que da título a la novela, hasta valores negativos altísimos (por ejemplo, por diez a la menos tres) por lo cual el tiempo subjetivo en su interior se reduce progresivamente con respecto al resto del Universo, mientras la Leonora Christine sigue ganando masa y devorando con avidez cantidades crecientes de materia. Atravesando galaxias, constelaciones, clanes y espacio intergaláctico, su paso del tiempo relativo es cada vez más rápido, midiendo en semanas lo que para el resto del Universo son miles de millones de años.
Porque ese es el marco temporal de "Tau Cero": doscientos mil millones de años dura el periplo de la Leonora Christine por el Universo. Las cifras que maneja Anderson son, nunca mejor dicho, astronómicas, y requieren un poquito de abstracción para concebir semejantes distancias, duraciones y tamaños.
"Las inmensidades del espacio-tiempo no pueden ser numeradas con los términos familiares del hombre. Tampoco se pueden contar honestamente por órdenes de magnitud."

Esto permite a Poul Anderson tratar dos temas fascinantes en su novela.
Uno de ellos es el propio planteamiento científico, la Ciencia-Ficción dura en sí misma: la teoría de la relatividad (general y especial), el efecto Doppler y el corrimiento al rojo y al azul (Ley de Hubble), la curvatura del espacio, la teoría del Universo en expansión y posterior contracción, el Universo cíclico y otras cuestiones de física y astronomía se reúnen en la novela para dar rigor y consistencia a la tesis de Anderson. En este aspecto. no es necesario tener conocimientos avanzados del tema, pero sí es obligatoria una cierta predisposición, una actitud receptiva para leer "Tau Cero". Es evidente que aquellos lectores "de ciencias" lo disfrutarán más, pero en general resulta llevadero y el autor intenta transmitir amenidad, evitando disertaciones áridas, aunque en ocasiones sea obligatorio introducir explicaciones para que los profanos no nos perdamos. Pese a su brevedad, mi recomendación personal es leer con calma los pasajes más técnicos.
El otro tema, Ciencia-Ficción aparte, es una interesante reflexión sobre la naturaleza humana, las relaciones interpersonales y la capacidad de adaptación de los diferentes individuos a una situación extrema. En este caso, la conciencia de que el mundo conocido ha quedado atrás para siempre, que jamás se volverá a ver; que el Sol ha muerto hace millones de años, destruyendo la Tierra con él; que se viaja hacia una muerte segura y que se está aislado en la infinidad del Cosmos, y que todo el mundo es una nave y se reduce a otras cuarenta y nueve personas.
Así, Poul Anderson muestra un doble talento como escritor, tratando dos cuestiones en principio tan dispares, y logrando maestría en ambas. Los distintos miembros de la tripulación, de diversas nacionalidades, todos ellos los más capaces de sus disciplinas, y escogidos por su equilibrio mental, reaccionarán también de muy dispares maneras a la situación: melancolía, aislamiento, impulsos maternales, trabajo febril, violencia...
"Hemos recorrido unos cincuenta mil millones de años luz. Estamos viajando por toda la curva del espacio. Si volviésemos ahora mismo al Sistema Solar, no encontraríamos nada. Nuestro sol murió hace mucho tiempo. Se hinchó y brilló hasta devorar la Tierra; se convirtió en una variable, parpadeando como una vela al viento; se hundió hasta ser una enana blanca, ascuas y cenizas. Y las otras estrellas hicieron lo mismo. Nada puede quedar de nuestra galaxia sino enanas rojas, si acaso. En cualquier caso escoria. La Vía Láctea ha desaparecido. Todo lo que conocíamos, todo lo que nos hizo, está muerto. Empezando por la especie humana."

Comentar que, si bien en "Tau Cero" no existe un personaje central, sino que es una novela de carácter coral, lo más parecido que existe a un protagonista es el condestable de a bordo, Charles Reymont, que adoptará la postura de "sargento de hierro" para mantener la moral, los ánimos y el orden en la Leonora Christine, y que terminará ganándose el respeto de la tripulación y erigiéndose en una especie de caudillo, mostrando Anderson cómo, en situaciones de excepcional caos, las personas terminan buscando figuras de autoridad como referencia. Como es habitual en este estilo literario, los personajes no están elaborados con exceso de profundidad, y no provocan (ni buscan) la empatía o la identificación por parte del lector. 
En resumen, "Tau Zero" es una obra de Ciencia-Ficción sólida y rigurosa, en la que toda la trama se concentra en el propio viaje de la nave, haciendo su autor un ejercicio de especulación sobre las consecuencias e implicaciones del mismo; y que tiene un doble interés: lo propiamente científico y el retrato de los tripulantes y sus diferentes reacciones a la situación a la que se enfrentan.
La considero una novela recomendable para los amantes de la Ciencia-Ficción y, aunque no es mi intención desanimar a nadie de leerla, sí que aviso que, como ya comenté, requiere algo de predisposición y complicidad a la hora de enfrentarse a un concepto tan complejo. He leído algunas críticas en Goodreads en la que cuestionan los conocimientos del autor y sus planteamientos en la novela, pero no me puedo pronunciar sobre ellos. Sencillamente, se sale de mi alcance rebatir o corroborar a Poul Anderson ni a ningún otro autor del género, y me limito a disfrutar las historias que ofrecen.

Recreación artística de un motor Bussard. El cono captura átomos de hidrógeno
que alimentan los reactores nucleares, convirtiéndolos en energía propulsora


Y recordad que la Tau Zero Foundation es un grupo de voluntarios sin ánimo de lucro, formado por físicos, astrónomos, ingenieros y escritores de Ciencia-Ficción que trabaja para lograr avances en los viajes interestelares. Solicitan donaciones (te explican qué hacen con tu dinero) y están abiertos a todo tipo de colaboraciones. Algún día, quién sabe cuando, los viajes como los de la Leonora Christine serán una realidad. Nos leemos!

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