Algunos conducen por la derecha y piensan que lo están haciendo muy bien, otros van por el centro, ni se ponen en la fila de la derecha, ni van a la izquierda para adelantar, y...¡sorpresa! el carril de la izquierda se queda vacío, y es lógico porque es sólo para adelantar, pero nadie quiere hacerlo, mejor ir ahí despacio, con cautela, mirando de reojo al que va por el otro carril.
¿No hay autopistas con más carriles?
¿Qué pasa con los que se quedan en el arcén o con los que toman atajos por los caminos para no pagar el peaje?
¿Qué hay de los que han convetido la autopista en una vía por la que sólo los suyos pueden transitar?
¿Qué de los que se ponen de acuerdo y transitan en paralelo ocupando toda la vía para que nadie les pueda adelantar?
Me parece que es tiempo de elaborar una nueva red de carreteras por la que todos puedan circular en igualdad de condiciones, pagando todos el mismo peaje, y que cambien las reglas de la circulación que han obligado a tantos durante tanto tiempo a ir por la derecha en tanto que obstruyen el paso de los que van por los otros carriles. Por último me pregunto ¿habrá alguien dispuesto a ello? El señor Carrillo habla de otro carril, a la izquierda del partido de gobierno, pero viendo en dónde está situado éste, me temo que la nueva ruta quedará en el centro siendo optimistas.
Cuando pienso en la monarquía viene a mi mente ese rey de la época feudal, dueño de todo y con un reino cuyos caminos conducían todos a su castillo, sin muchas alternativas para los plebeyos, nada más que para dirigirse por esa ruta para pagar el tributo a su rey; cuando pienso en otros sistemas de gobierno se me ocurre que una república podría acercar a los pueblos a la democracia, creo que esto se entiende muy bien en las repúblicas latinoamericanas donde ha habido miseria y penurias pero sus gentes se han sentido en todo momento con el poder de elegir o ser elegidas, gobernar y ser gobernadas, participar y no quedarse a la espera de que venga el mensajero del rey a cobrar los impuestos.