Un debut espectacular. Una novela inolvidable. Una autora que dará que hablar. ¿Qué son capaces de hacer por nosotros los que más nos aman?
No elegimos a nuestros padres, ni lo que nos gusta, ni aquello para lo que somos buenos. No elegimos de quién nos enamoramos…ni a nuestros enemigos. Ni elegimos nuestros talentos, ni nuestras debilidades. Por no elegir, no elegimos ni nuestros pecados. Ni el país en el que nacemos, ni el nombre por el que nos llamarán todos esos a los que queremos y a los que tampoco elegimos. La vida nos elige. Y a veces, ni eso. Esta es la historia de un hombre que tendrá que inventarse un mundo para conjurar su dolor. Y de otro que ofrecerá su dolor a cambio de inventar un mundo nuevo. De un padre huérfano y de un hijo perdido.
Tenía muchas ganas de estrenarme con Marta Fernández. Había leído muy buenas críticas de su primera novela, Te regalaré el mundo; por lo que decidí leerla.
Al principio es muy chocante. Tiene dos hilos argumentales y sin ningún tipo de fecha, ni título, ni siquiera numeriza los capítulos. Al principio ya os digo que se me hizo muy complicado entrar en la novela, pero una vez que te acostumbras, ya sabrás de quién es el capítulo y en que época estamos.
La historia tiene dos protagonistas: Rossum y Leo. Leo es un chico que trabaja en un periódico junto a Arnau que además de jefe es su mejor amigo, casi un padre, podríamos decir. Leo, nuestro protagonista, nos dará la clave de porqué hay otro hilo argumental: él está escribiendo su primera novela, y tiene como protagonista a Rossum, un hombre con una mente prodigiosa, pero con una vida dura y muy dolorosa.
Vamos viendo las dos vidas de los dos protagonistas: sus amores, sus miedos, sus inseguridades, sus rencores. Leo es una persona recelosa de todo: ha sido abandonado por su padre cuando era niño y al que no ha perdonado tras pasados los años. Rossum, mientras, ha sido despojado de lo más valioso que había tenido en su vida. Estas dos circunstancias serán los lazos que unan a los dos protagonistas. Pero lo que más les unirán, son sus enemigos: Fritz, el padre de Leo, y Nizet, la pieza que rompe la vida de Rossum.Se entrecruzaran las historias de los dos protagonistas de una forma singular y un poco estrambótica, al menos para mi gusto, luego explicaré el porqué.
La autora usa una narración muy particular: en los capítulos de Leo usa la primera persona, mientras que en la narración de la historia de Rossum usa la tercera persona. Aunque como decía anteriormente al principio es muy desconcertante, pronto nos haremos con este tipo de narración. Hay grandes descripciones de la época de Rossum del S. XVIII: sobretodo de Madrid, por lo que ha sido un novela muy bien documentada. Con una pluma ágil, natural y a la vez fina y sublime nos sumerge en el mundo de los dos protagonistas.
Si me preguntáis si me ha gustado, diría que si me ha gustado bastante, tras un comienzo imprevisto, sigue con la intriga de la relación de Rossum y Leo, ¿por qué escribe así? ¿Por qué escribe desde tan dentro? Iremos adentrando a un misterio que hará abstraernos de todo. Pero quizás me esperaba más del final. Es un final bastante soso; para mí bastante inacabado, incluso poco creíble. Tenía todo para acabar con un final triunfante y se ha quedado en un final bastante sobrio.
En resumen, Te regalaré el mundo es una novela cargada de sentimientos, unos buenos y otros no tantos. Es una historia donde su protagonista nos contará otra historia que reflejará algo que lleva tiempo guardando. Una historia llena de simpatía, emoción y mucho dolor. Un libro que habla de libros, un canto a la libertad, a la vida y sobre todo a la inteligencia. A pesar de un final algo flojo, es un libro que hay que leerlo sosegadamente y disfrutarlo sin más.
Gracias a la editorial Espasa por el envío del ejemplar