Ha pasado un tiempo desde que terminé la lectura, pero no siempre puedo realizar las publicaciones justo al terminar debido al volumen de novelas que tengo por reseñar, no obstante, al fin llegó el momento de hablaros de esta apasionante historia, así que, para abrir boca, os dejo con el Teaser Monday de Lady Catherine de Sabina Rogado.
En breve tendréis también la reseña disponible, pero hasta entonces, espero que lo disfrutéis y leer vuestros comentarios.
Jasón entonces la miró por primera vez en profundidad, y justo ahí, fue cuando no tardó en darse cuenta, de pronto, del moratón que tenía junto al labio.Su gesto entonces se torció porque la sonrisa distendida, en la cara de él, se borró en el acto.—¿Durante el secuestro alguien te pegó?Ella en cambio agachó la cabeza avergonzada en cuanto escuchó aquella pregunta.—¿Catherine? —llevó la mano hasta su barbilla y la alzó con lentitud. Entonces pudo ver a una muchacha desvalida con los ojos llorosos intentando apartarle para que no viera su humillación.«¿Quién le habría pegado?» pensó preso de un cabreo monumental que se agrandaba a marchas forzadas. Tanto que hasta se le pasó la disparatada idea de que cualquiera que hubiese osado a ponerle la mano encima se las vería con él.Y ni siquiera le preocupó aquel sentimiento de protección.—Ninguno de los que fueron sus hombres me pegó —admitió mediante un susurro apenas audible.—Y entonces… ¿quién ha sido? —No tenía ningún derecho a hacer esa pregunta, pero no pudo evitar hacerla.Fue en ese momento cuando sus miradas quedaron unidas en una cercanía que los envolvió y borró todo lo que tenían alrededor…¡Todo menos ellos dos!La intensidad era tan grande que, ni aun con el vino ingerido, era capaz de sostenerle la mirada, por lo que se afanó en agachar la cabeza otra vez. Solo que no pudo hacerlo, y el hecho de no conseguirlo, pasaba porque él seguía con la mano sobre su barbilla ante la evidencia de que lo volvería a hacer.Y no estaba dispuesto a dejarla.«¿Qué clase de amante sería para Edward?», pensó un Jasón molesto.—No quiero hablar de eso —susurró precipitadamente de manera desesperada.La marca sobre el labio, y el dolor con el que se pronunció, consiguieron que Jasón bajara la guardia. Tanto fue así que terminó pasando uno de los dedos por la comisura del labio amoratado con suavidad. Mirándola atormentado.Y entonces sucedió…Se acercó hasta tenerla donde quería y bajó muy despacio los labios hasta encontrarse con los suyos…Entonces la besó con suavidad.Un calor abrasador inundó el cuerpo de la bella joven al sentir el simple roce de unos labios que la besaban, con sumo cuidado de no lastimarla, lo que propició a que pensara en lo distintos que eran a los de su esposo.«Su esposo…», recordó de pronto sobresaltada sin llegar a creerse lo lejos que había dejado llegar a aquel hombre desconocido.«¿Qué demonios era lo que estaba haciendo?»Avergonzada por lo que acababa de pasar, se apartó de manera apresurada de aquellos labios que la hacían sentirse viva, demasiado viva. Deseando por un momento dejarse llevar, solo que la cruda realidad se evidenciaba claramente.Ella era la duquesa de Herwood y eso nadie podría cambiarlo.Jasón se quedó desconcertado por su retirada.—¿Te he hecho daño? —preguntó preocupado.—No —susurró ruborizada incapaz de sostenerle la mirada—, ya lo tengo casi curado.—¿Entonces? —preguntó sin entender.—Lo que hemos hecho no está bien —se limitó a decir antes de levantarse rápidamente a pesar de la turbación que sentía dentro de sí, huyendo de su cercanía ante la necesidad de poner distancia entre ella y aquel hombre que la hacía sentir cosas que no debería.—¿Qué es lo que no está bien? —preguntó siguiéndola con la mirada. Incrédulo por cuanto veía y oía.—Vos no lo entenderíais —fue lo único que dijo, a continuación se tumbó sobre una de las mantas extendidas sobre el suelo y dejó claro que la conversación estaba acabada—, buenas noches.Jasón tiró el resto del café sobre el fuego bruscamente.—Buenas noches —gruñó malhumorado mientras pensaba en el enigma que escondía esa mujer.