Revista Cultura y Ocio
Brotan demasiadas lágrimas de mis ojos,
no se como superaré esta caída,
sola me hayo,
como siempre,
no es ninguna sorpresa.
Te echo de menos,
pese que nunca te podré perdonar
por todo el dolor que has llegado
a invadir por todo mi corazón.
Tu recuerdo es eterno en mi memoria,
pese que nuestro final fue para
olvidar.
Empapas mis pensamientos con
rencor, tristeza y melancolía,
siempre pensé que te necesitaba,
que me necesitabas,
que nos necesitabamos...
Puede que tuviera razón o no,
pero tu preferiste no descubrirlo,
darle la espalda a todo lo que
fuimos y pudimos ser.
Te echaré de menos como a
nadie pero que te den.