Arriola hoy estará que se sube a las paredes. Le dice que para ganar lo que tiene que hacer es quedarse en la cama, y va el lumbreras, se levanta, se atusa la barba y se deja hacer una entrevista por El País.
Y claro… sale no sólo de la cama, sino del armario ideológico donde había metido sus propuestas.
Hoy ya sabemos que el PP de Rajoy va a recortar el estado del medioestar español para dejarlo en estado del malestar. Su copia es Cameron, que no está haciendo otra cosa que lo que todos los gobiernos europeos, pero sin eufemismos y sin disimulo. Porque ya que la crisis le viene a huevo para implantar sus recetas de desmantelar lo público, mejor hacerlo sin vaselina ni anestesia.
Alguno lo mismo se extraña, pero esa misma política viene ensayándose aquí desde hace lustros en modo experimento, solo que ahora, aprovechando que el déficit pasa por el pisuerga, los presupuestos recogerán fielmente los criterios políticos. Observen detenidamente el recorte presupuestario en la Comunidad de Madrid y observarán lo mismo. Lo que dicen los presupuestos es un “sálvese quien pueda… pagárselo”. Ni más ni menos.
Si. Cameron lo hace a las bravas. Otros dan más rodeos para decir lo mismo. Porque el hecho evidente es que si la política económica de Europa ha de basarse en exclusiva en la reducción del déficit, quien va a pagar el pato está más claro que el agua.
Bajar el déficit bajando los impuestos y mantener el gasto social es sencillamente imposible. Pese al reiterado esfuerzo propagandístico para presentar una realidad alternativa, todos eso recortes se verán reflejados en la educación, en la sanidad, en los servicios a los dependientes, etc, etc, etc.
Y tu lo sabes. Si te engañan, ya es porque tu quieres.
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